El ex presidente brasileño Luis Inácio Lula Da Silva pasó por Europa, en un recorrido que comenzó el 11 de noviembre y lo mostró junto a varios líderes políticos. En todos sus encuentros, Lula llevó el debate sobre los desafíos del mundo post pandemia.
Durante la gira, el exmandatario se reunió con el primer ministro alemán, Olaf Scholtz, quien recientemente fue designado como sucesor de Ángela Merkel. Posteriormente pasó por Bruselas, donde participó en una conferencia en el Parlamento Europeo promovida por el bloque socialdemócrata, allí también estuvo la alcaldesa de Bogotá, Claudia Nayibe López Hernández. Más tarde Lula viajó a París, donde fue recibido con honores en el Palacio de Elisée por el presidente Emmanuel Macron, en un despliegue reservado únicamente para los presidentes de otras naciones. En este escenario, Lula abogó por una nueva gobernanza mundial y habló de las amenazas a la democracia y los derechos humanos.
Tras la visita, el gabinete de Macron afirmó que compartían con Lula su opinión sobre el papel de Brasil y la preocupación respecto a que el país se haya “retirado del sistema multilateral y de los principales acuerdos internacionales”. Se sabe que el presidente francés no tiene buena relación con el actual mandatario Jair Bolsonaro, de hecho, el brasileño se ha burlado de la esposa de Macron por redes sociales.
En Francia, Lula también fue homenajeado con un premio de la revista Politique International. La publicación resaltó que los gobiernos de Lula son “una obra marcada por el deseo de promover la igualdad racial y social en su país”. Por su parte, el exmandatario destacó que “más que un reconocimiento personal, es un homenaje a la valentía del pueblo brasileño, que a lo largo de los siglos ha enfrentado la opresión y las injusticias con gran determinación”.
Recebendo o prêmio Coragem Política, da revista Politique Internationale, em Paris. Mais do que um reconhecimento pessoal, essa é uma homenagem a coragem do povo brasileiro, que ao longo séculos enfrentou com grande determinação a opressão e as injustiças.
📷 @ricardostuckert pic.twitter.com/mCdre9sRhH
— Lula (@LulaOficial) November 17, 2021
Lula aprovechó su estadía para reunirse con la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, quien disputará las elecciones presidenciales francesas y con quien ya se había reunido en 2019 tras ser declarado ciudadano ilustre por la Cámara Municipal de la capital francesa. Luego del encuentro, el expresidente dio una charla en el Instituto de Estudios Políticos de París (Sciences Po).
La gira del líder brasileño continuó en España, donde además de reunirse con José Luis Zapatero, se encontró con el actual mandatario Pedro Sánchez en el Palacio de Moncloa. Ambos líderes discutieron la importancia de las relaciones bilaterales entre sus países, e intercambiaron experiencias sobre los programas sociales desarrollados en sus territorios: Bolsa Família, Minha Casa, Minha Vida. A su vez, comentaron los riesgos para las democracias y la importancia de contrarrestarlos con gobiernos democráticos centrados en el crecimiento sostenible y la igualdad.
España y Brasil compartimos fuertes vínculos estructurales y permanentes en diferentes ámbitos. Hoy, me he reunido con su expresidente, @LulaOficial, para abordar varios asuntos de interés común como la situación de la pandemia, el cambio climático o la recuperación económica. pic.twitter.com/gkooB3OGtX
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) November 19, 2021
También en Madrid, Lula participó el jueves 18 en la apertura de un seminario sobre cooperación multilateral y recuperación en un escenario post covid-19 y defendió la ruptura de patentes de vacunas para ampliar la igualdad en el acceso a los inmunizantes. “Reconstruir el mundo post covid significa decir que la vida es el bien más preciado que existe, y que la propiedad intelectual, que enriquece a una minoría, no puede estar por encima de la supervivencia de toda la humanidad”, remarcó.
Además de Scholtz, Macrón y Sánchez, el expresidente brasileño tuvo reuniones con otros referentes europeos. Entre ellos estuvo Josep Borrell Fontelles, responsable de la coordinación de las relaciones exteriores de la Unión Europea, y Martin Shulz, expresidente del Parlamento Europeo, quien visitó a Lula en la cárcel de Curitiba en 2018.
Un líder con alcance mundial
Si bien a lo largo de la gira Lula habló centralmente de Brasil, también hubo espacio para una agenda más amplia, como el calentamiento global. Al tiempo que manifestó la necesidad de trabajar más en la preservación de la selva amazónica, instó a los líderes europeos a cumplir con el compromiso de aumentar a 100 mil millones de dólares anuales, a partir de 2020, las compensaciones a las naciones en desarrollo para preservar la naturaleza.
Al mismo tiempo, el ex mandatario resaltó la necesidad de reorganizar los foros y organizaciones multilaterales tras la pandemia. “Como ha ocurrido tras otras grandes crisis, es necesario reconstruir las instituciones internacionales sobre nuevas bases. No podemos seguir gobernados por el sistema creado tras la Segunda Guerra Mundial”, aseguró.
En esa reorganización, Lula manifestó que está buscando “el restablecimiento de la credibilidad que alguna vez tuvo Brasil ante el mundo. Entre 2003 y 2015, Brasil fue un protagonista internacional: activo en la Organización Mundial del Comercio, la Organización Mundial de la Salud, en cuestiones ambientales. Brasil participó activamente en todos los foros multilaterales porque creía en la existencia de estos foros. Hoy Brasil está distante, no participa en nada”, remarcó. Esta observación ocurría al tiempo que Jair Bolsonaro se encontraba de gira por Catar, donde visitó los estadios de la Copa del Mundo 2022 y organizó un paseo en moto por Doha.
“Una nueva inserción de Brasil en el escenario mundial pasa necesariamente por la reconstrucción del país, en un proceso de elecciones democráticas y verdaderamente libres, sin fake news, a diferencia de lo que pasó en 2018”, destacó el expresidente, que hoy aparece como claro favorito hacia las elecciones de octubre de 2022.
Lula aprovechó su gira para referirse al gobierno actual como una gestión cuyo plan del gobierno es “erosionar las finanzas públicas y destruir sectores esenciales de la economía, como la ingeniería, el petróleo y el gas” y transformar a Brasil “en una economía donde sólo se benefician los especuladores y los oportunistas”.
“El resultado es que, en sólo cinco años, los trabajadores han perdido derechos fundamentales, el desempleo y el coste de la vida se han disparado, los programas sociales se han abandonado o se han interrumpido. El hambre ha vuelto al cotidiano de las familias”, denunció Lula.
La gira europea, inicialmente ignorada por los principales medios de comunicación de Brasil, finalmente derivó en destaque nacional e internacional. En palabras de los comentaristas del canal de noticias Globo News, el viaje de Lula fue un “gesto muy bien calculado y muy acertado del ex presidente, porque la comparación de los viajes internacionales de Bolsonaro con esta gira internacional es abrumadora”.
A menos de un año de las elecciones presidenciales brasileñas, Lula proyecta su posición como líder mundial, al tiempo que se presenta como la alternativa más fuerte y concreta ante el intento de reelección de Jair Bolsonaro.