Cómo el ajuste de Milei está golpeando de muerte al Conicet

El organismo más importante en ciencia y técnica de Latinoamérica sufre por estos días el desprestigio del gobierno, la falta de presupuesto y la incertidumbre laboral.

El actual presidente de la Nación, Javier Milei, sostuvo durante la campaña que el CONICET así como estaba “no iba a existir más” y si bien aún eso no sucedió, la incertidumbre reina por estos días en el organismo para la promoción de ciencia y tecnología en Argentina.

Todos los años CONICET abre convocatorias a becas para la formación de postgrado (doctorales y postdoctorales) durante un mes. En este periodo es cuando los y las postulantes envían sus antecedentes y sus proyectos para ser rigurosamente evaluados durante 6 meses. A mediados de enero de 2024 debieron comunicar los resultados de la convocatoria del año pasado, sin embargo, eso no sucedió y hasta hoy ninguna autoridad tiene certezas.

Otra de las cosas que está ocurriendo es que las y los doctores que concursaron e ingresaron en 2023 a la Carrera de Investigador/a Científico (lo cual equivaldría a un pase a “planta” del organismo) que provienen de otros sectores por fuera de CONICET, denunciaron que sus trámites “cambiaron de estado de situación, retrocediendo en etapas”, tal como sostiene para ARG MEDIOS un grupo de trabajadores del Centro de Estudios Integrales de la Dinámica Exógena (CEIDE) que pertenece a la Facultad de Ciencias Naturales y Museo y a la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales, de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).

En este mismo sentido, la investigadora de CONICET y profesora de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la UNLP, Corina Graciano explica: “A mediados de enero deberían haberse informado los resultados de los concursos de becas doctorales. Esto significa que graduados universitarios con muy buen promedio y voluntad de iniciar una carrera científica elaboraron un plan de investigación para hacer el doctorado, junto con sus directores/as de beca. Se forman grupos de investigadores de CONICET que evalúan la calidad del proyecto, los antecedentes del becario y equipo de dirección. Con esa evaluación se hace un listado de personas que recibirán las becas, y otras que quedan en lista de espera. Quienes obtienen las becas inician su labor el 1 de abril de cada año. Ese listado fue confeccionado pero no se publica porque hay incertidumbre sobre el presupuesto”.

Por su parte, Rocío Torino -una arqueóloga que tiene una beca doctoral en CONICET y trabaja en la División Arqueología del Museo de La Plata- manifiesta que son miles de personas que se han formado durante años y necesitan la publicación de los resultados para saber qué sucederá con su futuro. “El CONICET necesita estas becas para garantizar la continuidad de la ciencia en Argentina”, agrega.

Quienes forman parte del CONICET sostienen que a diferencia de quienes intentan deslegitimar su trayectoria, formar parte del organismo es un trabajo que requiere “mucho esfuerzo intelectual”, que a su vez también pone a “varias personas a competir entre ellas para lograr posicionarse lo más arriba posible en los listados de ingreso” y este momento es “muy desmoralizante”.

Quienes forman parte del CONICET sostienen que a diferencia de quienes intentan deslegitimar su trayectoria, formar parte del organismo es un trabajo que requiere “mucho esfuerzo intelectual”.

Así lo indica también Sebastián Garita, becario postdoctoral que trabaja en el Instituto de Fisiología Vegetal en la ciudad de La Plata: “Estamos viviendo días de mucho malestar y de incertidumbre porque ya hay trabajadores que han sido despedidos. Alrededor de 60 personas cuyos contratos no fueron renovados y no fueron renovados sin ningún tipo de justificación, independientemente del lugar que que cualquier trabajador ocupa en el CONICET está pasando por un momento de incertidumbre”, explica para ARG.

Además del panorama de incertidumbre, se agrega la falta de información y la especulación: “dicen que el presupuesto alcanza para pagar los sueldos de todos hasta mayo/junio de este año, pero la realidad es que no sabemos que es verdad y que es mentira. CONICET es el organismo científico más importante de Latinoamérica en todas las disciplinas, trabajamos muchísimo para obtener la excelencia académica, su desfinanciamiento no solo nos perjudica a nosotros los trabajadores de la ciencia, también perjudica a un país”.

La situación en las universidades nacionales

Las universidades nacionales están ligadas a los organismos de investigación en ciencia y técnica e incluso muchos docentes son investigadores que forman parte del CONICET. La relación es de ida y vuelta, dialogan entre sí.

