Este domingo América Latina tuvo triple jornada electoral. En Bolivia se definieron cuatro gobernaciones departamentales. Perú celebró su primera ronda electoral para elegir presidente y sorprendió con la emergencia del candidato Pedro Castillo. En Ecuador, el balotaje confirmó la victoria del banquero Guillermo Lasso.
América Latina tuvo una extensa jornada de elecciones en medio de la pandemia del COVID19 y el crecimiento generalizado de contagios en la región. Ecuador desarrolló su segunda ronda electoral en la que triunfó el candidato neoliberal Guillermo Lasso. Perú, por su parte, llegó a las urnas en medio de una profunda crisis institucional. Ningúno de los candidatos presidenciales logró superar el 15% de los votos y habrá segunda vuelta el próximo 6 de junio.
Ecuador, la derrota de la esperanza
En el balotaje ecuatoriano se enfrentaron dos candidatos pero existió una tercera opción electoral: el voto nulo, impulsado por Yaku Pérez tras rechazar los resultados finales de la primera vuelta.
El resultado de la elección coronó al banquero Guillermo Lasso como ganador con el 52,49% de los votos frente al 47,51% obtenido por el joven economista Andrés Arauz (datos parciales publicados por el Consejo Nacional Electoral del Ecuador).
Como sucedió en primera vuelta, el candidato progresista heredero de Rafael Correa ganó la Costa Este de Ecuador con triunfos claros en Manabí, Esmeraldas y Los Ríos. Fuera de esa locación geográfica, el economista ganó en Sucumbíos.
Por el lado de Guillermo Lasso, el triunfo provino de las provincias en donde había ganado Yaku Pérez en primera vuelta. Con victorias contundentes se impuso tanto en la Sierra Centro y Sur como en la región Amazónica. Allí obtuvo victorias claves en Pichincha, Napo, Imbabura, Pastaza, Loja, entre otras provincias.
Un dato clave de las elecciones es el voto nulo que se ubicó cerca del 19%. Más de 1,6 millones de personas decidieron impugnar su voto. En comparación: se trata de la mitad de los votos obtenidos por Andrés Arauz, candidato de la UNES.
Perú sostiene la incertidumbre política
El pueblo peruano llegó golpeado a las nuevas elecciones presidenciales, Pedro Pablo Kuczynski debería estar culminando su mandato pero eso no ocurrió: desde 2019 está preso por la causa Odebrecht. A partir de entonces y hasta hoy, Perú tuvo otros tres presidentes: Martín Vizcarra, Manuel Merino y el actual mandatario, Francisco Sagasti.
A la crisis política se suma una crisis sanitaria, económica y hasta moral. Se desarrollaron elecciones entre candidatos con pocos votos, la sociedad parece indiferente, está cansada y realmente necesita estabilidad.
Los partidos de derecha llegaron muy divididos mientras que la izquierda se agrupó en dos candidaturas, la de Pedro Castillo por Perú Libre, y la de Verónika Mendoza de Juntos por el Perú. Sin embargo, el discurso antisistema de Castillo fue más fuerte en esta elección y los datos parciales indican que llegará al balotaje en primer lugar con un 16,3%.
Hernando de Soto con un 13,8% y Keiko Fujimori con un 13,4% están en segundo lugar, cabeza a cabeza. El primero fue asesor de Alberto Fujimori, padre de su competidora Keiko. Hay que admitir que el fujimorismo no está muerto y ha tenido un piso de votos estable en cada una de las elecciones que disputó.
El próximo 6 de junio se define el escenario peruano. A la espera de quien pueda ser el próximo mandatario o mandataria y a la espera también de poder sobrellevar la crisis sanitaria causada por la pandemia del COVID19. Así como comenzó la campaña, en Perú por ahora reina la incertidumbre.
Bolivia y una encrucijada electoral
En Bolivia, cuatro Departamentos de los nueve que conforman Bolivia fueron a una segunda vuelta electoral para elegir sus gobernadores. Se trata de Pando, La Paz, Chuquisaca y Tarija.
La primera vuelta en Bolivia dejó un saldo positivo para el Movimiento al Socialismo (MAS), que logró imponerse en tres gobernaciones: Cochabamba, Oruro y Potosí. Por otro lado, se confirmó su derrota en la opositora Media Luna boliviana, siendo superado en Beni y en Santa Cruz, en manos de Fernando Camacho.
Además el MAS ganó 41 de las 47 alcaldías en las que compitió y obtuvo 240 gobiernos municipales de un total de 336. Estos último resultados de La Paz, Tarija, Pando y Chuquisaca resultaban claves para definir la correlación de fuerzas, en un país que sufrió un Golpe de Estado hace poco más de un año.
Los primeros resultados oficiales que ofrece el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia expresan derrotas parciales para los candidatos del MAS en los cuatro departamentos. Sin embargo, la carga de actas computadas aún es baja y llevará varios días conocer los resultados finales.
La importancia de estas elecciones subnacionales radica en que servirán para delinear el mapa político de Bolivia, y para delimitar cuáles serán las alianzas y las dificultades al momento de encarar las negociaciones entre el gobierno nacional (en manos de Luis Arce Catacora) y los gobiernos departamentales y municipales.
