A días del noveno viaje de Javier Milei a Estados Unidos en poco más de un año de gobierno, y a pesar de estar haciendo todos los deberes para complacer a Donald Trump, el presidente de Estados Unidos anunció este miércoles que la Argentina no estará exenta del aumento de aranceles al acero y el aluminio.
Mientras firmaba las órdenes ejecutivas en el Salón Oval que establecen un alza del 25% para estos productos, Trump adelantó que no habrá “excepciones ni exenciones”, salvo para Australia. Consultado específicamente sobre el caso argentino, argumentó la decisión diciendo que la balanza comercial entre ambos países fue levemente deficitaria el año pasado: “Con Argentina tenemos un pequeño déficit, como con casi todos los países, no así con Australia que nos compra muchos aviones”.
⭕️ | BOMBA TOTAL: Donald Trump anunció NO VA A EXIMIR A LA ARGENTINA DE LOS ARANCELES DEL 25%.
‼️ Explicó que Estados Unidos tiene 200 millones de dólares de déficit al año con nuestro país. Esta medida NOS HARÁ PERDER 600 MILLONES DE DÓLARES POR AÑO. https://t.co/GR2Gj4Jx8d pic.twitter.com/oXrrdwuxxp
— Diagonales (@diagonalesweb) February 11, 2025
“No me importan las represalias de los países”, agregó el magnate estadounidense en su cruzada proteccionista, y advirtió que también estudia imponer aranceles adicionales a automóviles, productos farmacéuticos y chips informáticos.
Argentina le vende a Estados Unidos el 12% de las exportaciones de acero y el 51,1% del aluminio, que representan unos u$s 600 millones anuales. Desde 2018, cuando Trump asumió su anterior mandato, Argentina enfrenta restricciones de cuotas de exportación para acero y aluminio en el mercado estadounidense; desde ese momento, las exportaciones argentinas de esos productos cayeron alrededor de u$s 1.000 millones.
Según datos del INDEC, en 2024 la balanza comercial bilateral fue superavitaria para Argentina en u$s 228 millones, una situación excepcional debido a la fuerte recesión y la caída del 27,9% en las importaciones desde Estados Unidos. En la última década el saldo comercial fue claramente negativo para Argentina.
Desde que asumió, Milei mostró un alineamiento explícito con Estados Unidos, subordinando el voto argentino en los foros internacionales a los intereses de la potencia del norte. Y desde el regreso de Trump, el vasallaje se tornó casi pornográfico. Fue uno de los pocos presidentes invitados a la asunción del norteamericano y lo siguió en la retirada de la Organización Mundial de la Salud (OMS) (y parece que hará lo mismo con el Consejo de Derechos Humanos de la ONU). También viene insistiendo en firmar un acuerdo de libre comercio bilateral pese a que el reglamento del Mercosur se lo impide.
Sin embargo, esta subordinación no se tradujo en llegada de inversiones ni en un trato diferencial por parte de Trump, como se ratifica en esta decisión. Ambos mandatarios se volverán a ver las caras la próxima semana, cuando Milei viaje una vez más a Washington para participar de un nuevo encuentro de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC).