La carrera para ver quién se queda con la presidencia del PRO se volvió a tensionar entre sus dos principales jugadores: Mauricio Macri y Patricia Bullrich. El partido tiene elecciones internas y el plazo legal establecido por la Justicia electoral para presentar las candidaturas es la medianoche de este martes 19 de marzo.
Se renuevan presidente, dos vicepresidencias, titular de la Asamblea, la secretaría general (elegido por el Consejo), 25 consejeros y vocales. Patricia Bullrich, actual presidenta, es quien ofrece resistencia y puja poder interno.
Mauricio Macri podría asumir por primera vez en dos décadas de historia el partido que el mismo creo en 2005. Primero como jefe de Gobierno y luego como presidente de la Nación, no tuvo la necesidad de conducir el partido de manera institucional.
Sin embargo, Patricia Bullrich no piensa hacérsela fácil al expresidente de la Nación. Hasta ahora, Mauricio Macri venía sin demasiadas preocupaciones camino a ocupar la presidencia del PRO, pero volvieron a surgir las rispideces con Patricia Bullrich.
Macri versus Bullrich
Las diferencias de quienes supieron conducir al PRO a apoyar a LLA comenzó una vez concretado el triunfo de Milei. El expresidente intentó negociar con Milei una suerte de gobierno de coalición, con el desembarco de cuadros del PRO en distintas áreas gubernamentales.
Bullrich, en tanto, tuvo su propia negociación que Milei vio con mejores ojos y que dejó a Macri sin nada y a Bullrich, con dos ministerios: Seguridad y Defensa.
Desde ese momento, Macri viene presionando a Bullrich para que termine de entregar la presidencia del PRO, lugar a donde él mismo la había posicionado.
Negociaciones para la unidad
Este lunes, las comunicaciones para presentar este martes una lista unificada se dieron entre Pablo Walter y Juan Pablo Arenaza, armadores políticos de Bullrich, con Fernando De Andreis y Humberto Schiavoni, en nombre de Macri.
Sin embargo, no hubo acuerdo. Hasta esta mañana, la negociación estaba trabada. Bullrich renegó porque consideró que el macrismo no le garantizaba los lugares que pretendía. La ministra de Seguridad reclamaba el 50 por ciento de los lugares y le dejaba la presidencia a Macri.
Después de las elecciones del año pasado, la funcionaria evalúa que es la referente más destacada del PRO, luego de Macri, y se niega a estar a la par de otros dirigentes históricos que en 2023 perdieron la PASO.
La ministra de Seguridad de la Nación no quiere que Macri tenga un control absoluto del PRO. Así, busca incidir lo suficiente como para que el partido se mantenga como aliado estratégico de Javier Milei.
Mientras del lado de Macri advierten que el cierre venía difícil, del lado de Bullrich, hasta ayer a la noche, directamente lo daban por caído. Hasta últimas horas de este martes, se llevarán las negociaciones para lograr una lista de unidad. ¿Y si no se logra? Habrá internas, Bullrich ya advirtió que irá con un afín propio a disputarle la presidencia a Mauricio Macri.