Este martes por la noche un incendio sobresaltó a pacientes y profesionales del Hospital Braulio A. Moyano, el neuropsiquiátrico ubicado en el barrio porteño de Barracas. Un incendio en el edificio del pabellón Griessinger provocó la evacuación de 66 pacientes.
El foco ígneo se produjo en el entretecho del segundo piso en una extensión de 15 metros de largo y afortunadamente el fuego no se propagó a los pisos superiores.
“La realidad es que nosotros venimos denunciando la situación de precariedad hace muchísimo tiempo, la infraestructura del hospital está obsoleta y hay una desinversión que arrastra años. Esta situación en particular, nosotros ya la habíamos informado y denunciado a las autoridades”, contó a Tiempo Mariano Veiga, Psicólogo del Hospital Neuropsiquiátrico Braulio Moyano y Secretario General de la Asociación Gremial Interdisciplinaria del Hospital (AGIHM).
La desinversión del gobierno porteño en el área de Salud y particularmente en Salud Mental data de hace años. Las instalaciones están en un estadio precario, con escaleras rotas, ascensores que no andan y riesgo de derrumbe en situaciones de lluvias.
Desfinanciamiento en números
El Observatorio de Economía Urbana del Centro de Economía Política de Argentina (CEPA), elaboró un informe de gestión en el área de Salud, durante el período 2016 2022.
Las cifras muestran la crisis hospitalaria, la falta de personal y fuertes restricciones en salud mental y pediátrica muestran, a las claras, un desfinanciamiento programado en el sistema de salud público porteño.
El informe destaca un fuerte ajuste entre 2016 y 2019, cercano a los 42.500 millones de pesos constantes, lo que implica un recorte del 10% del gasto en salud en tan solo 4 años.
Al analizar el presupuesto de punta a punta, entre 2016 y 2022, queda en evidencia que “la inversión en salud sufrió un recorte. En dicho período, el gasto en salud cae en 11.500 millones de pesos a precios de 2023”, destaca el documento.
De los 33 nosocomios analizados, en 31 se reduce el nivel de gasto y sólo en 2 se observa un incremento. En algunos casos el ajuste es superior al 30%. El resultado es una caída de la inversión social en hospitales superior a los 36.000 millones de pesos a precios de hoy.
El Moyano perdió cerca de 2.000 millones de pesos, un 20%; mientras el Borda un ajuste cercano a los 2.500 millones de pesos, lo que implica un 25% de recorte.