La provincia de Buenos Aires es la que menor coparticipación recibe en relación a lo que produce y a la cantidad de habitantes que tiene. Recibe el 22% del total de lo que se coparticipa en el país mientras que aporta nada menos que el 37% de los recursos que se generan.
El reclamo por una reforma en el régimen de coparticipación es una bandera que el gobernador Axel Kicillof alzó desde el día en el que renovó su mandato por otros cuatro años. Es que la provincia más grande en cantidad de habitantes y en actividad económica ha sido la más perjudicada desde el regreso de la democracia.
Durante años este déficit de recursos fue suplido con distintas transferencias discrecionales y programas de financiamiento específicos tales como el Fondo del Conurbano, los cuales fueron variando en función de los signos políticos que hubiera en nación o provincia según los tiempos que corrieran.
Esta semana el presidente Javier Milei profundizó sus frentes de conflicto con los gobernadores al eliminar por decreto dos programas de financiamiento para la provincia: se trata del Fondo de Fortalecimiento de la provincia de Buenos Aires (el cual eliminó) y del Fondo de Integración Socio Urbana (el cual redujo). El monto total de estos programas equivalen a unos $873.765 millones solo para este año.
Por si fuera poco el vocero presidencial Manuel Adorni declaró el miércoles en su conferencia de prensa diaria que “sólo en enero, la provincia de Buenos Aires recibió por coparticipación medio billón de pesos” y de paso chicaneó a la gestión de Kicillof al decir que “cuenta con una estructura ministerial el doble de grande que la nacional y gasta en programas como el ESI con amigues”.
El encargado de responderle al vocero fue el ministro de economía bonaerense Pablo López, que compartió un gráfico en el que se puede leer el grueso de los recursos de cada provincia en función de la cantidad de habitantes con los que cuenta y la cantidad de empleados públicos cada 1000 habitantes. Ambas estadísticas buscan demostrar que el Estado bonaerense es el más austero de los 24 distritos que componen la nación.
La Provincia cuenta con recursos limitados para hacer frente a sus enormes necesidades, situación que este Gobierno Nacional profundiza no cumpliendo con sus compromisos
Frente a esta avanzada, nosotros seguiremos haciendo todo lo necesario para proteger a las y los bonaerenses pic.twitter.com/jIg9oaUpLk
— Pablo J. López (@PabloJ_LopezOK) February 28, 2024
Las provincias ante el ajuste libertario
La intención del gobierno de Milei parece ser clara: avanzar en su plan agresivo de recorte de fondos para eliminar el déficit fiscal a cualquier costo y en paralelo castigar a las provincias más “rebeldes” con su plan de ajuste, como es el caso de Chubut y Buenos Aires. Doble objetivo.
En respuesta la estrategia de la gobernación bonaerense tiene múltiples aristas. El martes Kicillof anunció la judicialización de los recortes ante la Corte Suprema de Justicia para que se le restituya de manera cautelar los fondos quitados esta semana. En paralelo recibió el apoyo del gobernador de Chubut Ignacio Torres en el reclamo por la coparticipación: “Buenos Aires es la provincia más perjudicada por el régimen de coparticipación”, declaró el hombre del Pro.
Motorizar reclamos conjuntos para que estos tengan más volumen frente a los intereses de la Nación puede ser una estrategia a explorar por parte de los mandatarios provinciales. Sin embargo estos movimientos aún son tímidos y dependen mucho de que estén alineados los intereses de los mandatarios que motorizan dichos reclamos. Por caso, esta semana iba a haber una cumbre de todos los gobernadores para acordar voltear el mega DNU 70/23, pero la misma no llegó a realizarse hasta donde trascendió.
En términos políticos Kicillof tuvo una buena noticia el martes por la tarde en gobernación: absolutamente todas las tribus de Unión por la Patria dijeron presente durante su anuncio y conferencia de prensa en 6 y 51 (con excepción de Cristina Kirchner y Sergio Massa, que mueven sus fichas sin exponerse públicamente). Cuidar la unidad será una de las principales tareas del peronismo en la etapa libertaria.