Este domingo los franceses volverán a concurrir a la urnas. Esta vez, será para decidir quienes serán los dos candidatos que se disputarán la presidencia de la república en la segunda vuelta que se realizará el próximo 24 de abril.
En esta oportunidad, son doce los candidatos entre los cuales se definirá la disputa. Según las encuestas, el favorito para la primera vuelta es el actual mandatario Emmanuel Macron, del partido La República en Marcha, creado a pocos meses de la elección que lo llevó a su cargo en 2017. Actualmente Macron aparece con un 27% de intención de voto.
En su plataforma, el actual presidente insiste con el aumento de la edad jubilatoria a 65 años. A su vez, propone también un aumento en relación a las fuerzas de seguridad, objetivo que viene desde 2017 pero que ganó fuerza dentro del ejecutivo tras las protestas de los chalecos amarillos y en las manifestaciones contra las normas sanitarias, tras el comienzo de la pandemia de covid19.
A su vez, el actual mandatario propone la construcción de otras seis centrales nucleares en el país.
Macrón llegó a ostentar un 30% de intención de voto, situación que algunos analistas vinculan al rol que tuvo Macrón tras el inicio de la operación militar rusa en Ucrania en febrero. El propio Macrón se autodefine como europeista y busca posicionarse como un estadista al servicio de los intereses de la región. Al momento encabeza el bloque europeo, tras la salida de Ángela Merkel en el gobierno alemán.
Si bien ya era sabido que el actual mandatario aspiraría a la reelección, lo cierto es que anunció su candidatura cuando restaban pocas horas para que se terminara el plazo. Hasta entonces, fue duramente criticado por la oposición, acusado de hacer campaña sin blanquear su candidatura.
En segundo lugar en las encuestas se encuentra Marine Le Pen, del partido Agrupación Nacional, con un 22% de intención de voto. Esta es la tercera vez que Le Pen se presenta como candidata y, a diferencia de las otras ocasiones, lo hace con un discurso más moderado pero sin abandonar la cuestión migratoria y el aumento de la seguridad como principales banderas de su campaña.
En contraste a Macrón, Le pen representa un sentimiento antieuropeo y más nacionalista. Sin embargo, con los años ha optado por abandonar propuestas tales como la salida de Francia de la Unión Europea y de la zona euro, como así también abandonar el espacio Schengen.
De respetarse esta tendencia, Macron y Le Pen se disputarían el mandato de cinco años. Sin embargo, a pocos días de los comicios y con la tradición francesa del voto sorpresa -del cual el propio Macron se benefició en 2017- no hay certezas acerca de quiénes serán finalmente los contrincantes.
Otro de los aspirantes al Palacio de Eliseo es Jean-Luc Mélechon, del partido Francia Insumisa. Melechon fue candidato en 2017 y terminó en cuarto lugar con 20% de los votos. En esta oportunidad, las encuestas lo colocan en el tercer lugar con un 15%, aunque desde el partido confían en que pueda llegar a un segundo lugar para disputar la segunda vuelta el próximo 24.
En la plataforma de Mélenchon aparecen propuestas como la creación de una Ley de Emergencia Social para que productos básicos como el combustible, el gas, la electricidad y algunos alimentos puedan tener sus precios congelados. A su vez, propone el aumento del salario mínimo para 1400 euros y la salida definitiva de Francia de la Organización de Tratados del Atlántico Norte (OTAN).
Otras figuras de la izquierda que aspiran a suceder a Macron son la actual alcaldesa de París, Anne Hidalgo, del Partido Socialista, y Fabian Roussel, del Partido Comunista. En el caso de Hidalgo, presenta una propuesta ecológica para la plantación de 170 mil árboles así como la renovación energética de los edificios y la disminución del uso de plástico. En el caso de Roussel, el candidato plantea la reducción de la semana laboral en 32 horas. Y así como Melenchon, propone también un aumento del salario mínimo pero a 1500 euros.
El Partido Verde también tiene candidato. Se trata del eurodiputado y ex activista de Greenpeace Yanick Yadot, quien propone terminar con la ganadería ostensiva y el cobro de más impuestos a los activos financieros que invierten en combustibles fósiles.
Por el lado de los sectores de derecha, existen también otros candidatos a la presidencia. Uno de los más polémicos es el ex columnista de televisión Eric Zemmour, del partido Reconquista, quien adjudica a la inmigración, la “islamización” y al feminismo, la responsabilidad por lo que llama “el declive económico y geopolítico de Francia”. Algunos analistas anticipan que Zemmour le disputará votos a la candidata Le Pen, por ostentar un discurso más radicalizado en comparación al de Le Pen, quien lo ha moderado durante la campaña.
Otra de las figuras de la derecha es Valerie Procresse, del partido Los Republicanos. En su caso, propone revisar las propuestas para el cierre de varias centrales nucleares en el país al tiempo que defiende la apuesta por las energías renovables.
A pocos días de la contienda, los candidatos continúan en campaña para convencer a los franceses sobre quiénes serán las dos figuras que se disputarán el mandato a finales de abril.