Chile le dijo no a la nueva Constitución

En una jornada histórica, los chilenos dijeron que no a la nueva constitución en el plebiscito de salida. Se mantiene la Constitución de Pinochet, aunque Boric convocó a continuar con el proceso constituyente. 

En la región Metropolitana, donde en los últimos años la centroizquierda y la izquierda habían obtenido las principales mayorías, también ganó la opción Rechazo.

Este domingo, la opción por el Rechazo se impuso por una amplia diferencia en el plebiscito de salida de la nueva Constitución de Chile. En total, el 61,87% de los chilenos votaron por el rechazo contra el 38,13% que votaron apruebo. 

A diferencia del plebiscito que dio origen al proceso constituyente y la elección de convencionales, estos comicios fueron de carácter obligatorio e inscripción automática. Según los resultados provisorios de SERVEL, es el segundo nivel de participación más alto en la historia democrática de Chile.

El triunfo del Rechazo fue contundente en todas las regiones del país. En la región Metropolitana, donde en los últimos años la centroizquierda y la izquierda habían obtenido las principales mayorías, también ganó la opción Rechazo. 

En algunas pocas comunas ganó el Apruebo como en Ñuñoa, Puente Alto, Pedro Aguirre Cerda, Maipú y San Joaquín, en la Metropolitana, y San Antonio, Juan Fernández e Isla de Pascua, en la Región de Valparaíso.

Con el rechazo victorioso, se mantiene en vigencia de la Constitución actual, adoptada en 1980 durante la dictadura de Augusto Pinochet, la cual instaló una economía neoliberal que permitió que empresas estatales se privatizaran, grandes estímulos a procesos extractivos como las forestales en el sur o el criticado modelo de las AFP, donde las jubilaciones son administradas por empresas que invierten en el sistema financiero, sin hacer participantes a las personas de las ganancias, pero si de las pedidas.

Sin embargo, el presidente de Chile, Gabriel Boric convocó a los partidos a una ronda de conversaciones para dar continuidad al proceso constituyente.

Sin embargo, el presidente de Chile, Gabriel Boric convocó a los partidos a una ronda de conversaciones para dar continuidad al proceso constituyente. “Este 4 de septiembre la democracia chilena sale más robusta. El esfuerzo realizado no será en vano, porque así es como mejor avanzan los países, aprendiendo de las experiencias y volviendo sobre sus huellas para buscar nuevas rutas. El pueblo chileno no quedó satisfecho con la propuesta de constitución. Esta decisión exige a nuestras instituciones y actores políticos que trabajemos con más diálogo, más empeño, respeto y cariño”, señaló el mandatario en cadena nacional.

Entre los motivos de la derrota se analizará si la composición de la Convención constitucional, dominada por la izquierda y por figuras independientes impidió que se negocie con sectores conservadores para llegar a acuerdos; o que la nueva constitución era “demasiado” avanzada”; que no se logró representar a toda la sociedad chilena con el nuevo texto; o que la sociedad chilena es de derecha; o también que los conflictos indígenas despertaron el nacionalismo antíindigena. 

Pese a la derrota, el Apruebo tiene una victoria: todo el proceso constituyente en sí mismo. Aunque la victoria final no se logró consumar, la Constitución se trata de un debate sobre los valores que definen el contrato social de un país y por primera vez en la historia del país, estuvo en debate la posibilidad de transformar absolutamente todo.