Perú: miles de personas piden la libertad de Pedro castillo

Pese al traspié que dio Castillo y que motivó su destitución, no son pocas las manifestaciones que han salido a pedir que lo liberen.

Miles de personas se movilizaron para pedir la liberación y la vuelta al poder de Pedro Castillo.

El pasado miércoles, fue un día de furia para Perú, que comenzó temprano en la mañana con la disolución del Congreso y la convocatoria a una asamblea constituyente en el lapso de nueve meses por parte del Presidente Pedro Castillo.

Sin embargo, la posterior sesión del Congreso profundizó su destitución con 101 un votos a favor. Además, se ordenó la detención del mandatario por la policía, y la asunción de la vicepresidenta Dilma Boluarte. Aún así, la historia no terminó ahí.

El partido Perú libre con el que llegará a la presidencia Castillo, que había abandonado el gobierno por diferencias con el mandatario, salió a defenderlo a través del su máximo líder, Vladimir Cerrón, diciendo que ellos no participarán de un futuro gabinete de la ahora nueva presidenta. Y posicionando el partido a favor de la liberación del ahora ex presidente. “Asamblea Nacional de Perú Libre acuerda solidaridad con Pedro Castillo, denuncia detención arbitraria e ilegal, y exige su libertad”, agregó.

Estas muestras de solidaridad se vieron reflejadas en las calles donde miles de manifestantes salieron a reclamar por la libertad de Castillo bajo la consigna “la toma de Lima”, movilización que estaba convocada previamente para acompañar la decisión del gobierno y frenar lo que era percibido como un golpe de estado en su contra.

Allí se exigió además un llamado a asamblea constituyente. Con el correr del tiempo la manifestación se convirtió en una  impugnación de la decisión del Congreso, y la posterior detención del mandatario.

La exigencia de una asamblea constituyente es un pedido que flota en el aire desde que Pedro Castillo asumió en el poder, ya que fue una de sus banderas de campaña para reemplazar la constitución fujimorista de corte neoliberal. Y es tal vez, este intento de modificar el status quo, el motivo mayor por el cual durante su primer año de gobierno la derecha intentó derrocarlo tres veces.

 

Si bien para muchos Castillo dio un paso en falso y se precipitó en su decisión, ya que se especulaba con que los votos para aprobar la “moción de vacancia” no llegaban al número necesario fueron muchas las muestras de solidaridad con el maestro rural.

Quienes salieron con fuerza a manifestarse y mostrar el descontento fueron las rondas campesinas, base de la que proviene Castillo.

 

A su vez, el presidente de México, Andres Manuel Lopez Obrador (AMLO) ofreció asilo político al ex mandatario, y salió en su defensa, así lo expresó  en su cuenta de twiter: “Es un principio fundamental de nuestra política exterior la no intervención y la autodeterminación de los pueblos. A eso nos ceñimos en el caso de lo sucedido en Perú. Sin embargo, consideramos lamentable que por intereses de las élites económicas y políticas  desde el comienzo de la presidencia legítima de Pedro Castillo, se haya mantenido un ambiente de confrontación y hostilidad en su contra hasta llevarlo a tomar decisiones que le han servido a sus adversarios para consumar su destitución”. 

Otro presidente que salió en respaldo de Castillo fue Nicolás Maduro, de Venezuela, quien expresó: “Una vez que se juramenta, en julio de 2021, empieza la conspiración para un golpe parlamentario. Y comienzan los ataques, un acoso permanente. Hasta que golpe a golpe, acoso a acoso, en una persecución parlamentaria, política y judicial sin límite, lo llevaron al extremo de intentar disolver el Parlamento del Perú”, y continuó: “Todas las circunstancias que hemos visto son las élites oligárquicas que no permiten que un simple maestro llegue a la presidencia del Perú e intente gobernar para el pueblo. El gran mensaje que envía la extrema derecha a los movimientos populares, a los movimientos progresistas, es ‘No los vamos a dejar gobernar'”.

Sin dudas lo vivido estos días en Perú es otro capítulo de una  crisis institucional que aún se mantiene abierta, y todavía no podemos dar por finalizada. Por ahora, cientos de personas salen a las calles para pedir la liberación del presidente destituido, y el poder conservador vuelve a reconfigurarse.