Venezuela vota en la Segunda Consulta Popular

En 4.505 comunas de todo el país se votarán proyectos que buscan atender problemáticas del sistema de agua potable, vialidad, vivienda, electricidad, salud, educación, ambiente, transporte público, espacios para el deporte, entre otros.

Este domingo 25 de agosto se lleva adelante la Segunda Consulta Popular Nacional en Venezuela. En 4.505 circuitos comunales o comunas de todo el país se votará un proyecto entre siete en asambleas de consejos comunales que buscarán resolver las problemáticas más urgentes de dichos espacios.

Según el Ministerio de Poder Popular para las Comunas y los Movimientos Sociales estos proyectos garantizan que los recursos llegan directamente a los consejos comunales, sin intermediarios, y son ejecutados con mayor eficiencia y eficacia, permitiendo así la activación de la vida orgánica de los comités y unidades de trabajo.

“La Comuna y el Poder Popular tienen un rol estelar en la edificación de todas las dimensiones de la sociedad”. Foto: Lucia Reartes.

Entre los elementos importantes de la Revolución Bolivariana están debate y el proceso asambleario, ya que en estos el pueblo se organiza para decidir sus acciones concretas en el territorio. “La Comuna y el Poder Popular tienen un rol estelar en la edificación de todas las dimensiones de la sociedad y, en especial, en la transición radical a la ruptura definitiva con el burocratismo y transformación revolucionaria del Estado”, sostiene el Plan de la Patria 2025-2031.

En esta elección particular y para que los proyectos tengan legitimidad se debe garantizar la participación de todos los consejos comunales por lo menos en un 10% de su población electoral comunal. Los proyectos elegidos durante esta Segunda Consulta tendrán un desembolso en bolívares, equivalente a diez mil dólares.

¿Qué tiene que tener un proyecto para votarlo en esta consulta? Debe tener caracter colectivo, que forme parte de la cotidianidad de la vida en comunidad. A su vez debe tener sentido de pertenencia, puede ser un espacio de encuentro, de recreación o de identidad local. Por último, que garantice la inclusión y la participación de la mayoría de las personas que viven en ellas.