Ganó Arévalo y trae aires de esperanza en Guatemala

Con una fuerte campaña anticorrupción, el sociólogo y diplomático, del Movimiento Semilla, obtuvo el 58% de los votos frente al 37,2% de la ex primera dama Sandra Torres.

Bernardo Arévalo De León, es hijo de Juan José Arévalo Bermejo, un diplomático que gobernó el país en los 40 durante lo que se conoce como la “primavera guatemalteca”, que sucedió entre gobiernos militares. Arévalo fue uno de los líderes del movimiento ciudadano que nació en 2015 a partir de protestas contra el gobierno de un exmilitar corrupto, desafío a una clase política que ha hecho de todo para mantenerse en el poder y se metió en la segunda vuelta del 20 de agosto contra todos los pronósticos.

En una entrevista con ARG el politólogo y diputado por el Movimiento Semilla, Román Castellanos, contó un  poco cómo fue la campaña luego de la primera vuelta: “Bernardo Arévalo estaba haciendo más bien una campaña de mucha esperanza, de mucha ilusión, de mucha emoción” y agregó que para el partido gobernante actual, eso desató acciones visibles de intentar bajar su candidatura a través de recursos legales y electorales, poniendo en evidencia su apoyo a la candidata Sandra Torres, que fue la que compitió este domingo con Arévalo. 

Para sumar lo que fue la campaña difícil para el nuevo presidente de Guatemala, el discurso de Sandra Torres fue muy parecido al de otros de la derecha latinoamericana. “Torres sostenía que estaba compitiendo contra un partido que iba a traer el comunismo, que va a expropiar las propiedades, que va a legalizar el matrimonio igualitario, el aborto, que van a cerrar las iglesias, eso es lo que dicen, o sea, todo es desinformación, pues nosotros en realidad, digamos, entendemos el contexto del país y nuestra, no está dentro de nuestra agenda todo eso”, sostuvo Castellanos. 

Sandra Torres fue la representante de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), primera dama durante la presidencia de Álvaro Colom, su exmarido, entre 2008 y 2012. En este tiempo Torres manejó programas sociales para familias de bajos recursos, lo que le dio mucha popularidad en el campo, un partido muy arraigado en zonas rurales y en las provincias del país.

A pesar de contar con cierto apoyo popular e incluso del actual gobierno guatemalteco, Sandra Torres se presentó por tercera vez a unas elecciones presidenciales y las perdió. Es uno de los síntomas del descontento en el país. 

Las elecciones y el desencanto del pueblo

Este domingo, alrededor de 9,3 millones de guatemaltecos y guatemaltecas estaban autorizados para votar, aunque la participación ciudadana fue de algo más del 45% del padrón electoral. En un panorama complejo de crisis económica y política, se vio reflejado en la cantidad de personas que asistieron a votar. 

“La crisis de representación se da tanto por derecha como por izquierda, había 21 candidatos y 30 partidos presentándose a las elecciones. En las encuestas, el candidato de Semilla aparecía en octavo lugar y con una intención de voto de 2,5 puntos, entonces, no se lo tomaba muy en cuenta y todo estaba preparado para que dos candidatos de derecha lleguen a segunda vuelta. Sin embargo, fueron altamente votados, captando parte del descontento. Otra parte no fue a votar o votó nulo. La base electoral del partido de Arévalo estuvo en los centros urbanos y en particular en la capital del país donde sacó el 24 por ciento, mientras que Torres tuvo mejor desempeño en las zonas rurales”, sostuvo Carlos Barrientos, del Comité de Unidad Campesina (CUC), en esta nota. 

El Movimiento Semilla tendrá un enorme desafío de cara a su futuro gobierno, sin mayoría en el Congreso y con un sistema judicial cooptado por la élite guatemalteca. Aún así, Arévalo hoy trae aires de esperanzas para poder reconstruir el país, quizás con el  apoyo popular lo pueda cumplir.