En una sesión que marcó un hito para la política sanitaria provincial, la Cámara de Diputados bonaerense dio este jueves media sanción al proyecto de ley que propone la creación de una empresa estatal de medicamentos.
Impulsada por el gobierno de Axel Kicillof, esta iniciativa busca revolucionar el acceso a medicamentos y equipamiento médico, al tiempo que promueve la soberanía sanitaria y genera empleo.
El proyecto, denominado “Centro de Industria Farmacéutica Bonaerense”, prevé el establecimiento de una Sociedad Anónima con Participación Estatal Mayoritaria (SAPEM) que se encargará de la investigación, desarrollo, producción, comercialización y distribución de medicamentos, vacunas, insumos médicos y otros productos necesarios para la salud.
La media sanción fue obtenida con los votos de los legisladores de Unión por la Patria (UxP), el bloque libertario dialoguista y una división dentro de la bancada Acuerdo Cívico (UCR+GEN). Ahora, la propuesta se debatirá en el Senado bonaerense.
Objetivos y estructura de la empresa
La futura empresa estatal tendrá un enfoque integral, abarcando actividades como la producción, importación y exportación de vacunas, ingredientes farmacéuticos activos, insumos odontológicos, productos médicos, domisanitarios y estándares para control de calidad, entre otros. Además, podrá celebrar contratos con entidades públicas y privadas, incluido el fasoneo, sin requerir autorización previa del Poder Ejecutivo.
“La producción de medicamentos posee varios propósitos, entre los que se pueden mencionar ser una alternativa efectiva para asegurar el acceso a tratamientos asequibles y de calidad. Por otro lado, actúa como mecanismo para garantizar derechos plasmados en la Constitución provincial, que reconoce al medicamento como un bien social, y, finalmente, fomentar tanto la soberanía estatal en materia de salud, producción e innovación”, señala el texto del proyecto.
Un cambio estructural en la industria farmacéutica
La iniciativa también apunta a consolidar un laboratorio público capaz de insertarse en el mercado y ofrecer productos a precios significativamente más bajos que los actuales. Este modelo buscará reducir la dependencia de las grandes empresas farmacéuticas, que han ejercido presiones para evitar el avance de esta propuesta desde que fue presentada en diciembre de 2023.
De aprobarse finalmente en el Senado, el Centro de Industria Farmacéutica Bonaerense será un actor clave en la distribución de medicamentos, insumos y vacunas, con el objetivo de garantizar el derecho a la salud en la provincia de Buenos Aires y fortalecer la capacidad estatal en este sector estratégico.
