El 5 de septiembre el Consejo Federal Pesquero estableció las nuevas capturas de pesca de merluza Polaca, Merluza Negra y Merluza de Cola que se destinarán a empresas pesqueras por 15 años. Días después salió una polémica nota en LPO por supuestas “coimas” para direccionar las capturas de merluza hubbsi a una provincia en particular.
Desde algunos sectores advierten que podría ser una maniobra para abrirle las puertas del mar argentino a empresas extranjeras. ¿Qué hay detrás del escándalo y cómo funciona el mecanismo que establece lo que se extrae del mar argentino?
¿Cómo se reparte el recurso natural de todos los argentinos?
En el 2009 se decidió la reasignación de capturas mediante Cuotas Transferibles Individuales de Captura (CITC) con el objetivo de “garantizar la sostenibilidad de la especie, distribuyendo las cuotas de captura de manera equitativa entre los buques que tienen antecedentes en la explotación de esta especie.” ( Resolución CFP Nro. 21/2009
Las cuotas las estipula la Ley Federal de Pesca, lo resuelve el Consejo Federal Pesquero compuesto por el Poder Ejecutivo y las cinco provincias del litoral marítimo y lo controla la autoridad de aplicación que es la Subsecretaría de Pesca de la Nación. Este año, luego de una década y media, se vuelve a renovar las cuotas de captura de merluza.
A principio de año hubo fuertes tensiones entre el gobierno nacional y el sector empresarial e industrial pesquero por intentos de reformar el sector a través de la Ley Ómnibus. Nunca pudo efectuarse por fuerte presión de algunas empresas, gremios, diputados, senadores y gobernadores.
Los aspectos centrales en la ley impulsada por el actual Ministro de Desregulación y Transformación del Estado de la Nación Argentina Federico Sturzenegger– en aquel momento sin función pública- fueron quita de atribuciones al Consejo Federal Pesquero y el criterio de asignación de cuotas de pesca.
“Gracias a la ley federal de pesca en Argentina no se puede pescar si las empresas no están instaladas en el país (así sean de capitales extranjeros, deben estar aquí), los buques deben ser de bandera y con permiso nacional. La tripulación debe ser argentina, y los productos deben ser descargados y se deben exportar desde acá, no nos olvidemos que la ley Bases decía todo lo contrario”, dijo Pablo Trueba, secretario general del Sindicato Marítimo de Pescadores (SIMAPE) para un medio local marplatense
“Miren cómo quedé con el tema de la pesca”, dijo horas atrás Sturzenegger cuando le preguntaron por el tema. Él hizo un gesto como de queja y agregó que lo están “volviendo loco” con ese tema. No se olvidó de meter el dedo en la llaga y dijo: “Acá en Mendoza si sacas petróleo, pagás una regalía de 15%, los pesqueros pagan 0,15 %” dijo.
Un escándalo y la mejor excusa
Hace unos días el capricho de Sturzenegger se cumplió y la regalía pesquera aumentó en un 2,05%, pero además estalló el conflicto por un supuesto pedido de coimas de un gobernador a un integrante del Consejo Federal Pesquero para garantizar a su empresa mayores capturas de pesca.
Lo llamativo es el revuelo que cobró el episodio a pesar de que la industria pesquera no se destaca por su transparencia. Sin embargo, los medios lo levantaron y hasta llegó a la Embajada de Estados Unidos a través de la denuncia de la empresa pesquera Grupo Iberconsa-propiedad del fondo Platinum Equity, con origen en los Estados Unidos- ¿Cuáles son las intenciones? ¿Qué hay detrás del conflicto?
Según el periodista especializado en pesca Guillermo Nahum, “esta parece ser una operación de algún país en defensa de sus empresas, con una nota sin datos y medias verdades que, sin embargo, destapa un escándalo que es cierto”.
En el sector existe el temor que, en medio del escándalo por pedido de dinero extra, el Gobierno, a través de Federico Sturzenegger, busque avanzar con un esquema de licitaciones internacionales para el reparto de las cuotas y no que se haga, como ahora, en base a criterios históricos- historial de pesca del buque- inversiones que inyecta, trabajadores que emplea y producción que genera.
La internacionalización de capturas de pesca y la entrada masiva de empresas extranjeras al mar argentino no cumplirían ninguna de las siguientes condiciones, ya que los actuales ejemplos del mercado global de la pesca se trata de buques factoría con poca mano de obra que no solo pesca sino que procesa, lo que lleva a la extinción de muchas fábricas en el sur del país e incentiva la explotación laboral de la tripulación a bordo.