¿Podrá China ser mediador en Ucrania y cambiar la geopolítica futura?

Realidades y consideraciones estratégicas de China respecto a Estados Unidos.

Este artículo fue publicado originalmente por Globetrotter

Días antes del primer aniversario de la invasión rusa de Ucrania, el 24 de febrero de 2023, algunos funcionarios estadounidenses afirmaron que China estaba considerando suministrar a Rusia armamento para apoyar su campaña militar. El gigante asiático negó las acusaciones y, en el aniversario de la invasión, presentó su plan de paz de 12 puntos para poner fin al conflicto. Estos acontecimientos se dieron luego del conflicto entre Beijing y Washington debido a los globos espía chinos a principios de febrero de 2023. 

Desde el inicio de la guerra, Estados Unidos exigió a China que no apoyara a Rusia. Tras los informes de que Rusia había pedido ayuda militar a China en marzo de 2022, Washington advirtió que los países que dieran apoyo “material, económico, financiero [o] retórico” a Rusia se enfrentarían a “consecuencias”. La administración Biden también se enfrentó a China en enero de 2023 con “pruebas que [sugerían] que algunas empresas estatales chinas podrían estar proporcionando ayuda” al ejército ruso.

China se adhirió en gran medida a las sanciones occidentales que restringen los negocios con Rusia. No obstante, ha sido esencial para la resistencia económica de Rusia y su campaña bélica desde febrero de 2022. China aumentó sustancialmente sus importaciones de carbón, petróleo y gas natural de Rusia en 2022, por ejemplo, que junto con el aumento de las importaciones de la India, han ayudado al Kremlin a anular algunos de los efectos de la disminución de las ventas de energía a Europa. Sin embargo, el motivo fundamental del aumento de las compras chinas e indias de energía rusa siguen siendo los grandes descuentos que les ofreció Rusia, quien está muy interesada en sustituir a sus antiguos clientes en Europa.

China también incrementó sus exportaciones de tecnología a Rusia para uso de su industria de defensa, después de que a muchas empresas rusas se les negara el acceso a la tecnología de Europa y Estados Unidos debido a las sanciones. Según el think tank Silverado Policy Accelerator, “Rusia sigue teniendo acceso a tecnologías cruciales de doble uso, como los semiconductores, gracias en parte a China y Hong Kong”. Además, China ha ayudado a la Federación Rusa a socavar las sanciones económicas occidentales desarrollando sistemas de pago internacionales fuera del control occidental y ha promovido la creación de una “alianza internacional de empresas” formada por compañías no occidentales.

El gigante asiático negó las acusaciones y, en el aniversario de la invasión, presentó su plan de paz de 12 puntos para poner fin al conflicto

Beijing también ha sido fundamental para socavar los esfuerzos occidentales por presentar a Rusia como un paria internacional. China se ha abstenido repetidamente en las votaciones de la ONU que condenaba la invasión rusa y votó en contra de una resolución de abril de 2022 para suspender a Rusia del Consejo de Derechos Humanos. Beijing también parece haber vacilado entre calificar la situación en Ucrania de conflicto y denunciar la ruptura de las normas de la ONU relativas a las fronteras. Además, China, junto con Rusia, se negó a respaldar el comunicado del G-20 que incluía un lenguaje crítico con la guerra en Ucrania al final de la reunión del 2 de marzo de 2023. Los medios de comunicación estatales chinos también se han mostrado en gran medida favorables o neutrales a Rusia desde que comenzó la invasión.

Las fuerzas rusas y chinas han realizado varios ejercicios militares bilaterales y patrullas desde febrero de 2022. El último ejercicio tuvo lugar en el Mar de China Oriental en diciembre de 2022, y el “principal objetivo del ejercicio [era] reforzar la cooperación naval entre la Federación Rusa y la República Popular China y mantener la paz y la estabilidad en la región de Asia-Pacífico”, según el comunicado del Ministerio ruso. Mientras tanto, tanto el Presidente ruso Vladimir Putin como el Presidente chino Xi Jinping se reunieron y posaron para las fotos en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai de septiembre de 2022. Y en los próximos meses, se espera que Xi Jinping viaje a Rusia después de que el alto diplomático chino Wang Yi visitara Moscú en febrero de 2023.

Aunque China se mostró dispuesta a ayudar a Rusia, ha tenido cuidado de evitar la percepción de un apoyo abierto. El gigante asipatico sostiene la necesidad de respetar y salvaguardar “la soberanía y la integridad territorial de todos los países”, sin denunciar a Rusia ni pedirle que ponga fin al conflicto. Pero después de que el principal fabricante chino de drones, Da Jiang Innovations (DJI), prohibiera las exportaciones de sus drones a Ucrania y Rusia en abril de 2022, Rusia ha seguido utilizando libremente la tecnología de vigilancia de DJI para atacar a los operadores de drones ucranianos, lo que demuestra los límites de la neutralidad china.

Junto con la sospecha de inminentes suministros militares chinos a Rusia, a los que se refirió la administración Biden, Pekín está claramente más interesado en una victoria rusa que en una ucraniana, aunque no lo admita públicamente.

Entonces, ¿por qué China está tan interesada en apoyar a Rusia mientras se niega a hacerlo abiertamente? Sin duda, en Beijing existe el cálculo de que cuanto más y durante más tiempo se centre Occidente en Ucrania, menos recursos podrán dedicar los países occidentales a Taiwán y a la región de Asia-Pacífico. Prolongar el conflicto también debilitaría a Rusia, que en algunos círculos nacionalistas chinos sigue siendo vista como un competidor y como si se hubiera apoderado injustamente de territorio chino en el siglo XIX.

