Brasil es el nuevo centro pandémico y alerta a la Argentina

La pandemia de COVID19 encontró un aliado en Brasil, considerado el laboratorio de nuevos virus debido a las cepas de Manaos y Río de Janeiro, que ya preocupan a la región.

 

Por Ana Dagorret y Julián Pilatti

A poco más de un año de que la OMS declarara la pandemia, el final y la vuelta a normalidad se encuentran todavía muy lejos. El motivo: la aparición de nuevas cepas en territorio brasileño, una área continental que amenaza la inmunización en el resto de la región y principalmente en aquellos países con los cuales Brasil comparte frontera.

El “lock down” —entendido como una cuarentena rígida— impulsado a inicios del 2020 en la mayoría de los estados del país, con el tiempo y la llegada del verano se fue flexibilizando. En muchas ciudades es fácil encontrar escenas pre pandémicas que explican por qué Brasil hoy contabiliza alrededor de 2 mil muertes diarias, sumando un total 280 mil muertes desde el inicio de la pandemia y más de 11 millones de infectados.

Tanto la falta de respuestas a las demandas de amplios sectores que dependen de su trabajo diario para subsistir, como los discursos negacionistas del presidente Jair Bolsonaro, contribuyeron con el cansancio general; facilitando así la circulación del virus.

La política negacionista del gobierno brasileño resultó ser el gran aliado del virus, que logró instalarse y circular libremente por el país al punto de desenvolver dos nuevas cepas en lo que va de la pandemia.

Las nuevas cepas

En enero de este año se identificó en Japón la variante denominada P1 en cuatro turistas que habían viajado a Amazonas. Según un estudio desarrollado por la Fundación Osvaldo Cruz (Fiocruz), pacientes infectados con la variante de Amazonas presentan una carga viral mayor, independientemente de la edad del paciente.

A su vez fue identificada la variante P2 en Río de Janeiro y otra en el estado de San Pablo, cuyo origen es diferente a las dos cepas anteriores y que habría surgido entre agosto y noviembre de 2020. “Aunque hay algunos casos reportados de reinfección, la posibilidad de coinfección agrega un nuevo factor a la compleja interacción entre los sistemas de respuesta inmune y las mutaciones Sars-CoV-2” afirma el estudio publicado a fines de febrero en la revista Virus Research.

Según explican los especialistas, el hecho de estar frente a cepas diferentes del mismo virus muestra la facilidad con la que el virus se adaptó a los diferentes ambientes. “La capacidad de mutación del virus es una capacidad adaptativa. A veces, estas mutaciones no son buenas para él y terminan provocando su extinción. Ha habido varias otras mutaciones a lo largo de la pandemia que el virus ha estado produciendo, pero esta fue una mutación adaptativa beneficiosa para él. Porque hizo que la nueva cepa tuviera una capacidad de transmisión extremadamente eficiente. Esa es la diferencia”, explicó para Brasil de Fato Regina Valim, infectóloga y docente de la Universidad Federal de Santa Catarina y de la Universidad do Vale de Itajaí.

Argentina mira de reojo

En los despachos del Ministerio de Salud hay preocupación por la aparición de las nueva cepas de Brasil, más precisamente la que se disparó desde la región de Manaos. Los números que llegan desde el país gobernado por Bolsonaro generan extrema alarma: la variante del virus representaba el 0% de los casos registrados en noviembre del año pasado, pero para diciembre ya constituían el 52% de las muestras estudiadas y hacia enero el 85%.

Los científicos explican que si bien la aparición de nuevas cepas puede ser algo normal en el marco de una pandemia, “el problema se da cuando las nuevas variantes duplican el número de casos o de fallecidos”.

“Lo que se está viendo en Brasil, con récord de fallecidos y demás, se ve porque la variante ya se esparció por todo el país. En Manaos por ejemplo, entre enero y febrero de este año, hubo más fallecidos por COVID19 que en todo el 2020. Se estimaba que durante el año pasado se había infectado el 75% de la población del lugar. Hoy, la nueva variante hace que estén ocupadas más del 85% de las camas de terapia intensiva en más de 19 capitales de estado”, explicó para Infobae Rodrigo Quiroga, doctor en Ciencias Químicas de la UBA y especialista en análisis de datos y bioinformático del CONICET.

Por esta razón, el gobierno de la Provincia de Buenos Aires ya dispuso de algunas medidas para frenar el ingreso de la mutación del virus brasileño. En principio, se impondrán restricciones para viajar a ese país y se pedirá una cuarentena obligatoria para todo turista que regrese a la Argentina, tanto desde Brasil como desde otros destinos donde existen nuevas cepas y brotes importantes del virus, como en Sudáfrica y Gran Bretaña.

Lo cierto es que, para algunos científicos y especialistas argentinos, esas medidas no alcanzan y reclaman el cierre total de las fronteras entre Brasil y Argentina, asegurando que –de ingresar la cepa de Manaos-, la pandemia “podría comenzar de 0”. La carta que publicaron los profesionales para despertar la atención del gobierno lleva la firma de Andrea Gamarnik, Alberto Kornblihtt, Jorge Geffner, Jorge Aliaga, Adrián Paenza, Daniel Feierstein, Soledad Retamar, Jorge Aliaga, Rodrigo Quiroga y dirigentes de derechos humanos como Nora Cortiñas y Adolfo Pérez Esquivel.

“Estamos pidiendo vuelos 0. Cancelar los vuelos que van hacia Brasil y pausar la repatriación de las personas que están allá o llevarla a cabo con una cuarentena estricta y controlada. Lo que vemos de la variante de Manaos, la variante P1, es que no solo es más contagiosa, sino que es capaz de infectar a personas que ya habían tenido coronavirus, es decir, de producir reinfecciones”, sostuvo Quiroga.

En tanto, fuentes del Ministerio de Salud de la Nación confirmaron a este medio que ya se registraron algunos casos de la cepa brasileña, más precisamente en Córdoba. Y que, si bien enciende las alarmas, significa una medida de prevención importante para que el virus no siga expandiéndose por el territorio argentino. “El ministerio está monitoreando la situación y es posible que mañana ya se tomen medidas”.

Una de las políticas que se podrían exigir es que, toda persona que necesite viajar, deba pagarse un hisopado a días de realizar el vuelo. “No la descartamos, pero el cierre de fronteras es una medida imperfecta. Después de todo, vale recordar que la frontera sigue cerrada para los ciudadanos no argentinos, para extranjeros. No pueden llegar para hacer turismo”, agregaron funcionarios de Salud.

Tensiones diplomáticas

El 26 de marzo estaba prevista la primera visita de Jair Bolsonaro a Argentina en el marco de la Cumbre del Mercosur, en lo que sería el primer encuentro personal con el mandatario argentino Alberto Fernandez. Según informó Cancillería, la cumbre se realizará de forma virtual para evitar así la llegada de las comitivas en plena ofensiva del virus.

La relación bilateral entre Argentina y Brasil se encuentra en constante tensión desde la asunción de Fernandez. Las declaraciones de Bolsonaro desde el triunfo del Frente de Todos hasta la semana pasada, cuando el mandatario brasileño volvió a referirse a Argentina como una posible Venezuela, no ayudaron a aliviar las tensiones entre ambas gestiones.

A su vez, las declaraciones de apoyo de Fernandez al ex presidente Luis Inácio Lula Da Silva tras la anulación de sus condenas, no hacen más que confirmar las diferencias entre las gestiones. Ante el avance de la pandemia, resulta cada vez más difícil prever un panorama de armonía y acercamiento entre ambos países.