Tras una votación que rechazó el presupuesto previsto para el año 2022, el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, aprobó la disolución del Parlamento y convocó a elecciones anticipadas para el próximo 30 de enero. La decisión fue avalada por el Consejo de Estado de Portugal el miércoles 3 de noviembre, tras lo cual el mandatario habló al país.
El mecanismo está contemplado en la Constitución de Portugal, y establece que las elecciones legislativas deben celebrarse en los 60 días posteriores a la disolución del Parlamento, que se decretará a partir del 1 de diciembre. Rebelo de Sousa argumentó que “en momentos como este siempre hay una solución en democracia, sin dramas ni miedos, es parte de la vida misma de la democracia: devolver la palabra al pueblo”.
Si bien los comicios podrían realizarse antes de la fecha establecida, el presidente quiere evitar la abstención en medio de las fiestas de navidad y año nuevo. “Lo sensato es apuntar a los debates y a la campaña a partir de 2022 y seguir teniendo elecciones en enero, compatibilizando la velocidad con la debida atención a un periodo sensible en la vida de las personas”. Al final del mensaje, dijo a los portugueses que confía en su espíritu democrático y en su sentido común para elegir a los parlamentarios.
Los motivos detrás del rechazo
El proyecto de presupuesto sólo contó con los votos a favor de la bancada del Partido Socialista (PS), que integra la coalición de gobierno. Los rechazos llegaron por izquierda y por derecha.
Según explica el dirigente de la Confederación Nacional de la Agricultura (CNA) de Portugal, Alfredo Campos, la negativa de la izquierda se explica por los compromisos incumplidos del oficialismo. “En la discusión del presupuesto 2022 había una serie de cuestiones que era necesario cumplir este año y todavía no se hizo, como el aumento del salario mínimo y del salario de los jubilados, que el gobierno no quiso aceptar”.
El oficialismo se mantuvo firme en aquellos puntos que, justamente, generaban diferencias con los partidos de izquierda. “La propuesta del salario mínimo presentada por el Partido Comunista era de 850 euros por mes y durante las negociaciones ese valor fue disminuyendo. Desde el gobierno se mantuvieron inflexibles en su posición. Y este es sólo un ejemplo, pero lo que vimos fue que el oficialismo en varias situaciones decía que quería negociar y lo que en verdad hacían era imponer su posición por sobre la propuesta de los otros partidos”, explica el dirigente de la CNA.
Con la decisión de adelantar los comicios, se espera que mejore el apoyo a la propuesta de Presupuesto 2022. “Lo que vemos siempre con el Partido Socialista —que tiene la mayoría en el Parlamento y conforman el gobierno— es que puede haber alguna aproximación con los partidos de izquierda en cuestiones sociales muy específicas. Pero en relación a las cuestiones de la política nacional siempre estuvieron alineados con los partidos de derecha, en temas relacionados a la OTAN, a la Unión Europea, al euro. Cuando se trata de asuntos que implican una intervención del capital, se juntan”, indica Campos.
Esta situación quedó en evidencia en las votaciones parlamentarias de los últimos años. En temas y proyectos presentados por el Partido Comunista, el PS se abstuvo o votó en contra. Aún así, la decisión de disolver el Parlamento mostró las dificultades para articular con otros espacios: “Nada impedía al gobierno presentara otra propuesta de presupuesto. Eso podía implicar un giro hacia la derecha para consolidar el apoyo de esos partidos”.
Las internas en el PSD y CDS-PP
Al tiempo que el gobierno optó por disolver el Parlamento, los dos principales partidos de derecha del país atraviesan definiciones internas. Ambos tienen previstas elecciones hacia noviembre y diciembre. Desde el Partido Social Demócrata ya anunciaron la postergación de los comicios internos, mientras que en el Partido Popular-CDS mantiene su elección para el mes de diciembre.
“El propio presidente de la República, en vez de defender los intereses nacionales, está tomando partido en esas disputas internas” explica Campos. “Con la fecha ya establecida para el 30 de enero, siendo que se esperaba que la elección fuera unas semanas antes, están apostando a que haya un ordenamiento de los partidos de derecha para que luego puedan favorecer los planes del gobierno”.
La decisión, aunque sorpresiva, no generó una reacción entre los ciudadanos portugueses. La campaña desde los medios de comunicación busca responsabilizar al bloque de izquierda por el rechazo del Presupuesto y, consecuentemente, por el nuevo llamado a elecciones.
“Esa es una verdadera hipocresía. Desde el primer momento los partidos de derecha dijeron que nunca votarían este presupuesto pero buscan responsabilizar a la izquierda”, señala Alfredo Campos. “Desde la izquierda estamos haciendo todo lo posible para informar a la población acerca de lo que llevó al rechazo del presupuesto, pero hay una dificultad muy grande en ese sentido”.
Si bien restan más de dos meses para la contienda, las encuestas muestran pocos cambios respecto al Parlamento vigente. Los últimos sondeos arrojan una victoria del Partido Socialista con una reducción de escaños poco significativa. Los partidos de derecha tampoco conseguirían alcanzar una mayoría.
“Hasta hoy el PS rechaza cualquier entendimiento con la derecha al menos públicamente, aunque en la práctica hay muchos acuerdos”, sostiene del dirigente de la CNA. “Lo que queda claro es que esto deja al presidente en una situación muy incómoda, porque forzó la disolución del Parlamento y la convocación a elecciones y el resultado puede ser semejante a la Asamblea que se decidió disolver. Si esa es la situación que finalmente se da, estaremos ante una derrota del oficialismo y, principalmente, del presidente”.