Una cooperativa producirá el primer test rápido para detectar el coronavirus

Son trabajadores y trabajadoras que se organizaron tras la quiebra del laboratorio Roux Ocefa. Ocuparon la fábrica para evitar el vaciamiento y hoy producen una tecnología con la que pocos países cuentan.  

Por Julián Pilatti

Por primera vez desde el comienzo de la pandemia, el país contará con un test rápido para detectar el coronavirus. Una herramienta fundamental que podrá determinar si una persona está infectada o no en tan solo cinco minutos, con una metodología cómoda y sencilla.

El test rápido serológico fue creado por científicos y científicas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y fue aprobado el pasado 19 de enero por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).

El mismo fue elaborado en el Centro de Investigación y Desarrollo en Fermentaciones Industriales (CINDEFI, CONICET, La Plata), pero además el lanzamiento del test rápido tendrá otra buena noticia: será producido y comercializado por la cooperativa Farmacoop. Se trata de un grupo de trabajadores y trabajadoras del ex laboratorio Roux Ocefa, quienes resistieron en la fábrica abandonada y la levantaron en medio de la pandemia, fabricando alcohol en gel y barbijos a precios populares.

La creación del test rápido convierte al país en uno de los pocos en contar con esta tecnología, que según aseguraron desde CONICET se trata de una de las “acciones claves para controlar la propagación del coronavirus” ya que, a más testeos, mejor posibilidad de sobrellevar la pandemia.

“La herramienta de diagnóstico se creó con la finalidad de hallar individuos infectados y trazar redes de contactos. Cuenta con características similares a los conocidos test de embarazo, y posibilita obtener resultados en apenas cinco minutos. El dispositivo se comercializaría con el nombre de FarmaCov test”, contaron sus realizadores.

Florencia Tiseyra es la actual directora técnica de Farmacoop, la cooperativa que tendrá la responsabilidad de producir y comercializar el hallazgo de científicos nacionales. En diálogo con ARG Medios, asegura que el nuevo test “aporta soluciones sanitarias a nuestro país, sustituye importaciones y genera puestos de trabajo”. “Estar en la vanguardia del desarrollo de estos test para combatir el COVID19 para nosotros es un logro indescriptible”, agrega la joven.

Ese éxito no fue fácil. Los y las trabajadoras que hoy conforman Farmacoop, tuvieron que resistir dentro de la fábrica durante largos meses, luego de que los directivos del ex Laboratorio Roux Ocefa decidieran irse del país y encabezaran ventas fraudulentas para apropiarse de 150 registros de propiedad intelectual que se habían realizado allí. Todo ocurrió en la noche neoliberal que aconteció en el gobierno de Mauricio Macri.

“Roux Ocefa era un laboratorio de vanguardia, el primer laboratorio que creó sueros. Un laboratorio de tecnología de punta. Con el paso del tiempo y la falta de inversiones, llegó al 2016 con una planta desbastada y así llegaron los despidos”, cuenta Tiseyra, que explica que el vaciamiento de la empresa fue impedido por los trabajadores.

“El 2020, con pandemia de por medio, estábamos esperando la inspección de medicamentos. En marzo empezamos para habilitar la planta de cosméticos, para producir el alcohol en gel, en ese momento había mucha especulación y se vendía muy caro”, sostiene la directora de Farmacoop.

En abril de 2020, un grupo empresario que estaba trabajando con Conicet los contactó y desde entonces se comenzó a montar la planta y desarrollar el test rápido para detectar el coronavirus.

“Para mí en lo personal es sumamente valioso porque es un desafío profesional que pudimos encarar exitosamente. Es un proyecto con mucho significado porque todos y todas las que trabajamos día a día le ponemos mucho entusiasmo para que esto salga adelante”, concluye Florencia.

Según explicó el investigador principal del CONICET en el CINDEFI de La Plata, Sebastián Cavalitto, este tipo de test ya se había creado pero la mayoría “son importados desde oriente”.

“El nuevo producto tiene un costo accesible que se calcula entre 5 y 7 dólares y permite ir siguiendo la infección de una manera activa, en lugar de atacar de forma pasiva sólo centrado en pacientes con síntomas”, informó el científico.

El nuevo test serológico rápido se suma a otros desarrollos del CONICET como COVIDAR IgG e IgM, ampliando las posibilidades de realizar estudios poblacionales a gran escala, mapeo y segregación de áreas, así como evaluar los resultados de la aplicación de las vacunas. “Podrá utilizarse -por ejemplo- en plazas, colectivos y escuelas para separar rápidamente a los positivos, a quienes luego se les podrá realizar un hisopado para aislar a los que están cursando actualmente la enfermedad”, ejemplifican.