Desde el resultado de las elecciones en Estados Unidos en las que Donald Trump le ganó a la actual vicepresidenta, Kamala Harris, hay preocupación en la Organización del Tratado del Atlántico Norte porque el republicano se ha mostrado bastante crítico con la alianza militar, además de que en campaña sostuvo que terminará con las guerras. Sumado a que Trump durante el primer mandato entre 2017 y 2021 no mostró una gran implicación en la entidad. Por eso, antes de que comience el segundo, reina la incertidumbre entre los demás socios para saber qué actitud van a mantener esta vez.
Y es que la OTAN y sus aliados han significado un apoyo fundamental de Ucrania en la guerra contra Rusia que lleva más de mil días. Sin embargo, Trump ha mantenido una buena relación con el presidente ruso Vladímir Putin y existe cierto miedo de que busque una salida a la guerra sin contar con el resto de aliados o, en su defecto, recorte el apoyo a Kiev en el que desde Europa consideran como un momento dramático.
Debido a esto, la organización militar llamó a una reunión de emergencia y este martes, el secretario general de la OTAN, el neerlandés Mark Rutte, se mostró a favor de un aumento de la ayuda militar a Ucrania, incluida la entrega de “sistemas de defensa aérea críticos”, con el fin de mejorar la posición ucraniana en el conflicto. “Nuestro apoyo a Ucrania los ha mantenido (a los ucranianos) en la lucha, pero debemos ir más allá para cambiar la trayectoria del conflicto”, dijo Rutte en una conferencia de prensa junto con el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis.
Misiles que van y vienen
La semana pasada Rusia lanzó un ataque con un nuevo misil de intermedio alcance, en respuesta a los ataques de Ucrania contra el territorio ruso internacionalmente reconocido, según indicó el presidente ruso, Vladímir Putin. Se trata de un ataque combinado lanzado el jueves por el Ejército ruso contra una de las instalaciones del complejo industrial de defensa ucraniano.
El líder ruso aclaró que el ataque fue realizado en respuesta al uso de armas estadounidenses y británicas de largo alcance. “En la región de Kursk se llevó a cabo un ataque contra uno de los puestos de mando de nuestro grupo Sever. Como resultado del ataque y combate antiaéreo, lamentablemente, se produjeron bajas, muertos y heridos entre el personal de las unidades de seguridad externas de la instalación y el personal de servicio”, sostuvo.
Por el lado de Ucrania, este lunes lanzaron ocho misiles estadounidenses de largo alcance, los ATACMS, contra el aeródromo de Kursk-Vostochni, en las inmediaciones del asentamiento de Jalino en Rusia.
Trump y la OTAN
En cuanto a Donald Trump y la alianza militar desde Rusia, sostienen que no hay que apresurarse y aprovecharon para pegarle al presidente saliente, Joe Biden. Y es que con la actual gestión demócrata hubo una ruptura del diálogo con el Kremlin, lo que desde el gobierno ruso calificaron como “miope”. “No todo carácter de confrontación excluye la posibilidad de diálogo. Pero que redujeran el diálogo a cero era difícil de imaginar. “La previsión política, pues, escasea en Washington”, denunció el portavoz ruso, Dmitri Peskov.
Le consultaron a Peskov si lo que ocurre con Rusia supera a la crisis de los misiles de Cuba en términos de escalada, y el portavoz del Kremlin respondió: “La situación realmente no tiene precedentes. El Occidente colectivo, liderado por Estados Unidos, está demostrando que está dispuesto a todo para reprimir a Rusia”.
Mientras tanto, desde el equipo del presidente electo de Estados Unidos sostuvieron que ya están trabajando en un acuerdo para ponerle fin a la guerra entre Rusia y Ucrania. “El presidente Trump ha sido muy claro sobre la necesidad de poner fin a este conflicto. Lo que tenemos que discutir es quién va a estar alrededor de la mesa, si es un acuerdo, un armisticio, cómo conseguimos que ambas partes se sientan alrededor de la mesa y cuál será el marco para un acuerdo”, declaró el futuro asesor de seguridad de la Casa Blanca, Mike Waltz, este domingo a Fox News.