Milei miente: datos y tergiversaciones en el discurso de asunción

Durante su discurso en las escalinatas del Congreso, el flamante Presidente de la Nación tergiverso cifras o directamente las inventó. Retorica errada y terrorismo discursivo.

Fiel al estilo cambiemista, Javier Milei confeccionó durante su discurso de asunción un nuevo concepto para referirse al gobierno anterior: “la peor herencia de la historia”. Se suma a la larga lista integrada por las “14 toneladas de piedra”, “tres toneladas de pruebas”, “el encierro más largo de la historia”, “la liberación de presos”, etc.

“No hay alternativa al ajuste y al shock” afirmó el presidente ya en su cargo. Para poder justificar una batería de medidas que generaran recesión, inflación y pobreza (en palabras del mismo Milei) el actual mandatario necesita reafirmar un relato de tierra arrasada y de ausencia total de posibilidades al sacrificio y el sufrimiento necesario: “el último trago amargo”.

Si de buscar un origen se tratase, imposible no mencionar a quien es referente, ídola y una de las “grandes líderes de la historia de la humanidad” para el recién asumido mandatario argentino. “No hay alternativa(“There is no alternative”, en inglés) fue el famoso slogan popularizado por Margaret Thatcher.

Pero para llegar a este relato Milei básicamente mintió. Exagero datos, mezcló métodos estadísticos, tergiverso números. Veamos algunos ejemplos.

 

Déficit Fiscal

“El kirchnerismo, que en sus inicios se jactaba de tener superávit gemelos, esto es, superávit fiscal y externo, hoy nos deja déficit gemelos por 17% del PBI. A su vez, de esos 17 puntos del PBI, 15 corresponden al déficit consolidado entre el Tesoro y el Banco Central”, acá Milei mescló todo.

El déficit fiscal primario estipulado en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para 2023 era 1,9%. Los desbalances instrumentados por Sergio Massa este año dispararon el porcentaje a entre 2,8% a 4%, según estimaciones privadas de diverso origen. Para escalar al 15% denunciado, Milei mezcla linealmente el gasto estatal con la posición de Leliqs y otros pasivos del Banco Central. Para el abordaje ideológico de Milei, las Leliqs sonun grave problema, para otros economistas es un tema secundario. Lo que está claro es que sumar esto al déficit fiscal está mal conceptual y teóricamente.

 

Inflación

“Esta es la herencia que nos deja, una inflación plantada del 15.000% anual, (contra) la cual vamos a luchar contra uñas y dientes para erradicarla”. Está es quizá la peor de las exageraciones.

La altísima inflación argentina de 2023 será del orden de 150%. La devaluación y la corrección de precios relativos estaban en la agenda de 2024 cualquiera fuera el ganador de las elecciones presidenciales, pero es responsabilidad de Milei elegir el camino de llevarlas a cabo. Como intento de crear un fantasma para amortiguar los efectos de sus decisiones, suena burdo.

La cifra y la medición es absurda por donde se la mire: la actual suba de precios anual está en el nivel altísimo de 140%, según el INDEC que el propio nuevo mandatario destacó como un organismo que funciona de forma transparente, tanto que mantuvo a su presidente en el mismo lugar para empezar su gobierno. Lo que se espera para este mes es aún peor, con valores que ascienden al 20% de aumento en solo 30 días.

En cuanto a cómo calculó su número elegido, el flamante Presidente estipula que la inflación se calcula de acuerdo al nivel actual de precios más una proyección de la relación que dan las reservas con los pasivos del Banco Central. Esa “inflación proyectada” no tiene rigor metodológico, pero  incluso así sigue siendo llamativo porque ni cuatriplicando la actual inflación anual ni tampoco multiplicando por cuatro lo que él considera en lo que viaja la inflación de alimentos se alcanza ese número elegido.

 

Muertes por COVID

“Durante la pandemia, si los argentinos hubieran hecho lo que hizo la media de los países del mundo, hubiéramos tenido 30.000 muertos. Pero gracias al ‘Estado que nos cuida y a su ineficiencia’, 130.000 argentinos perdieron la vida”.

Hacia septiembre de 2022, Argentina tenía menos fallecidos cada 100.000 habitantes que vecinos como Perú, México, Chile y Brasil. Medida por exceso sobre las muertes habituales entre enero de 2020 y marzo de 2021, Argentina está en la base de la pirámide regional.

El Ministerio de Salud publicó, en su informe “Estadísticas vitales”, que de acuerdo al exceso de mortalidad, que es la metodología más precisa que compara el número total de muertes esperadas, Argentina registró un 26%, menor a países de la región como Brasil, Ecuador, México y Colombia.

Inseguridad

“Nuestros desafíos no terminan solamente en el plano económico. El nivel de deterioro de nuestro país es tal que abarca todas las esferas de la vida en comunidad. En materia de seguridad, Argentina se ha convertido en un baño de sangre”.

Aunque el robo es una realidad acuciante en barrios de las grandes ciudades, la alusión de Milei lució una vez más exagerada a la luz de los datos reales. La Oficina de Naciones Unidas para las Drogas y el Delito reportó datos de 2022 que indican que en Argentina ocurrieron 4,3 homicidios cada 100.000 habitantes, una cifra muy inferior a la mayoría de los países de América Latina.

De hecho, los homicidios dolosos cayeron de 5,1% al cierre de la era Mauricio Macri, al 4,2% al finalizar el gobierno de Alberto Fernández.

 

Educación

En este caso, hay algo de cierto en lo que dijo el mandatario, y debe ser puesto en consideración. No obstante, la cita puede ser calificada como “engañosa”. Milei dice que “el 16% de los/as estudiantes se reciben en tiempo y forma en la escuela”. Ese “tiempo y forma” implica que los que terminen quinto año hayan adquirido aprendizajes satisfactorios en Lengua y Matemáticas a lo largo del recorrido escolar de acuerdo a los estándares PISA.

Si pensamos en el “tiempo y forma” de haber aprobado las materias y no haber repetido, el porcentaje (según el informe del Observatorio Argentinos por la Educación) es del 61%, una de las tasas más altas de América Latina.