La batalla de Madrid

Este martes 4 de mayo serán las elecciones para elegir representantes a la Asamblea de la Comunidad de Madrid. Sin una propuesta de unidad, las fuerzas de izquierdas buscan detener el avance de la derecha radicalizada en la tercera comunidad autónoma más poblada de España.

Por primera vez la presidencia regional de Madrid hará uso de la prerrogativa presidencial de conducir elecciones anticipadas, que ocurren tras la ruptura entre el Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs), dos partidos de derecha que gobernaban en coalición en varias ciudades y Comunidades Autónomas. 

El 10 de marzo de 2021, tanto el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) como Ciudadanos anunciaron un acuerdo para llevar a cabo mociones de censura contra los gobiernos del Partido Popular en la ciudad y la región de Murcia, donde tanto el PP como Cs gobernaban desde las elecciones autonómicas y municipales de 2019. Esto provocó que la presidenta Ayuso rompiera inmediatamente su alianza con Cs en la Comunidad de Madrid y convocara unas elecciones anticipadas para el 4 de mayo de 2021. 

La Comunidad Autónoma de Madrid es la tercera más poblada de España, contiene a la ciudad de Madrid y es también la confluencia entre el poder financiero y los sectores industriales. Pero en la Comunidad de Madrid no solamente se juega el control político, sino también la posibilidad de ingreso de la extrema derecha representada por Vox. Ayuso aseguró que “si te llaman fascista, estás en el lado bueno de la historia”.

El avance de la extrema derecha encendió todas las alarmas en las izquierdas españolas. El propio Pablo Iglesias, dirigente de Podemos, resignó su puesto como vicepresidente de España para enfrentar este escenario complejo. La campaña de Iglesias fue la lucha contra el fascismo y el fascismo no dudó en responder. El candidato de Podemos recibió cartas con amenazas de muerte y balas en un sobre. La carta enviada a Iglesias contenía cuatro balas de un fusil de asalto y un mensaje: “Tu mujer, tus padres y tú estáis condenados a la pena capital, tu tiempo se agota”.

Además de Iglesias, también recibieron cartas con balas el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la directora de la Guardia Civil, María Gámez. Las amenazas a diferentes dirigentes políticos fueron condenadas por todo el arco político, excepto por Vox. Incluso, en un debate televisivo, Rocío Monasterio, candidata de la extrema derecha de  Vox, puso en duda la veracidad de las amenazas recibidas por el líder de Podemos: “No nos creemos nada”, sostuvo. La actitud de Monasterio llevó a que Iglesias abandonara el debate y que los otros candidatos de izquierdas rechazaran seguir compartiendo el espacio con la candidata de Vox.

La tómbola de las encuestas 

La Asamblea de la Comunidad Autónoma de Madrid se compone de 136 diputados. Los partidos políticos requieren un total de 69 escaños para obtener la mayoría absoluta y la posibilidad de formar gobierno sin necesidad de alianzas. Las candidaturas que no superen el umbral del 5 % de los votos no obtendrán representación en el Parlamento Regional. 

El escenario para las derechas es mucho más beneficioso que para las izquierdas. Según las últimas encuestas, se repite lo que ha sucedido en los últimos 20 años: el Partido Popular ganaría las elecciones (en ese periodo solo perdió en 3 oportunidades). Isabel Díaz Ayuso obtendría una victoria clara el 4M aunque necesitaría a Vox para gobernar. La candidata del PP aglutina por sí sola una cantidad de votos (41,3%) cercana a la suma del PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos (45,1%).

Tras haber cogobernado durante dos años la Comunidad de Madrid, Ciudadanos desaparecería de la Asamblea. Mientras que la extrema derecha de Vox obtendría el 9,4% de los votos (13 escaños). 

El PSOE obtendría un 19,7%, su peor resultado en la región, y Mónica García, de Más Madrid, superaría el 17%. Podemos se queda lejos de la disputa, obtendría 7,8% (11 escaños). Sin embargo, Pablo Iglesias evitaría que su partido quede fuera del Parlamento, como pronosticaban los sondeos previos a su candidatura. 

La batalla de la Comunidad de Madrid es la más importante en términos políticos y económicos en toda España. Pero además, este 4M se juega la posibilidad de impedir que la extrema derecha gobierne en una de las regiones con más peso de Europa. Una victoria de las fuerzas de izquierda sería solo parcial: la verdadera tarea será recomponer una sociedad fragmentada y desilusionada, bajo los efectos de una crisis que se transformó en estructural desde 2008.