Devolución de favores: Milei pone en Bienes del Estado a un accionista del Hotel Libertador

El presidente de la Nación hace meses se aloja en el Hotel Libertador y no en la Residencia de Olivos. Milei designó a un alto ejecutivo del grupo propietario del hotel en un rol clave para controlar las operaciones inmobiliarias.

Javier Milei permanece desde el 22 de octubre, cuando se realizaron las elecciones generales, en una habitación del Hotel Libertador. El libertario transformó el alojamiento en su búnker político. Por allí, pasaron muchas de las negociaciones para designar funcionarios y pactar con Patricia Bullrich.

El hotel tiene un costo aproximado de 450 dólares por día e incluye también servicios adicionales como salas de reuniones, un amplio salón, un gran escritorio, piscina y gimnasio compartidos.

Desde que se instaló en el Hotel Libertador, Javier Milei acumula un gasto hotelero de aproximadamente 45 mil dólares. Además, no hay registros oficiales de los gastos de hospedaje del presidente.

Una designación política empaña aún más las cosas en el vínculo entre el presidente de la nación y el Hotel Libertador. Es que la designación de Nicolás Pakgojz al frente de la Administración de Bienes del Estado genera ruido.

Pakgojz es un alto ejecutivo de IRSA, el grupo que, además de beneficiarse considerablemente por la derogación de la Ley de Alquileres debido a sus operaciones inmobiliarias de alta gama, es propietario del hotel Libertador desde 1989.

Eduardo Elsztain, presidente del directorio de IRSA, también lidera el Banco Hipotecario, Cresud y BrasilAgro. Cresud, de la cual Elsztain posee el 38,7 por ciento, es el principal accionista del hotel con el 56,7 por ciento de las acciones.

La Administración de Bienes del Estado es un organismo clave para evitar la especulación financiera. Sus funciones consisten en proponer las políticas, normas y procedimientos respecto de la utilización y disposición de los bienes inmuebles del estado nacional; coordinar la actividad inmobiliaria del estado nacional, interviniendo en toda medida de gestión que implique la celebración, ya sea a título oneroso o gratuito, de los siguientes actos con relación a inmuebles estatales: adquisición o enajenación; constitución, transferencia, modificación o extinción de otros derechos reales o personales; locación; y asignación o transferencia de uso.

Vale recordar que la gestión de Mauricio Macri cedió inmuebles de la Nación por $15.800 millones horas antes de dejar el gobierno. Asimismo, la Auditoría General de la Nación (AGN) detectó que durante el Gobierno de Juntos por el Cambio (JxC) se vendieron bienes del Estado “por debajo del valor del mercado”.

De los 71 procesos de venta que durante la gestión de Macri, la ciudad de Buenos Aires concentró el 77,2% de las operaciones. Además, en el 100% de los expedientes analizados, se observó la falta de mecanismos utilizados por la AABE para “determinar el precio base de las subastas”.