Ahora un hijo de Bolsonaro es imputado por lavado de dinero

El ex presidente brasileño vuelve a quedar expuesto luego del operativo policial por lavado de dinero en el domicilio de su hijo Jair Renan en Brasilia y Camboriu.

El pasado jueves una operación de la Policía Federal sorprendió al hijo del ex presidente brasileño Jair Bolsonaro. La misma fue lanzada contra un grupo sospechoso de fraude, falsificación de documentos, evasión fiscal y lavado de dinero en el cual Jair Renan estaría involucrado.

La orden contra el cuarto hijo del ex presidente se cumplió en dos direcciones: el apartamento donde vive en Balneário Camboriú, Santa Catarina, y un edificio en Sudoeste, barrio de alta categoría de Brasilia. El teléfono celular y un disco duro del hijo del expresidente fueron incautados durante la operación.

Según la policía, el grupo actuaba a través de terceras personas, conocidas como “naranjas”, y empresas ficticias utilizadas por el objetivo de la operación. El informe señala que el grupo utilizó la identidad falsa de Antônio Amâncio Alves Mandarrari para abrir cuentas bancarias y representar a personas jurídicas utilizadas como naranjas.

Según la investigación, el grupo falsificó extractos de facturación y otros documentos de las empresas investigadas, utilizando datos de los contables sin su consentimiento. La investigación está siendo llevada a cabo por el Departamento de Policía para la Represión de Delitos contra el Orden Fiscal (DOT), vinculado al Departamento de Lucha contra la Corrupción y el Crimen Organizado (Decor) de la Policía Civil.

“El objetivo principal de la operación y cerebro de la trama cuenta con antecedentes penales por falsificación de documentos, malversación, organización criminal, apropiación indebida, blanqueo de capitales, corrupción activa, uso de documentos falsos y disparo de arma de fuego y, en 2023, ya ha sido objetivo de dos operaciones de la PCDF”, señala la corporación. 

Según la investigación, el líder de dicha organización criminal sería el amigo e instructor de tiro de Jair Renan, Maciel Carvalho, que ya había sido detenido en enero y fue objeto de estas operaciones policiales este año.

De acuerdo al comunicado remitido por la Policía Civil, la nueva investigación ha permitido identificar “una trama de fraude que incluía delitos de malversación, falsificación de documentos, evasión fiscal y blanqueo de capitales, con el fin último de blindar el patrimonio de los implicados”.

El senador Flávio Bolsonaro, hermano de Jair Renan por parte de padre, también comentó el jueves por la mañana que la operación era muy extraña.

“Se trata de una persona que no tiene dónde morir y está siendo investigada por lavado de dinero. No tiene mucho sentido. Espero que este criterio sirva para todos. Alguien, los investigadores, están buscando trapos sucios, aunque no tengan nada, independientemente de su apellido”, dijo el parlamentario.

La operación policial contra el hijo menor del ex presidente es un dolor de cabeza más para la familia de Bolsonaro, que ya viene sufriendo una serie de reveses en la justicia. El primero implicó la inhabilitación del propio Jair Bolsonaro para disputar cargos electivos hasta el 2030, lo cual podría extenderse de así decidirlo el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU). 

En el Tribunal Superior Electoral, Bolsonaro tiene 15 demandas, además de la que ya ha sido juzgado y que aún podría dar lugar a consecuencias para el ex presidente en el ámbito electoral. Entre las cuestiones que serán analizadas está la concesión de beneficios sociales en el contexto de las elecciones presidenciales de 2022. Entre la primera y la segunda vuelta, el gobierno incluyó a miles de familias en la ayuda Auxilio Brasil y gas, liberó préstamos de nómina para los beneficiarios del programa y creó una financiación con el fondo de pensiones, entre otras medidas.

En el ámbito penal, Bolsonaro ha sido incluido en la lista de investigados del Supremo Tribunal Federal (STF) sobre su responsabilidad en los actos antidemocráticos del 8 de enero. La causa 4.921, que investiga la invasión de la sede de los Tres Poderes, es considerada la que puede tener consecuencias más graves para el ex presidente. Bolsonaro se sumó a la lista de investigados a petición de la Procuraduría General de la República (PGR). La solicitud fue firmada por miembros del Ministerio Público Federal, y no por el fiscal general Augusto Aras, quien fue nombrado para el cargo por el ex presidente.

Además de la investigación sobre el 8 de enero, Bolsonaro está siendo investigado sobre la filtración de datos de una investigación secreta de la PF sobre un ciberataque al Tribunal Superior Electoral, una falsa asociación entre la vacuna COVID-19 y el riesgo de contraer el virus del SIDA, un intento de interferir indebidamente en la PF y vínculos con organizaciones que difunden noticias falsas sobre el proceso electoral (milicias digitales y actos antidemocráticos). 

Desde marzo de este año, la Policía Federal (PF) investiga si hubo delito en el caso de las joyas recibidas por el entonces presidente Bolsonaro de Arabia Saudita. Su gobierno habría intentado traer ilegalmente a Brasil joyas que inicialmente estaban valoradas en cerca de 16,5 millones de reales -cifra que luego fue corregida por la propia Secretaría de Ingresos Internos a 5 millones de reales. 

Con la investigación que ahora enfrenta Jair Renan, la familia del ex presidente brasileño se encuentra en una situación delicada ante la justicia, lo cual podría derivar en prisiones, bloqueo de bienes y un verdadero desgaste político.