Puerto Rosales, la promesa petrolera que hoy todos están mirando

Kicillof lleva "la obra en curso más grande del país", a Puerto Rosales y lo reafirma como potencia petrolera a nivel mundial

El gobernador Axel Kicillof anunció una batería de inversiones para “la obra en curso más grande del país”, en el distrito de Coronel Rosales. Se trata de la ampliación de la planta Otamérica y de un muelle de dos mil metros para operaciones offshore. Ambas aumentarán la capacidad de exportación del crudo proveniente de Vaca Muerta. ¿Puerto Rosales se planta como el puerto petrolero argentino?

Hace más de media década que por Puerto Rosales pasa el 70% del crudo de hidrocarburos del país que se dirige para exportación y al interior del país para consumo interno. El incremento de producción del shale de Vaca Muerta tuvo que ver directamente con la nacionalización de YPF donde la exploración y explotación de yacimientos petrolíferos fue uno de los objetivos para la gestión en 2012.

La red de gasoductos que transporta el crudo neuquino a distintos puntos del país recorre una distancia de 513 kilómetros hasta llegar a la planta de almacenamiento de Coronel Rosales, con 82 mil metros cúbicos diarios de hidrocarburo.

El objetivo es duplicarlo y para eso las inversiones de 500 millones de dólares que anunció el gobernador bonaerense están destinadas en gran parte a la ampliación de la planta de almacenamiento de crudo y la construcción de un muelle para operaciones offshore que aumentaría el volumen de carga para los barcos de exportación de crudo, dirigidos principalmente a Estados Unidos.

De base militar a socio comercial

“El Puerto de Rosales está cobrando el protagonismo que nunca debería haber perdido”, dice para ARG, el intendente de Coronel Rosales Rodrigo Aristimuño. Su profundo calado natural lo convirtió en una gran promesa durante el siglo pasado , lo que rápidamente se retrotrajo con la segunda guerra mundial y el cambio de inversionistas terminaron haciendo la apuesta fuerte en el puerto vecino de Ingeniero White, Bahía Blanca.

Los comienzos del puerto de Rosales fueron principalmente como un complemento cerealero de la ciudad aledaña, y más tarde con el traspaso de gestión estatal durante el gobierno de Perón se convirtió en la principal base militar del país.

El hito que marcó profundamente el curso del puerto de Rosales y que lo perfiló como el puerto petrolero del país, fue la nacionalización de YPF. El puerto llegó a aportar el 50% del PBI de la ciudad de Punta Alta, y desde hace algunos años, con la anterior gestión de Aristimuño al frente del consorcio, anteriormente prescindiendo la zona franca y ahora como intendente del partido, las vistas están puestas en transformar su perfil portuario y convertirlo en un actor comercial más.

Las recientes inversiones anunciadas por la pesquera Conarpesa van en ese sentido; un puerto que empieza a perfilarse también como zona pesquera estratégica y es el primero que recibe a la pesquera por fuera de la Patagonia; con el objetivo de ampliar el negocio del langostino y sumar otras especies que cada vez más cotizan en el mercado internacional como la merluza.

La inversión recientemente anunciada tiene que ver con dos cámaras de frío donde se centralizará el pescado. No hay proceso, solo retención y posterior exportación, con barcos que ahora se duplicarán; de 100 toneladas de pescado que sacan en una jornada normal, ahora serán barcos de 400 toneladas que involucran mayor cantidad de mano de obra. “Los marineros, estibadores y pescadores que ahora se emplearán son todos de la región”, asegura el intendente de Rosales.

Puerto Rosales opera offshore

Actualmente la carga de buques con el crudo extraído en Neuquén, o la carga del removido provenientes de Caleta Olivia o Caleta Córdova, y que se dirigen a los puertos de Bahía Blanca, Dock Sud, o puerto La Plata para abastecer el consumo interno, se operan con un mecanismo de monoboyas; islas flotantes que están conectadas con gasoductos que atraviesan el lecho marino y se conectan a la principal planta de almacenamiento.

Actualmente existen dos; una en Punta Cigüeña y otra en Punta Ancla. La decisión de la ampliación estuvo a punto de resolverse con una tercera monoboya, pero debido al aporte de la industria nacional y a las implicancias medioambientales, se decidió finalmente por remover las mismas y construir una plataforma offshore.

Las monoboyas no se fabrican en Argentina. Se importan directamente de países como Alemania. En cambio, la plataforma offshore se construye con mano de obra 90% nacional; “desde el cemento hasta los mil trabajadores de la construcción que tenemos actualmente en el sistema”, dice Aristimuño. La obra que tiene el 60% de avance duplicará  la mano de obra estructural para operararla, lo que diversifica el empleo que involucra a trabajadores de gremios como UOCRA, SUPA, SOMU, estibadores, capitanes y patrones.

En cuanto a lo medioambiental, el muelle se presenta como una alternativa más ecológica frente al sistema actual de monoboyas. Los recientes episodios de pérdida de crudo en el estuario de Bahía Blanca provinieron de una de las monoboyas de Puerto Rosales operadas actualmente por la empresa Oiltanking.

A pesar de haber un sumario en curso, los desperfectos fueron grandilocuentes y la cantidad de crudo esparcido por la Bahía hizo que el Ministerio de ambiente suspenda las actividades de la empresa hasta maximizar las condiciones de seguridad y restablecer su plan de contingencias que tuvo grandes fallas previo al derrame.