Tras el paro de universidades, aseguran que la educación superior pública “está en peligro”

Las comunidades universitarias de todos los rincones del país pararon sus actividades hoy en reclamo por la falta de financiamiento. El gobierno anunció ayer un aumento de 70% en la financiación. El rector de la UTN calificó dicho aumento de “insuficiente” y pidió que se actualice el financiamiento para educación superior.

Las universidades públicas de todo el país vieron hoy sus actividades interrumpidas por un imponente paro de la comunidad universitaria que incluyó a autoridades, centros de estudiantes, gremios docentes y no docentes de todos los rincones del país. Las autoridades de las casas de estudios de todo el país vienen advirtiendo que el funcionamiento peligra en caso de no actualizarse los montos.  

Una de las universidades más importantes del país es la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), la cual tiene 30 facultades regionales en 12 provincias y Ciudad de Buenos Aires. El ingeniero Ruben Soros, rector de esta casa de estudios,  calificó el paro universitario de hoy como “indudablemente necesario para enfrentar el desfinanciamiento”. Subrayó además que la medida de fuerza fue definida “de forma conjunta por los gremios de trabajadores del sector y el consejo interuniversitario”, por lo que hay unanimidad en la universidad públicas respecto a la situación. 

Soros calificó las políticas de desfinanciamiento como “un ataque al sector universitario” y aseveró que “la universidad pública está en peligro”. Confirmó que las unidades académicas cuentan con fondos para funcionar “hasta mayo o junio” en caso de que no se actualice el financiamiento anual. “En 2023 teníamos un financiamiento total de 49 mil millones de pesos. En septiembre pedimos un presupuesto para 2024 de 130 mil millones, 170% más que el año pasado y lo que recibimos fue el mismo presupuesto que se había aprobado en 2022 para 2023”, agregó. 

Además el rector de la antes llamada Universidad Obrera explicó que el aumento del 70% que anunció ayer el gobierno nacional para el funcionamiento de las universidades es sumamente insuficiente, ya que se aplica sobre el 5% de gastos de funcionamiento (es decir no para salarios). “No se trata de un aumento o incremento sino de una actualización de apenas un cuarto de lo que las universidades necesitan para funcionar. Y que en términos del conjunto del presupuesto (salarios+gastos de funcionamiento) apenas representa una actualización del 4%”, aseveró respecto al anuncio con el que el gobierno buscó ayer un impacto comunicacional en medio de la huelga de educación superior.

Respecto a los salarios para el personal universitario el aumento de sueldo que hubo es de 16% cuando debería ser de más de 70%. Y si a esto le sumamos que la obra pública es 0 y que se recortaron becas y programas el ajuste es brutal”, agregó Soros.

Respecto a la respuesta del gobierno nacional al reclamo de las universidades la subsecretaría de políticas universitarias dependiente del Ministerio de Capital Humano (a cargo de Sandra Pettovello) es la que tiene a su mando el financiamiento y funcionamiento de las universidades públicas. “Su respuesta fue que valoran la jerarquía de la educación superior y las universidades. Pero todo queda en palabras de buena voluntad. Lo que necesitamos es más financiamiento”, expresó el rector de la UTN. 

“Ellos dicen que priorizan el funcionamiento de las ingenierías lo cual beneficia a la UTN, pero no nos contentamos con eso, acá hay que ser solidarios”, opinó Soros y añadió: “El mensaje de lo que se vivió hoy es que nadie se salva solo”

La motosierra y la licuadora de ingresos de Javier Milei tiene a la educación pública como uno de los principales objetivos junto con los ingresos de los trabajadores. En este sentido el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) hizo circular un comunicado en el cual responden algunas de las principales dudas respecto al desfinanciamiento de la educación superior:

¿Cómo se compone un presupuesto universitario?

El presupuesto universitario tiene dos grandes partes: salarios del personal (docentes y trabajadores no docentes) y gastos de funcionamiento.

¿Cuánto corresponde a cada parte?

Por la falta de actualización en los gastos de funcionamiento, un 95% del total corresponde a salarios y un 5% se destina a otros gastos. Esa relación, para que las universidades garanticen correctamente el derecho a la educación superior, debería ser 75/25.

¿Qué son los “gastos de funcionamiento”?

Los recursos que necesitan las universidades para pagar los servicios y el mantenimiento que les permiten tener en buenas condiciones sus aulas y laboratorios  (limpieza, seguridad, mantenimiento, conectividad, seguros, insumos básicos, etc).

¿Cómo se actualizan los salarios docentes/nodocentes?

Mediante paritarias de las que participa la Secretaría de Educación, los sindicatos y el Consejo Interuniversitario Nacional (que agrupa al conjunto de las universidades públicas argentinas). La última actualización fue del 6% en febrero, sobre un 10% acordado durante el gobierno anterior (en enero no hubo actualización salarial.). Los gremios docentes y nodocentes -que rechazaron el aumento del 6%- señalan una pérdida de poder adquisitivo de más del 50% frente a la inflación del último trimestre.

¿Con qué presupuesto están calculados los “gastos de funcionamiento” de las universidades?

Los gastos de funcionamiento quedaron congelados prorrogarse el presupuesto 2023 (elevado al Congreso Nacional en septiembre de 2022). Es decir que tienen un atraso -por inflación acumulada- del 300%.

¿De qué se trata el aumento del “70%” que, según trascendió, el Gobierno Nacional habría otorgado a las universidades?

El aumento -según trascendió- sería del 70% sobre el 5% de gastos de funcionamiento (no para salarios). No se trata de un aumento o incremento sino de una actualización de apenas un cuarto de lo que las universidades necesitan para funcionar. Y que en términos del conjunto del presupuesto (salarios+gastos de funcionamiento) apenas representa una actualización del 4%.