Cumbre Celac: posicionamientos encontrados ante la crisis de Perú

La ambigüedad reinó frente a la situación de violencia y crisis que vive Perú. Algunos presidentes cuestionaron la violencia que vive el país pero sin ir más allá de lo políticamente correcto. En cambio, otros desplegaron en sus discursos duras críticas contra la represión y pidieron la liberación de Pedro Castillo.     

En el marco de la VII cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y el Caribe  (CELAC) varios presidentes se pronunciaron frente a la situación que vive Perú, pero no se llegó a generar un consenso más explícito para lograr una condena frente a la represión y la crisis social e institucional que vive el país andino.

No hubo mención, tampoco, a la notoria ausencia de la presidenta Dina Boluarte, en un momento clave donde se vuelve a tomar impulso hacia la integración regional, luego de varios años en los que la Celac había perdido fuerza como organismo y que hoy quiere volver a ser el espacio central de una política común para latinoamérica. 

Lo llamativo es que la presidenta peruana, sí participó al día siguiente de un encuentro con el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), organismo que de alguna manera se busca sustituir o paralelear desde la Celac. Por supuesto, esto marca un claro posicionamiento de parte de Boluarte.  

De todas formas, en la Cumbre que se llevó a cabo en Buenos Aires se pudo escuchar  reclamos para que se respeten los derechos humanos en Perú, y además algunos mandatarios pidieron elecciones “lo más urgente posible” para destrabar el escenario de conflicto y represión. 

También se pidió por la liberación de Pedro Castillo, aunque no hubo unanimidad de los jefes y jefas de Estado frente a este punto. Los presidentes que con mayor hincapié pusieron el foco en estos ejes fueron Gustavo Petro (Colombia), Nicolás Maduro (Venezuela) y Andrés Manuel López Obrador (México). 

Presidentes durante la Cumbre de la Celac.

Con menor énfasis en sus intervenciones tanto Lula Da SIlva, como el hasta hoy  presidente pro tempore de la comunidad, Alberto Fernandez, solo se refirieron a la situación pidiendo que “culmine la violencia” y haya elecciones.

Las expresiones del presidente argentino pasaron más por la preocupación frente a la muerte de más de 50 personas en el país hermano, y consideró que “no se puede hacer la vista gorda frente a esta realidad”, aunque no fue más allá para condenar la represión que lleva adelante Dina Boluarte. 

Por su parte, en un mensaje grabado por Manuel Lopez Obrador, quien no pudo asistir a la cumbre, dejó reflejada su posición sin medias tintas, declarando que “fue una infamia lo que hicieron con Pedro Castillo, y la forma en que están reprimiendo al pueblo”. Y jugó fuerte pidiendo que se escriba un comunicado conjunto  para que cese la represión, pidiendo el diálogo, y que sea el pueblo el que decida llamando a “elecciones libres sobre el destino del Perú”.

Quien se posicionó en la misma tónica frente a la defensa de Pedro Castillo, fue el presidente de Colombia Gustavo Petro: “Por qué un presidente elegido popularmente está preso hoy si no hay sentencia de un juez penal en su contra, y perdió sus derechos políticos él y sus electores. Ahí hay, abiertamente, una ruptura del sistema interamericano de derechos humanos”, se preguntó Petro.   

Otro que aprovechó con mayor claridad su alocución para referirse al tema, fue el presidente de Chile Gabriel Boric, quien apuntó directamente contra la represión desatada por Dina Boluarte. 

“No podemos ser indiferentes cuando hoy día en nuestra hermana república del Perú, con el gobierno bajo el mando de Dina Boluarte, personas que salen a marchar, a reclamar lo que consideran justo, terminan baleadas por quien debiera defenderlas. Más de 50 personas han perdido la vida y eso nos debería escandalizar”. 

A su vez, cuestionó con fuerza el ingreso violento que llevó a cabo la policía a la Universidad de San Marcos, reviviendo  los peores momentos de nuestra historia bajo las dictaduras en el Cono sur.

Si bien se especulaba en la semana con la idea de sacar un pronunciamiento conjunto para denunciar  la actual realidad peruana, al final, no hubo una voluntad mayoritaria para hacerlo.