“Politizar el ambiente, ambientalizar la política”: un libro para el debate actual

Un conjunto de investigadores y profesionales se puso el objetivo de esbozar un libro que pueda incomodar y rediscutir conceptos al interior del vasto mundo del ambientalismo. Las diferencias entre el ambientalismo liberal-radical y el popular.

Foto: Instagram @jovenesporelclimarg

La crisis climática se ha convertido en una realidad que ya no solo preocupa al mundo científico y la academia. Cada vez son más los espacios políticos que incorporan a la agenda ambiental como parte de su plataforma política, así como también las nuevas juventudes se encaminan a conformar una militancia en donde la lucha por un ambiente sano es parte indispensable de su ideología. 

Un conjunto de investigadores, profesionales y comunicadores ambientales advirtió de esta realidad y se ocupó de elaborar un libro que -tal como se titula- busca “Politizar el ambiente, ambientalizar la política”. En diálogo con ARGmedios, el coordinador del proyecto, Julián Monkes, cuenta el origen del libro y los principales objetivos que se encomienda.

“El trabajo nació con la necesidad de compartir la trayectoria académica o de comunicación ambiental, donde veníamos con ciertas discusiones y veíamos la necesidad de sistematizar eso para abrir un diálogo. El libro no viene a responder o tirar la posta, sino a compartir una perspectiva, sistematizar debates y poner signos de pregunta”, reconoce uno de los autores del proyecto que será publicado por la editorial Batalla de Ideas. 

“La mayoría de libros ambientales se los trabajaba desde una perspectiva muy academicista, así que uno de los objetivos que teníamos es traducirlo en diálogo con la militancia. No solo ambientalista, sino política”, agrega después Monkes, licenciado en Ciencias Ambientales y docente en la Facultad de Agronomía de la UBA,. 

A fines de enero del 2022, “Politizar el ambiente, ambientalizar la política” tendrá un adelanto y se especula que para los primeros meses del año ya estará en las librerías del país. En síntesis, el trabajo apunta a desvelar dos tipos de ambientalismos: el “liberal- radical” y el “popular”. Su intención es que se abran nuevos paradigmas, más preguntas y hasta incomode a los actores de un ambientalismo que todavía no cala en las mayorías. 

El libro apunta a esta particularidad: ambos tipos de ambientalismo observan a la naturaleza, el rol del hombre y de los Estados, así como incluso al capitalismo, de diferentes formas. Lo cierto es que cualquier mirada ambiental reconoce que el avance del extractivismo, está dejando sin tiempo a la humanidad y al planeta. 

“El brote pandémico del COVID-19 ha puesto en discusión la cuestión ambiental en gran medida, tanto para reflexionar sobre las causas que lo pudo haber generado como sobre las consecuencias o impactos que puede tener. Muchos de los retos sanitarios mundiales que afrontamos actualmente —incluidas las enfermedades infecciosas, la malnutrición y las enfermedades no transmisibles— están vinculados con el deterioro de la biodiversidad y los ecosistemas. Esta pandemia no es un desastre natural: son enfermedades emergentes causadas por actividades humanas”, comienza el libro que promete colarse en las filas de la militancia popular.

Según “Politizar el ambiente, ambientalizar la política”, mientras que los activistas del ambientalismo liberal “hacen hincapié en la modificación de hábitos cotidianos (como la alimentación, el reciclaje, el rechazo a los plásticos, entre otros) para impulsar cambios en las prácticas de consumo contaminantes”, el ambientalismo popular se basa en una mirada de lo colectivo, “no se estigmatiza la falta de educación ambiental ni se busca iluminar a la sociedad con nuestro conocimiento, sino que se busca masificar el reclamo por un ambiente justo, poniendo el ojo en los sectores concentrados de la economía y en el rol regulador del Estado”. 

El libro también analiza que el denominado “ambientalismo radical” critica al sistema en su conjunto y de esta forma, “cuestionan en partes iguales al Estado y a los poderes concentrados que dominan el mercado”. “Desde este marco, plantean que el Estado está colonizado por el mercado; por lo cual, todos los gobiernos son igual de culpables de la crisis global, ya sea por pasividad, por ignorancia o por tener intereses en mantener el modelo actual”, explica la introducción del libro. 

“De esta forma, se despolitiza la cuestión ambiental, ya que no se ponen sobre la mesa las relaciones de poder que operan en toda la sociedad y abonan a construir miradas simplistas y dicotómicas que conciben el poder solo como una forma de opresión desde el Estado o el mercado hacia la sociedad”, sostienen sus autores. 

AMBIENTALISMO POPULAR

“Desde el ambientalismo popular, se entiende el acceso a un ambiente sano como un derecho humano y un asunto de salud pública. (…) En el centro, se halla el bienestar del pueblo y, para eso, es necesario un ambiente sano. En ese sentido, resulta imprescindible identificar cuál es el grupo social que afecta al entorno y cuál es el grupo social que recibe los impactos de esas alteraciones. Para el ambientalismo popular, las afecciones no caen sobre la naturaleza ni la gente en abstracto, sino sobre las clases populares, las comunidades indígenas y campesinas, las mujeres y la juventud”, describen en el libro que publicará Batalla de Ideas. 

“Desde esta idea, se busca democratizar y distribuir el acceso a los bienes comunes como una condición necesaria para caminar hacia una sociedad más justa ecológica y socialmente, como así también para construir un modelo de producción y consumo que ponga en el centro la vida humana y no la acumulación de riquezas”.

“Cabe destacar que hablar de «ambientalismo popular» no busca ser una nueva forma de caracterizar los movimientos ni desconoce los aportes del ecologismo popular de Martínez Alier[3]. De hecho, el gran eje ordenador del ecologismo popular es el mismo que el del ambientalismo popular: justicia ambiental es justicia social”.  En resumen, el ambientalismo popular “busca construir desde, para y con el pueblo”, finalizan en la presentación.