Patricia Bullrich aún no encuentra su lugar en la campaña de cara a las presidenciales de octubre. En un escenario en el que los candidatos de Unión por la Patria y La Libertad Avanza se eligieron mutuamente para polarizar, la candidata de Juntos por el Cambio quedó como la más incómoda y con más dificultades de crecimiento en una contienda que se extremó más a la derecha incluso de lo que ella preveía.
El paso de las semanas luego del sorpresivo resultado de las PASO confirmó lo que en los tres búnkers principales se analizaba con el escenario de tercios sobre la mesa. Hay poco margen para crecer por fuera de la propuesta de extrema derecha liberal que comanda Javier Milei y un muy complicado oficialismo que, con Sergio Massa como conductor, surfea entre la pésima situación económica empujada por la devaluación impuesta por el FMI y el fuerte rechazo que despierta el libertario en amplios sectores de la sociedad.
Cómo ofrecerse como una alternativa real de gobierno ante el oficialismo y el outsider que irrumpió es la pregunta que intentan responder desde el búnker de Juntos por el Cambio desde el 13 de agosto. La coalición que supo gobernar de 2015 a 2019 tiene mucho más para perder que lo que tiene para ganar en este contexto.
Así y todo la coalición que integran (por ahora) la UCR, el PRO, la Coalición Cívica y el peronismo federal tiene motivos para entusiasmarse con ingresar a un balotaje que casi que se descuenta que tendrá a Javier Milei entre las opciones. La principal tiene que ver con las posibilidades reales de crecer en distritos donde puede llegar a gobernar, casos de las provincias de Santa Fé (cuyo próximo gobernador se decidirá este domingo 10 de septiembre en elecciones desdobladas), Buenos Aires y la Capital Federal.
En este sentido, las campañas que lleven adelante Néstor Grindetti en provincia y Jorge Macri en CABA serán claves para sellar el destino electoral de Bullrich. El intendente de Lanús confía en que será capaz de contener todos los votos que obtuvo Diego Santilli (al que venció en la PASO por un margen muy estrecho) a la vez que intentará convencer al electorado descontento que no fue a votar para que apueste a “la fuerza del cambio”. Por su parte Macri (primo) buscará contener también los votos de Martín Lousteau a la vez que ampliar el margen sobre el candidato de UxP en CABA.
Este sería un escenario sumamente optimista para la candidata del PRO. Si no fuera por un problema que tuvo también Horacio Rodríguez Larreta y que tiene nombre y apellido: Mauricio Macri
La incógnita llamada Mauricio Macri
“No tenemos que estar más presos de lo que hace Macri. Él se va a acomodar donde él crea conveniente” soltó ayer la candidata de Juntos por el Cambio en diálogo con TN. Luego intentó aclarar que Juntos por el Cambio tiene que hacer “una campaña de propuestas, no de respuestas”. “Parece que siempre estamos respondiendo qué quiere hacer Macri”, agregó.
Bullrich se ha caracterizado por su carisma y su seguridad a la hora de transmitir sus posturas de forma genuina. Pese al intento por corregir lo dicho la candidata transmitió en esas declaraciones un enojo con el expresidente muy difícil de ocultar. Es que los gestos entre Mauricio Macri y Javier Milei desde la noche que se conocieron los resultados de las PASO han dado lugar a todo tipo de especulaciones sobre una posible alianza tácita entre ambos.
En ese marco Patricia Bullrich apenas pudo disfrutar de unas pocas horas de su victoria en la interna con el actual jefe de gobierno porteño. Con el tibio apoyo que expresaron Larreta y Macri, sus 17 puntos cosechados en las PASO corren serio riesgo de tener un techo bajo. Los movimientos de estos dos referentes del PRO serán claves para definir el futuro del partido y de la coalición JXC entera.
La UCR y la coalición cívica de Elisa Carrió también quedaron en una posición sumamente incómoda. ¿Qué harían los radicales en un eventual gobierno de La Libertad Avanza con el PRO de Mauricio Macri garantizándole gobernabilidad y apoyo en el congreso?