En el marco del día mundial de la salud, el rol de Cuba como faro de esperanza para los pueblos del sur global sirve como ejemplo y como camino para la autodeterminación y la solidaridad internacional.
Este 7 de abril se celebra el día mundial de la salud para conmemorar la creación de la Organización Mundial de la Salud, en 1948. En el segundo año de pandemia, con más de dos millones 800 mil muertes y una vacunación demorada principalmente en los países pobres, es fundamental rescatar las experiencias de solidaridad internacional que tienen a Cuba como protagonista.
A lo largo de su historia revolucionaria, la isla se ha destacado por la calidad de atención médica que ofrece tanto a cubanos como extranjeros. El Sistema Nacional de Salud de Cuba cuenta con 479 mil trabajadores y un porcentaje de 9,3 médicos por cada mil habitantes. El enfoque en la salud del pueblo y prevención se diferencia sustancialmente de lo que sucede en la mayoría de los países capitalistas, donde más que un bien común lo que se busca es la obtención de ganancias.
Con el avance de la pandemia y, la contaminación y muertes de miles de personas por día en el mundo, Cuba logró potenciar su ya destacada virtud en el ámbito de la salud pública al crear el protocolo de actuación para tratamiento de la Covid19. En dicho protocolo, el 80 por ciento de los medicamentos utilizados son producidos en la isla, varios de los cuales son innovadores.
Bajo este protocolo, la reducción del porcentaje de infectados de Covid-19 en estado grave en Cuba logró ser cuatro veces menor que el promedio mundial, evitando así el colapso de las unidades de cuidados intensivos visto en varios países europeos y latinoamericanos. A su vez, la reducción de la letalidad también es una característica que la medicina cubana logró destacar en su historial pandémico.
EL LEGADO DE FIDEL
En el marco del avance de la pandemia y de las pérdidas irreparables que vienen sufriendo los países más pobres tanto en relación a vidas como a la obtención de inmunizantes, la conferencia Cuba por la Vida – Experiencias de Cuba en el enfrentamiento de la Covid19 organizado por el Foro de São Paulo el pasado 25 de marzo, dio cuenta de los pasos seguidos por el gobierno de la isla para preservar la vida de más de 11 millones de cubanos.
Eduardo Martínez Días, doctor en Ciencias Biológicas, explicó en la conferencia que el impulso en el desarrollo de la industria farmacéutica cubana se dio con el apoyo del Comandante Fidel Castro Rus desde el triunfo de la revolución en 1959. ”Nuestro comandante desde el inicio destacó que el futuro de nuestro país debía estar pautado por la ciencia, es por eso que hoy podemos decir que Cuba es una referencia.”
La biotecnología cubana es considerada actualmente como una de las más avanzadas en el contexto de países en vías de desarrollo. BioCubaFarma está compuesta por 32 empresas, 21 entidades de ciencia y tecnología, 80 líneas productivas, 20300 trabajadores, 246 doctores y 1219 maestrados.
Dicho crecimiento se ve también hacia fuera, con colaboraciones sur-sur en países como Brasil, Venezuela, Vietnam, China, Argelia, India, Sudáfrica e Irán. A lo largo de la pandemia, unas 57 brigadas médicas especializadas en desastres naturales y epidemias, fueron enviadas a 40 países. A su vez, cerca de 30 mil profesionales actúan en salud en más de 60 países, dando cuenta de la solidaridad cubana y del compromiso de la isla con la humanidad.
Dicha presencia se debe al vínculo establecido entre salud pública y ciencia. El sector biotecnológico cubano está directamente implicado en el sistema de salud y puesto al servicio de diagnósticos de enfermedades infecciosas y no infecciosas, lo cual queda a la vista considerando los aportes de Cuba en el combate a la pandemia.
En total, el país logró desarrollar tres inmuno-modeladores, dos antivirales, dos antiinflamatorios, cinco vacunas (de las cuales dos se encuentran en fase tres), cuatro diagnosticadores serológicos, siete diagnosticadores moleculares y tres equipos médicos. En suma, más de lo que cualquier país capitalista aportó al mundo en la peor crisis sanitaria de los últimos cien años.
VACUNAS Y SOBERANÍA
Son cinco vacunas que Cuba logró desarrollar desde el inicio de la pandemia: Las Soberana 01, 02 y Plus, Mambisa y Abdala, de las cuales Soberana 02 y Abdala ya se encuentran en fase tres de testeo. Teniendo en cuenta la realidad que padecen los países pobres, sumado al bloqueo económico criminal que sufre la isla durante décadas, el desarrollo de inmunizantes propios posibilita al país la defensa de su soberanía y da esperanzas a los países que se encuentran en situación similar.
A su vez, el desarrollo de la vacuna Soberana Plus, pensada para tratar a pacientes convalecientes de Covid-19, presentó buenos resultados para reforzar la respuesta inmune, al tiempo que se destaca el hecho de que genere muy pocos efectos adversos.
A diferencia de la realidad que se observa en el mundo, donde 10 países ostentan el 75% de las vacunas y cerca de 130 aún no han recibido ni una dosis, la determinación en el desarrollo de la biotecnología y la salud pública de Cuba aparece como la esperanza de los pueblos del sur en uno de los momentos más críticos de la humanidad. En este día mundial de la salud, Cuba representa un ejemplo a seguir para la autodeterminación, el crecimiento y el cuidado de nuestros pueblos.