El genocidio de Israel en Gaza despierta reacciones en toda la región

A medida que continúan las atrocidades israelíes, la situación se acerca más a lo que temía EE.UU.: una posible expansión regional de la violencia.

Los constantes bombardeos de Israel en Gaza y el aumento de los ataques contra palestinos en otros territorios ocupados están provocando fuertes respuestas de los actores regionales. Desde las condenas de distintos gobiernos hasta las amenazas de intervención armada de diferentes grupos militantes, Israel atrajo la ira de sus vecinos.

Estados Unidos tampoco se salva, por su apoyo diplomático y militar al intento de genocidio israelí. El creciente número de ataques contra bases estadounidenses en toda la región indica descontento en la zona y crecientes desafíos a Estados Unidos, aunque limitados.

Los bombardeos aéreos sin tregua de Israel en el asediado territorio palestino han provocado más de 7.650 muertos y más de 20.000 heridos desde el 7 de octubre. 3.000 de los muertos eran niños.

Mientras más de un millón de palestinos más perdieron sus hogares y se ven obligados a vivir en refugios provisionales sin alimentos, medicamentos ni electricidad suficientes, debido al asedio israelí, la guerra contra Gaza amenaza con alcanzar dimensiones regionales.

Estados Unidos teme una escalada regional

Desde el comienzo de la actual ronda de bombardeos israelíes dentro de Gaza, Estados Unidos mantuvo que era necesario restringir la violencia dentro de los territorios palestinos. Washington teme que cualquier escalada regional perjudique sus intereses geopolíticos, incluida su presencia en la región, y destruya toda perspectiva de normalización de las relaciones árabe-israelíes. Este punto se repitió durante las reiteradas visitas de los altos funcionarios estadounidenses a la región, incluido el presidente de Estados Unidos, Joe Biden.

En la primera semana de bombardeos israelíes, los estadounidenses desplegaron sus buques de guerra en la región advirtiendo abiertamente a la fuerza de resistencia libanesa, Hezbolá, que no interfiriera. Sin embargo, las fuerzas israelíes se han enfrentado a Hezbolá en varias ocasiones desde el 7 de octubre. Esos enfrentamientos causaron la muerte de decenas de combatientes de ambos bandos y obligaron a Israel a evacuar a miles de personas de los asentamientos ubicados en la frontera.

Mientras tanto, las fuerzas houthis de Yemen también han lanzado una advertencia contra el genocidio israelí de palestinos. Al parecer, dispararon algunos cohetes hacia el Mar Rojo, supuestamente dirigidos contra Israel, que fueron derribados por la marina estadounidense en la región. El lanzamiento de cohetes houthi contra Israel se repitió también la semana pasada.

Aparte de las respuestas de los grupos armados de la región, Estados como Irán y Siria han apoyado abiertamente el derecho de los palestinos a resistir. Siria, en respuesta, ha sido blanco de los nuevos ataques con misiles israelíes en varios lugares, como aeropuertos de Alepo y Damasco y pueblos de la provincia de Darra.

La respuesta de otros Estados árabes, incluidos algunos de los que habían firmado los Acuerdos de Abraham bajo presión estadounidense, como Bahréin y Emiratos Árabes Unidos, consistió en condenar enérgicamente la violencia ejercida por Israel. Algunos de ellos cuestionaron la versión estadounidense del llamado “derecho a la autodefensa” de Israel y pidieron un alto el fuego inmediato e intentos de reavivar las perspectivas de una solución de dos Estados.

Egipto se negó a aceptar el desplazamiento de palestinos de Gaza a Egipto, a pesar de las presiones estadounidenses e israelíes para que lo hiciera. El presidente Abdel Fattah al-Sisi llegó a acusar a Israel de intentar obligar a los palestinos a convertirse en refugiados en su país sin perspectivas de regresar.

“El derecho a la autodefensa no es un derecho a la impunidad; Israel no puede permanecer por encima de la ley”, dijo el viernes en la ONU el viceprimer ministro jordano, Ayman Safadi.

Artículo publicado originalmente en Peoples Dispatch