Este martes, el Gobernador bonaerense viaja a Brasilia para encabezar reuniones con el vicepresidente y ministro de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios, Geraldo Alckmin. El objetivo de la visita es avanzar en acciones de cooperación económica en materia de inversiones y proyectos productivos para la provincia de Buenos Aires.
Luego mantendrá un encuentro con el presidente de Brasil, Lula da Silva y con el ministro de Hacienda, Fernando Haddad. De igual forma, mantendrá una reunión con el canciller de Brasil, Mauro Vieira.
En medio de los recortes de la gestión nacional de Javier Milei, Kicillof viene profundizando los contactos internacionales de la Provincia. Anteriormente, lo había hecho con una delegación China y el canciller alemán, y hace menos de un mes visitó Uruguay.
De esta manera, la provincia de Buenos Aires mantiene una agenda internacional propia, que es bien contraria a la posición del presidente Javier Milei, que desde que asumió optó por minar las relaciones con países gobernados por ideologías contrarias a la suya.
El objetivo es buscar inversiones que permitan proyectar en materia económica, a pesar del ahogo financiero que la Nación mantiene con las arcas provinciales, que es denunciada por los funcionarios provinciales y el propio Kicillof.
Se sabe que Kicillof busca posicionarse en el tablero internacional en línea con los BRICS, frente a la posición de Javier Milei, que desaprovecho la oportunidad de ingresar al grupo de las economías emergentes más poderosas del mundo.
Brasil -que integra los BRICS- asoma como un puente clave. Desde la provincia de Buenos Aires vienen trabajando para que el Banco BRICS y otros bancos asiáticos asociados puedan financiar o traccionar inversiones hacia la provincia.
Además de lo económico, Kicillof tendrá su foto política con Lula Da Silva, quien lo recibirá en el Palacio de Planalto. Será una reunión protocolar y breve, pero la foto será importante para que Kicillof pueda marcar el contraste con el gobierno de Milei.
