Este domingo 2 de octubre, Brasil vivió unas elecciones marcadas por una fuerte polarización entre el candidato oficialista, Jair Bolsonaro y la figura del expresidenta Lula Da Silva, quien finalmente se llevó la victoria pero no le alcanzó para evitar la primera vuelta.
Al cierre de los comicios, los primeros conteos de votos indicaban una parcial ventaja de parte de Bolsonaro, una tendencia que se fue achicando con el correr de las horas y finalmente terminó siendo una derrota a manos del candidato del PT. Aún así, a Lula no le alcanzó para ganar en primera vuelta y evitar así el balotage, que tendrá lugar este próximo 30 de octubre.
Al finalizar los comicios, el ex mandatario se dirigió a una multitud y aseguró que “no hay dudas de que en la segunda vuelta venceremos”, al tiempo que dijo estar “preparado” para discutir cara a cara con Bolsonaro, en el marco de los debates presidenciales.
Los tres estados claves y que finalmente definieron la elección fueron Río de Janeiro, donde hubo una ventaja oficialista, San Pablo, con una ventaja de Bolsonaro que sorprendió cualquier análisis y una victoria cotundente de Lula en Minas Gerais. Tres estados que son fundamentales para conseguir una victoria nacional, ya que suman más de 40% de los votos.
Lula ganó con el 48,4% (lo que equivale a más de 57 millones de votos) y Jair Bolsonaro resultó segundo con el 43,2% (51 millones de votos). El tercer lugar quedó para Simone Tebet con 4,2% y cuarto, Ciro Gomes, con el 3%. Se cree que la mayoría de los votos restantes (que no suman más de 8 puntos) podrían ir para Lula, lo que en la segunda vuelta lo colocaría como el ganador y el nuevo presidente de Brasil.
*Las fotos son de Florencia Urbani, periodista y fotógrafa desde Río de Janerio. Colaboración con ARGmedios.