En la Argentina de Milei, la industria nuclear en emergencia

La industria nuclear es otro de los sectores que se encuentran en emergencia presupuestarias, habiendo tenido que frenar los dos importantes proyectos que se encuentran en alto grado de avance: CAREM y RA-10

El comunicado oficial de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) dice que el crédito presupuestario vigente es de $99.965.907.337. “Este crédito presupuestario del año 2023, prorrogado sobre el año 2024, tiene una proyección que alcanza para afrontar los gastos de la institución aproximadamente hasta los meses de Mayo o Junio de 2024”, dice el comunicado

La obra de la construcción del CAREM; primer reactor modular de Sudamérica y uno de los pocos en el mundo estaba en 86% en estado de avance, mientras que la del Reactor Argentino Multipropósito RA-10 ya estaba finalizada.

Según confirmó el secretario general de UOCRA Seccional Zárate, Julio González, hubo cesantía de 100 trabajadores que participaban de la obra.

“Frenar el carem y el RA-10 nos impide la posibilidad de participar en una ventana de oportunidades para entrar en el mercado internacional. Pasado ese tiempo ya van a haber otros competidores en el mercado”, dice Tomas Avellone, integrante de la CNEA.

¿Para qué sirve el CAREM?

La construcción del CAREM inicia en el año 80 y fue paralizado durante los 90. Recién se retomó con la gestión de Néstor Kirchner por el Plan Nuclear.

El CAREM es un prototipo modular que sirve para el abastecimiento eléctrico grandes centros urbanos o polos fabriles e industriales con alto consumo de energía. Su potencia eléctrica es superior a 32 MW; el equivalente a abastecer una población de 120 mil habitantes.

También sirve para el desarrollo de auto eléctricos, trenes, celulares, Tablet o componentes de microchip, e incluso es una pieza fundamental para la transición energética que el mundo hoy demanda, siendo utilizado para la producción de hidrógeno verde, o los procesos de desalinización de agua para consumo y riego.

Este componente nuclear que solo es fabricado en menos de 20 países sería el primero en construirse en Sudamérica y, “permitiría el ingreso de más de 4 mil millones de dólares cada vez que exportamos un CAREM”, dice Avellone.

“1 de cada 10 lamparitas se pueden prender en la Argentina gracias a la Industria Nuclear”, asegura Avellone. Los dos proyectos actuales como el CAREM y el RA-10 que están a la vanguardia mundial, hablan de una industria ejemplo.

“La energía nuclear sirve para la industria alimenticia, la generación de electricidad, la existencia de los medicamentos, y hasta esteriliza mosquitos”, cuenta Avellone.

Argentina no solo tiene reactores nucleares de potencia y de investigación, sino que también exporta tecnología nuclear argentina a todo el mundo. “En países como Egipto, Argelia, o Australia hay componentes nucleares fabricados en Argentina”, asegura el integrante de la CNEA.

En los últimos 70 años la energía nuclear ha permitido muchas cosas, y actualmente se encuentra en el gran desafío de aportar a la descarbonización mundial y a la transición energética, por ser considerada una energía limpia y con menos emisión de gases de efectos invernaderos a la atmósfera. Incluso menos que la hidroeléctrica.

Puertas para afuera, otro discurso

Actualmente, “la industria nuclear se encuentra en un momento de ahogo”, asegura Avellone. Aún no están designadas las nuevas autoridades y se encuentran trabajando con el presupuesto 2023. “Y de eso solo mandaron el 10% en el primer trimestre”, afirma Avellone.

Paradójicamente a la situación de emergencia que atraviesa la industria nuclear argentina, el país se encuentra celebrando el año número 50 de la central nuclear Atucha I; la primera en Argentina y de América Latina.

Al mismo tiempo, Argentina envió representantes del ejecutivo a la Cumbre de Energía Nuclear que tuvo lugar en Bruselas, Bélgica, y que se desarrolló este último 21 de marzo, y fue organizada en forma conjunta por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y el Reino de Bélgica.

Allí, los representantes argentinos destacaron el CAREM, reactor que en ese momento se encontraba con las construcciones paralizadas.

“Hay intereses en quedarse con empresas públicas del sector nuclear que son muy redituables, como la Dioxitec S.A, la Conuar, o la Conuar FAE, de las cuales la CNEA es propietaria”, dice Avellone.