Buscar el mejor reintegro o descuento antes de hacer una compra se volvió una práctica habitual los últimos años en este país. Pese a la baja de la inflación el consumo no encuentra repunte aun y las billeteras digitales hoy utilizan estos métodos de consumo para apuntalar su crecimiento y competir entre ellas.
La pandemia del coronavirus apuntaló fuerte la digitalización de los pagos; mientras que la aparición de MercadoPago con el impulso de las tecnologías de cobros digitales (la tecnología QR) y la alta inflación confluyeron en el escenario ideal para la imposición de una nueva práctica social de consumo. Personas de todas las clases sociales organizan sus finanzas con sus teléfonos celulares, haciendo que perder el teléfono sea tanto o más catastrófico que extraviar la billetera. Los bancos no se quedaron atrás y se sumaron también a esta tendencia.
“Lo que vemos es un fenómeno de convivencia y complementación entre las fintech y los bancos”, explica Joaquín Molina, sociólogo e investigador de la consultora Taquión, que estudia y realiza relevamientos regularmente sobre este tema. “El usuario no busca siempre lo mismo en una billetera que en un banco; si bien muchos bancos han desarrollado también sus fintech”, agrega.
Pese a la baja de la inflación, una gran cantidad de usuarios usan fintech porque buscan promociones o descuentos. “La reducción de los aumentos de precios no se está traduciendo en un repunte en el consumo. El usuario también se puede haber acostumbrado a que la fintech le ofrece alguna promoción o descuento. Ahí las billeteras compiten a ver cuál ofrece el mejor descuento o reintegro”, explica el investigador de Taquión.
Molina reveló a ARGmedios que un 57% de los encuestados en los estudios estadísticos perciben que las billeteras digitales les ofrecen mejores descuentos que los bancos. “Hay una percepción de que la billetera es fácil, sencilla, veloz y con mejores descuentos. Cuando el argentino hoy planifica sus compras 7 de cada 10 buscan algunos descuentos para planificar esa compra”, asevera.
Esto además de ser un síntoma del momento que se vive en la microeconomía, es un llamado de atención para la banca tradicional. Según datos del Monitor Nacional Fintech de la consultora, que estudia la perspectiva de los usuarios de las tecnologías, el 73% de los usuarios tiene más de una cuenta bancaria ya sea en banco o en fintech. Sobre esto Molina explica el concepto que han dado a llamar “principalidad”, es decir hay una cuenta que siempre se considera como la principal. “Sobre esto 6 de cada 10 personas dicen que su cuenta principal es una billetera virtual. El banco fue perdiendo ese lugar que tenía de organizador de finanzas de la persona”, asevera.
El sociólogo señala un detalle clave para entender este contexto: la informalidad. “En una economía donde la población económicamente activa registrada es cada vez menor hoy recibir ingresos en un banco no es la norma“, esgrime.
Por si hace falta aclararlo NaranjaX, PersonalPay, MercadoPago, ClaroPay, LemonCash (por mencionar algunas), no son bancos en si; pero decidieron a jugar fuerte en el mercado de las aplicaciones de finanzas digitales ¿Por qué motivo? En principio, dice Molina, la búsqueda de que los usuarios hagan transacciones a través de sus apps puede ser un fin en sí mismo o un medio, dependiendo el objetivo de cada empresa. “Algunas billeteras de bancos (como pueden ser CuentaDNI o MODO) pueden buscar que sus usuarios se bancaricen de esa forma, otras pueden derivar en bancos; mientras que otras pueden buscar tener volumen y rentabilidad mediante una gran cantidad de usuarios, transacciones y movimientos“, explica Molina.

Sin embargo, pese a este elemento de competencia para las fintech, Molina aclara que “las promociones o descuentos no van a solucionar un problema general de caída del consumo”.
¿Y qué cambios se pueden venir en un futuro? “Además de la posible transformación en banco de algunas de estas fintech, la posibilidad de cobrar el sueldo o la jubilación en billeteras digitales podría ser una posibilidad viable en un futuro y puede ser un punto de inflexión porque los bancos perderían uno de sus principales activos”. Sobre este punto en el mega DNU 70/2023 ya se abrió una puerta para el cobro por ejemplo de planes sociales.
“La elección de los usuarios siempre tiene que ver con la comodidad y la velocidad a la hora de las transacciones; además del interés que generalmente ofrecen por tener dinero en una billetera virtual (muchos usuarios se quedaron con ese recuerdo muy vívido de la alta inflación)” son algunas de las ventajas que tienen las fintech contra la banca, según el sociólogo.