El 14 de octubre será recordado para siempre en la historia argentina. En una reunión en La Casa Blanca con muchos accidentes protocolares, el Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dijo que los argentinos tienen que votar a Milei para que siga enviando dólares. El motivo es para rescatar el plan económico fallido del Gobierno Nacional. Lo curioso es que las declaraciones en apoyo a Milei tienen el objetivo de ganar “la próxima reelección para combatir al enemigo comunista”. Los integrantes de la comitiva argentina quedaron atónitos al escuchar esas palabras, en medio de un salón repleto de periodistas de todo el mundo. Esto fue un fallo que los mercados no dejaron pasar y temblaron. Las declaraciones de Trump significaron una pérdida de soberanía económica-política nunca antes vista tan explícitamente.
Recapitulando los acontecimientos, el 9 de octubre, el Secretario del Tesoro del Gobierno de Estados Unidos, Scott Bessen, tomó una decisión insólita. Vendió en el mercado libre de cambios argentino, aproximadamente el valor de 100 millones de dólares para estabilizar la economía argentina. Esto sucedía mientras 11 agroexportadoras liquidaron 7 mil millones de dólares con retenciones 0 en 72 horas, beneficiando a Cargill, Dreyfus, Cofco y Bunge. Pero la pregunta es ¿Para qué compró pesos el tesoro norteamericano?
El ministerio de economía quemó los dólares de la maniobra “retención 0″ para sostener la cotización de la divisa norteamericana en una semana. Entonces la intervención del tesoro norteamericano le da financiamiento para ganar tiempo antes de la inevitable devaluación. Es injerencismo neocolonial o un autogolpe para regalarle el país a EE.UU. Las declaraciones de Bessen sugieren que el gobierno tiene que retirar a China del mercado argentino. Es la consecuencia de la guerra comercial entre el Yuan y el dólar. Como garantía de todo esto, la jefa del FMI, Kristalina Gueorguieva, actúa como agente precursor de la extracción de la plusvalía de los trabajadores argentinos. En declaraciones a la prensa dijo que el salario de los argentinos y de las jubilaciones deben bajar un 50% más de lo que vienen perdiendo.
En lo local, se viene el desplome del esquema Ponzi de la city porteña. Como anunció el mismo Trump, el salvataje con el swap o sea el intercambio de monedas por 40.000 millones de dólares llegará después de las elecciones, si es que Milei no pierde. Por ende, lo que pueda pasar después del 27 de octubre, depende de las elecciones legislativas en tres sentidos: Si Milei gana, pierde o empata.
De igual forma la administración Trump, le pide a la Casa Rosada amplios consensos más allá del resultado electoral. Esto significa que arme una coalición con algunos opositores amigos o que directamente la embajada norteamericana intervenga el gobierno nacional. ¿Macri es el Duhalde de Milei?
Esto es día a día, pero el 31 de octubre vencen algunos contratos de dólares de futuros. La embajada está súper jugada a que esto sea una victoria en las elecciones legislativas para La Libertad Avanza.
En Argentina, hay que explicar que la flotación de la cotización del dólar, es sucia o administrada entre bandas. Esto requiere que el Banco Central de la República Argentina intervenga cuando el dólar se dispara. Pero los grandes jugadores que compran bonos de deuda y que venden dólares en la city porteña con tasas de interés altísimas, están retirando sus posiciones y fugándose del país. Esta política monetaria está en una situación crítica porque ya no hay más lugar de donde sacar dinero.
El problema es que lo productivo no está en la discusión política y la mayoría de la gente ya sintió el impacto de la recesión económica. No hay ventas, no hay consumo y los industriales están cerrando sus fábricas. Pero sobre todo los trabajadores no llegan a fin de mes. El pueblo tiene la decisión en las urnas el próximo 26 de octubre.
Según datos del Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía, los salarios argentinos perdieron millones de pesos desde que Milei es presidente. Los trabajadores públicos en su sueldo perdieron 4,8 millones de pesos. Los privados 1.7 millones de pesos y 3,8 millones los jubilados. Se viene un desenlace a este problema político y es a través de las urnas. El 26 de octubre la última palabra la tienen los argentinos de a pie que vienen sufriendo la crisis económica y el mal manejo del gobierno nacional.
