El presidente de la Nación, Javier Milei, utilizó el horario central nocturno de la televisión para brindar un mensaje de quince minutos por cadena nacional. Milei celebró que Argentina registra tres meses sin déficit fiscal, algo que el país no veía desde 2008, durante el primer año de mandato de Cristina Kirchner (2007-2015), y que su Gobierno ha logrado un superávit financiero del 0,2% del PBI durante el primer trimestre del año.
“Un hito que debe enorgullecernos a todos como país” aseguró el presidente de la Nación. Sin embargo, un informe de economistas del Frente Renovador postula siete aspectos que, según los economistas, le permitieron a Milei la posibilidad de la existencia de “superávits gemelos”.
Lo que Milei anuncia como superávit se trata de lo que contablemente se conoce como “resultado de caja”, es decir, “el dinero que entró frente a lo que salió”. No se apuntan, en esa cuenta, los “gastos devengados”, es decir, lo que “debió pagar” pero pateó para adelante.
Por ejemplo, los pagos de compensaciones a generadoras eléctricas, que suman en las cuentas de Cammesa (la administradora del mercado mayorista eléctrico) una deuda por más de 1200 millones de dólares en el primer trimestre, que sumada a la deuda con otras empresas del sector de energía, elevan la cifra a 2000 millones de dólares.
En pesos, significan más de 1,7 billones que, si se computan como gasto del período, supera largamente el saldo positivo financiero expuesto por Milei tan orgullosamente. En ese punto, los economistas sostuvieron que “el Tesoro no cumple los contratos y se puede romper la cadena de pagos poniendo en riesgo el normal abastecimiento de electricidad”.
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Otros de los aspectos que marca el informe es la licuadora a las jubilaciones: cayeron 33,7% por ciento en lo que va del año. Asimismo, la eliminación de recursos a las provincias que disminuyeron un 73 por ciento y frenando por completo la obra pública.
El informe también resalta que mientras Javier Milei plantea la idea de acumulación de reservas, ha incrementado la deuda con importadores a 11.225 millones de dólares.
En conclusión, el trabajo señala que “los $3,4 billones de superávits primarios del tercer trimestre desaparecen o directamente se convierten en un déficit de 1,6 billones si el Estado cumpliera sus compromisos: estimaron que solo la licuación de las jubilaciones implicó un “ahorro” de $2,4 billones para el Gobierno, a la que se suman $1,1 billones de deuda por energía con Cammesa, $800.000 millones por deudas con el sector del gas y petróleo, $400.000 millones por transferencias adeudadas a las provincias y $200.000 millones por el recorte de las universidades”.
