El gobierno se volvió a ilusionar. El 2025 comenzó su primer mes con 2,2% de inflación según informó ayer el INDEC. El número, aunque cuestionado por utilizar una canasta de productos del año 2005, representa el nivel de inflación más bajo desde los años de la pandemia del coronavirus.
Luego de meses de escaladas de precios muy altas en 2023 y la devaluación del 118% cuando asumió Milei que llevó la inflación a un pico de 25% en enero del año pasado, los aumentos de precios siguieron un sendero descendente durante el último año. Sin dudas el principal activo del gobierno de cara a la sociedad es su narrativa de estar “bajando la inflación”, aunque sea de manera acelerada o paulatina y sin importar los costos. Sin embargo este plan tiene varios puntos sensibles.
Para el economista Francisco Cantamutto, la baja de la inflación se debe a un “ajuste fiscal muy severo (que podríamos decir que vulnera los derechos humanos) y con efectos perniciosos en la actividad económica con efectos dañinos en la estructura productiva y el mercado laboral”; pero también “depende en gran medida del valor del peso baje frente al dólar”.
La última semana el valor del dólar estuvo en la mira por rumores de devaluación por falta de reservas. Al día de hoy el dólar paralelo abrió a 1200 pesos mientras que el oficial sigue en torno a los 1040. “La tozudez del gobierno en evitar un salto en el tipo de cambio tiene que ver con contener la inflación, que si se le desbocara le hace perder credibilidad frente a un electorado que lo votó pero que no necesariamente comparte sus valores”, opina el economista del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur (IIESS) de la UNS CONICET.
Muchos analistas coinciden en que si el gobierno devaluara de manera esto interrumpiría la principal vía de sostén del tipo de cambio: la bicicleta financiera (que el gobierno llama carry trade) y que solo se sostiene en tanto el nivel tasa de interés del Banco Central sea más alto que la devaluación mensual. “Si se devaluara ese rendimiento en pesos traducido en dólares produciría una salida de capitales en masa”, alerta Cantamutto.
En la actualidad el valor del tipo de cambio tiene un desfase de entre el 30 y el 40%, similar al que había sobre el final de la convertibilidad. Cavallo y Duhalde intentaron no devaluar; pero el expresidente que asumió post crisis de 2001 tuvo que soltar el tipo de cambio y el valor del dólar aumentó un 400%, pasando de 1 peso a 4 para luego estabilizarse en 3 pesos por dólar. “Si al gobierno actual le pasara algo similar no sabe si no se le puede ir de las manos como le sucedió a Duhalde”, explica el economista.
VAAAAAAAAMOOOOOO TOTO…!!!
IPC ENERO 2,2%.
Fin.Cc: @LuisCaputoAR pic.twitter.com/3FaPEXqcYa
— Javier Milei (@JMilei) February 13, 2025
No hay plata. Devaluación y elecciones
En este contexto la estrategia del gobierno es hacerse de un colchón de dólares para defender este tipo de cambio, de manera que si hay que devaluar sea poco y de forma controlada. El problema es que esos dólares el gobierno no los tiene y la esperanza está puesta en un nuevo acuerdo con el FMI, que ya vio cómo Caputo utilizó un dinero de un préstamo para intentar contener un tipo de cambio pero se usó solo para fugar divisas. Ahora el organismo exige la corrección del tipo de cambio antes, porque repetir el error del 2018 sería muy caro para ellos.
Si bien los economistas de La Libertad Avanza ya venían alertando desde 2024 de este desfase la diferencia es que ahora tomó estado público. “Si el gobierno decidiera devaluar ahora quedaría como que le torcieron el brazo. Y si espera a devaluar post elecciones el problema que viene es que todos los fondos pueden querer salir post elecciones para evitar quedar capturados cuando se devalúe”, explica el economista.
En este contexto el gobierno está en un escenario muy difícil que lo ata a sus propias perspectivas electorales algo similar a lo que le pasó a Macri en 2017, cuando con un tipo de cambio apreciado y dólares de deuda el gobierno de Macri ganó las legislativas, intentó unas reformas muy profundas y el modelo estalló por los aires poco tiempo después. Este escenario está muy presente en la memoria del gobierno y los acreedores.