El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo el martes pasado durante una conferencia de prensa que la Alianza debía ampliar la cooperación con sus socios de la región Asia-Pacífico, luego del rechazo de China a condenar la operación militar de Rusia en Ucrania.
“Vemos que China no ha estado dispuesta a condenar la agresión de Rusia. Y se ha unido a Moscú para cuestionar el derecho de las naciones a elegir su propio camino”, sostuvo Stoltenberg.
Los mensajes son claros, la OTAN busca expandirse en Asia-Pacífico: “incluso en esferas como el control de armas, cibernética, híbridos y tecnología“, añadió el Secretario general de la organización militar liderada por Estados Unidos y parte de Europa. En ese sentido, los países aliados en materia de seguridad son Australia, Japón, Corea del Sur y Finlandia.
Stoltenberg también planteó la necesidad de tener en cuenta la creciente influencia de China en la escena mundial, lo que según él, “supone un reto sistémico para la seguridad y la democracia” de la OTAN.
Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, EE.UU. busca presionar a China para que cambie su posición hacia Rusia, amenazando con imponer sanciones al país asiático. Mientras tanto, Beijing insiste en buscar una solución al conflicto por la vía diplomática y se opone a todo tipo de sanciones unilaterales, alegando que no resolverán la crisis.
“La historia ha demostrado una y otra vez que las sanciones no resuelven los problemas. Las sanciones sólo dañarán a las personas normales, afectarán a la economía y el sistema financiero, y empeorarán la economía global”, manifestó el viceministro de Exteriores, Le Yucheng, hace unas semanas atrás.
En esa línea, la semana pasada el presidente de China, Xi Jinping se reunió con Charles Michel, Presidente del Consejo Europeo, y Von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea, para conversar sobre temas de cooperación y también sobre el conflicto en Ucrania. Para Xi, la paz, la seguridad y evitar una crisis humanitaria mayor son lo más importante.
Para establecer la paz, el mandatario chino habló de fomentar las conversaciones entre Rusia y Ucrania como la única forma evitable de escalar tensiones. En segundo lugar, mencionó que se pone a disposición de la Unión Europea para ayudar a evitar una crisis humanitaria mayor. Por último mencionó que los conflictos de seguridad son preocupaciones legítimas y que es necesario tomarlas en cuenta.
Mientras tanto, desde Estados Unidos aprobaron la venta de un nuevo paquete armamentístico a Taiwán por valor de 95 millones de dólares (cerca de 87 millones de euros) para ayudar a la isla a mantener su sistema de defensa. Lo que para el gigante asiático, significa entrometerse en su soberanía y el reclamo histórico de la isla como parte de una sola China.
En otro territorio del Pacífico, Australia, la alianza AUKUS -creada para contrarrestar la influencia de China en la región Asia-Pacífico – anunció este martes que Estados Unidos junto al Reino Unido y Australia, desarrollarán de manera conjunta armas hipersónicas, que pueden alcanzar al menos cinco veces la velocidad del sonido.
Ya van casi dos meses de la guerra en Ucrania y la OTAN, lejos de reveer su perspectiva en materia de seguridad, continúa expandiéndose, utilizando distintas estrategias de seguridad que involucran a sus principales miembros. En el Pacífico tienen aliados como Australia, Taiwán o Corea del Sur que podrían ser sus próximos caballitos de batalla frente a China. Desde Beijing sostienen que si Estados Unidos piensa involucrarse con su soberanía, el gobierno chino va a responder.