Sin embargo, China saldría ganando si el conflicto terminara cuanto antes y en condiciones rusas. Apenas unas semanas antes de la invasión, en febrero de 2022, Rusia y China habían firmado su alianza “sin límites”, mientras que tanto Xi como Putin llamaron al otro su “mejor amigo”. Dar apoyo a los aliados contribuirá a aumentar la confianza hacia Pekín, al tiempo que aumentará su influencia sobre una Rusia tensa.

China también desea un vecino estable y amistoso. Una derrota rusa podría provocar el colapso del país, desestabilizando potencialmente gran parte de Eurasia. El cambio de liderazgo ruso, en caso de derrota, también podría dar paso a un gobierno ruso prooccidental a las puertas de China, algo que desde Beijing se desea evitar.

A su vez, la guerra desestabilizó los mercados mundiales de la energía y los alimentos y además, provocó una inestabilidad extrema en la economía mundial, en un momento en que la economía nacional china sigue siendo frágil mientras se recupera de los efectos de la pandemia del COVID-19. Rusia es un socio económico vital para China, en gran medida en el sector energético, pero también debido al papel que desempeña el Kremlin en la iniciativa china “Belt and Road” para incrementar el comercio a través de Eurasia.

Aunque la importancia de Rusia en este sentido disminuyó desde el inicio de la guerra, Moscú conserva una influencia significativa entre los antiguos países soviéticos que forman la Unión Económica Euroasiática (UEEA), así como en las industrias energéticas de Asia Central.

Una derrota militar ucraniana también tendría efectos negativos sobre la posición de Estados Unidos en los asuntos mundiales, al demostrar que la ayuda militar occidental fue incapaz de cambiar las tornas de un conflicto de gran envergadura. Por el contrario, una victoria ucraniana consolidaría el apoyo occidental a Taiwán, envalentonaría a los defensores de la democracia al estilo occidental en todo el mundo e invertiría la percepción en China del declive occidental en los asuntos mundiales.

Pero un suministro abierto de armamento letal podría destruir las relaciones económicas de China con Occidente cuando China todavía está estudiando los efectos de las sanciones sobre una economía importante como la rusa. Esto no ha impedido a Pekín señalar el doble rasero de Estados Unidos en el suministro de armas al ejército taiwanés, la última vez en marzo de 2023, cuando el ministro de Asuntos Exteriores, Qin Gang, preguntó: “¿Por qué, mientras pide a China que no proporcione armas a Rusia, Estados Unidos ha vendido armas a Taiwán violando un comunicado conjunto [de 1982]?”.

Junto con los comentarios de Xi Jinping en noviembre de 2022 subrayando la necesidad de evitar la amenaza o el uso de armas nucleares

Aunque las relaciones entre Estados Unidos y China son cada vez más tensas, en Beijing se teme que un apoyo abierto a Rusia pueda dañar las relaciones de Beijing con la UE. La UE es ahora el mayor mercado de exportación de China, y China aún espera abrir una brecha entre la UE y Estados Unidos e impedir el desarrollo de una política transatlántica conjunta hacia China. Mientras tanto, el canciller alemán, Olaf Scholz, afirmó el 5 de marzo de 2023 que China no suministrará a Rusia ayuda militar letal, “lo que sugiere que Berlín ha recibido garantías bilaterales de Beijing al respecto”. Junto con los comentarios de Xi Jinping en noviembre de 2022 subrayando la necesidad de evitar la amenaza o el uso de armas nucleares, China busca destacar su posición mediadora y demostrar que es un actor responsable en los asuntos mundiales que promueven la paz. El acuerdo mediado por China entre Irán y Arabia Saudí para restablecer relaciones oficiales el 10 de marzo de 2023 fue una prueba más de esta iniciativa.

Por el contrario, China considera a Estados Unidos una superpotencia canalla, y ve inevitable la “confrontación y el conflicto” con Estados Unidos a menos que Washington cambie de rumbo, según Qin Gang. Y aunque China sigue desconfiando de los intentos estadounidenses de contenerla, en los últimos años este tipo de políticas han sido cada vez más reconocidas incluso en los círculos políticos estadounidenses.

No obstante, es probable que aumente la ayuda militar letal y no letal de China a Rusia, canalizada indirectamente a través de terceros países dispuestos a ello. La llegada del presidente bielorruso Alexander Lukashenko para una visita de Estado a Beijing el 28 de febrero causó alarma en Estados Unidos precisamente por este motivo. En última instancia, China ve la guerra de Ucrania como parte de un conflicto más amplio con el mundo occidental liderado por Estados Unidos. Ayudar a Rusia se considera una decisión estratégica para China, lo que significa que su “neutralidad prorrusa” seguirá siendo puesta a prueba con cautela en Beijing.

Aunque China no provocó la crisis ucraniana, ha tratado de sortearla con eficacia. La ruptura sino-soviética a principios de los años sesenta permitió a Beijing ampliar rápidamente sus lazos con Occidente, y la crisis ucraniana ayudará a China a beneficiarse de su relación con Rusia en medio de la incertidumbre económica mundial. China tomará las medidas necesarias para no asustar a la UE, al tiempo que reconoce que la tensión con Washington puede ser ineludible.