En una nueva jornada electoral, Venezuela acudió a las urnas para elegir 24 gobernadores, 260 legisladores estatales y 285 diputados a la Asamblea Nacional. Este domingo estuvo marcado por el boicot de la oposición de ultraderecha; sin embargo, el partido del presidente Nicolás Maduro obtuvo el 82% de la Asamblea Nacional, con el 93% de las urnas escrutadas. Se disputaban un total de 285 escaños. Como resultado, el gobierno tendrá una amplia mayoría en la legislatura.
En los estados, el chavismo ganó 23 gobernaciones de las 24 disputadas. El PSUV recuperó el estado Barinas, Zulia noroeste, fronterizo con Colombia y la región insular de Nueva Esparta. El único territorio opositor es Cojedes, donde el actual gobernador, Alberto Galíndez, fue reelecto.

Uno de los datos llamativos de la jornada fue que, por primera vez, se votó el territorio del Esequibo, un espacio reclamado por la República Bolivariana de Venezuela según el Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966 que hoy es controlado por Guyana. En 2023 se realizó un referéndum en Venezuela donde ganó el establecimiento de un estado Guayana Esequiba y la concesión inmediata de la ciudadanía venezolana a los habitantes.
Por su parte, la oposición fue dividida: por un lado, candidatos históricos opositores al chavismo como Henrique Capriles llamaron a la participación electoral. Por otro lado, María Corina Machado y Edmundo González Urrutia continúan reclamando su triunfo en las presidenciales de julio pasado y llamaron a la abstención.
¿Qué pasó con la abstención?
Las diferentes bancadas que se presentaban como oposición obtuvieron cerca de un 14%; el histórico opositor al chavismo, Henrique Capriles, obtuvo un lugar como diputado en la Asamblea Nacional. Desde el espacio de María Corina Machado lo califican de “traidor”, por ser “funcional” al gobierno de Nicolás Maduro.
La oposición de extrema derecha, con el apoyo de la prensa nacional de la oposición y gran parte de las agencias de noticias internacionales, logró poner el foco en la abstención desde antes de que se celebraran los comicios. Citando a la encuestadora Meganálisis, quienes sostienen que la participación fue de un 12%, buscan desacreditar las elecciones de este 25 de mayo, aún cuando partidos opositores participaron y ganaron.
Por su parte, el CNE informó que la participación fue del 42,63%, con poco más del 57,63% de abstención. Sobre esto, el profesor de ciencias políticas de la Universidad Central de Venezuela y exvicepresidente del CNE, Leonardo Morales, explicó a Brasil de Fato que el CNE cumplió con toda la responsabilidad y se organizó para que la gente asistiera. Para él, faltaba una campaña para guiar a las personas sobre cómo votar y la abstención resultó ser “muy high”.
“El problema es que, en el caso de los países que tienen el sistema presidencial, se presta mayor atención a la elección del presidente. Para elegir alcaldes, gobernadores y diputados, aunque sean diputados nacionales, no hay tanto entusiasmo como en la elección presidencial, lo que hace notable la baja participación electoral. Pero hay muchos factores atenuantes que indican las razones por las que la sociedad venezolana se abstiene de participar para elegir gobernadores y legisladores regionales. “Pero esa es la realidad, no podemos inventar algo más”, agregó el ex vicepresidente del CNE.
La participación electoral tímida, sin embargo, es una tradición en las elecciones regionales. En 2012, por ejemplo, poco más de la mitad de los votantes votaron (53,94%). Cinco años después, la participación fue mayor: 61,05%. En 2021, la oposición también adoptó la estrategia de boicotear las elecciones y este número volvió a caer al 42,26%. “Estos datos se han repetido ahora”, sostiene Lorenzo Santiago, corresponsal de Brasil de Fato en Venezuela.
Estas fueron las primeras elecciones de este 2025; aún restan las alcaldías y concejos municipales, además de las tres consultas relacionadas con los consejos comunales y un referendo sobre la reforma constitucional, aunque este último está en duda.