Durante marzo las dos partes alcanzaron a delinear un acuerdo común: Ucrania se mantendría como una zona neutral y no formaría parte de la OTAN como lo más relevante, entre otras condiciones. Sin embargo, la semana pasada el ministro de relaciones exteriores ruso, Seguéi Lavrov, expresó que Ucrania había cambiado las condiciones que antes tenía pautadas, que “no sabía quién está intercediendo”, pero que se evidenciaba que le “convenía la dilatación de este conflicto”.
Mientras tanto, esta semana Volodimir Zelenski continuó con las visitas a algunos países para pedir que intercedan en la Guerra en Ucrania, con sanciones más fuertes hacia Rusia y con armas para el ejército Ucraniano. Antes, Zelenski había visitado el Parlamento español y se dirigió a las empresas de ese país con un pedido entrelíneas: “¿Cómo permitir que los bancos rusos generen beneficios mientras están torturando a gente? ¿Cómo permitir que las compañías europeas tengan beneficios mientras destruyen mi país?”.
Posteriormente, hizo una comparación que remitió a la época del nazismo, tras la invasión de las tropas de Hitler a España. “Estamos en abril de 2022, pero parece que estamos en abril de 1937, cuando todo el mundo supo lo que ocurrió en una de sus ciudades: Guernica”.
El bombardeo a la localidad vasca de Guernica se dio durante la guerra civil española el 26 de abril de 1937, en el ataque aéreo participaron el ejército nazi, el italiano y las tropas franquistas quienes más tarde derrotarían a la Segunda República española. La diferencia enorme de lo que ocurre en Ucrania, es que gran parte del ejército de Zelenski reivindica a los nazis.
La gira del mandatario continuó esta vez en Corea del Sur y a través de una videollamada, agradeció a los surcoreanos por la asistencia brindada. Pero señaló que necesitará más para que Ucrania sobreviva. “Corea del Sur tiene el armamento militar que puede detener los navíos y misiles de Rusia”, añadió.
A su vez, Zelenski expresó que si Ucrania recibía tales armas, no sólo “salvarían la vida de la gente”, sino que sería “una oportunidad para salvar a la nación” y, también, para garantizar que otros países no sean atacados por Rusia.
Paralelamente, el mandatario ucraniano afirmó que están dispuestos a sentarse a negociar con Rusia. Sin embargo, esperan continuar con ofensivas en el Este. En palabras de Zelenski, prefieren “luchar y buscar caminos diplomáticos al mismo tiempo”.
La masacre de Bucha
Entre el 27 y 31 de marzo alrededor de 300 personas fueron asesinadas brutalmente en la ciudad de Bucha en Ucrania. Desde el gobierno ucraniano apuntan a Rusia como parte de esos ataques, pero desde el lado Ruso dicen que se trata de un montaje. Las imágenes de los hechos se dieron a conocer varios días después, el ejército ruso había dejado Bucha el 30 de marzo según el propio alcalde de la ciudad, quien a través de un video dijo que “se habían liberado de los invasores rusos”.
Al respecto, el representante ruso en la Organización de Naciones Unidas (ONU), Vasili Nebenzia, afirmó que “los militares rusos no tienen nada que ver con las atrocidades contra civiles en Bucha (…) tenemos pruebas fácticas que apoyan esta posición y vamos a presentarlas en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas”.
El reclamo por parte del Kremlin continúa. Este martes Vladímir Putin dijo que las acusaciones de que militares rusos cometieron atrocidades en la ciudad de Bucha, “son tan falsas” como lo fueron las acusaciones del uso de armas químicas por parte del presidente de Siria, Bashar al Assad.
Debido a esto, además de las sanciones económicas, la semana pasada la Asamblea General de la ONU suspendió a Rusia del Consejo de Derechos Humanos por 93 votos a favor, 24 en contra y 58 abstenciones. En un comunicado
expresaron “su grave preocupación por la actual crisis humanitaria y de derechos humanos en Ucrania, en particular por los informes de violaciones y abusos de los derechos humanos y de violaciones del derecho internacional humanitario por parte de la Federación de Rusia”.