Esta semana varias casas de estudios informaron que según una nueva directiva del Banco Central de la República Argentina, el Banco de la Nación Argentina no adelantaría los fondos para el pago de salarios del personal de la Universidad el día 1° de febrero de 2024, difiriendo el depósito de los mismos en las respectivas cuentas sueldo hasta la oportunidad en que la Tesorería General de la Nación transfiera efectivamente los fondos correspondientes. Este martes por la noche, la entidad financiera dio marcha atrás y adelantará los fondos para el pago de haberes.

Sin embargo, no es el único problema en este contexto. Martín Sandoval, docente de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Nacional de La Plata, cuenta a ARG MEDIOS que están funcionando “con el mismo presupuesto que el año pasado”. “Eso en términos reales significa un desfinanciamiento de al menos un 150% funcionando con la mitad del dinero real que tendríamos que tener”, suma.

“Si no hay capacidad para afrontar los gastos operativos de nuestra universidad eso redunda en pocas posibilidades de inversión en infraestructura, de materiales de funcionamiento”, añade Sandoval.

El docente dice además que esto va a impactar directamente en toda la actividad académica y particularmente a aquellas personas que se han venido a estudiar a la Ciudad de La Plata, por ejemplo, que tienen que afrontar también sus gastos cotidianos de alimentación, de alquiler con la incertidumbre del contexto. Es muy probable, además que la respuesta sea a través de medidas de fuerza como los paros.

“Todos y todas estamos sufriendo el embate de de las medidas que se están tomando entonces la Universidad como parte de ese colectivo también les va a impactar”, cierra Sandoval.

La respuesta es la organización

Tanto de las medidas económicas del gobierno actual sobre toda la población pero particularmente a la situación del CONICET, hacen que la respuesta sea la organización colectiva. Quienes forman parte del organismo entienden que no sólo están afectados ellos y ellas sino todo un país.

Ante la incertidumbre actual, nos mantenemos en asamblea permanente a través de diferentes grupos de Whatsapp, donde circula la información y se coordinan reuniones de planificación de nuevas medidas, movilización y organización de eventos para la visibilizar la situación”.

Sobre esto, desde el Centro de Estudios Integrales de la Dinámica Exógena (CEIDE) que pertenece a la Facultad de Ciencias Naturales y Museo y a la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales, de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) mencionan que “han surgido distintas expresiones de protesta, como asambleas, abrazos simbólicos a distintos edificios institucionales, ruidazos, etc. Ante la incertidumbre actual, nos mantenemos en asamblea permanente a través de diferentes grupos de Whatsapp, donde circula la información y se coordinan reuniones de planificación de nuevas medidas, movilización y organización de eventos para la visibilizar la situación”.

Por otro lado, Sebastián Garita remarca la importancia del Paro General del pasado 24 de enero: “fue importante en la calle nos pudimos encontrar todos los estamentos había investigadores, becarios, administrativos, técnicos porque sabemos que que la lucha tiene que ser colectiva y además no se trata solamente de nuestros derechos como trabajadores sino que lo que está en riesgo que es la ciencia y la técnica del país”.

“Vamos a seguir insistiendo que es necesario tener un plan de lucha que es necesario parar ahora cuando se trate de la ley y con respecto a los despidos que que si tocan a uno tocan a todos y que vamos a seguir organizados para para que no haya ni un despido más”, sostiene Julián, becario del laboratorio de Tecnología y Gestión Habitacional (LATEC) de la Facultad de Arquitectura.

Cabe destacar que ayer en La Plata y en otras ciudades de Argentina se realizó una jornada de lucha que incluyó a todos los trabajadores de la ciencia. La asamblea de becarios de La Plata decidió marchar este miércoles 31 al Congreso, para decir no a Ley Ómnibus y pronunciarse en contra del DNU del gobierno de Javier Milei.

En este sentido, Corina Graciano expresa que “el gobierno nacional no está interesado en el CONICET. En campaña Milei planteó privatizarlo, pero hasta ahora no ha informado cómo piensa llevar a cabo dicha privatización. No tenemos expectativas que nos den fondos para investigar, tampoco. Por lo tanto, habrá que salir a buscar financiamiento en el sector privado o internacional, quienes entonces nos marcarán la agenda de investigación. Se pierde soberanía en los temas a investigar”.

“En este contexto y con la postura actual del gobierno y de parte de la oposición que solo pelea por su quintita, nadie va a levantar la voz para defender la ciencia y las universidades. Somos pocos y no tenemos poder económico para presionar. Nuestro valor simbólico está muy devaluado y tapado por urgencias materiales que requieren una solución urgente y toda la energía de la lucha popular”, cierra Graciano.