Una cumbre CELAC-UE sin definiciones

En Bruselas se llevó a cabo el tercer encuentro entre los países de la Unión Europea y de América Latina y el Caribe. Desde ambos lados llevaron agendas propias, los europeos buscaron debatir sobre Ucrania.

Luego de ocho años, este 17 y 18 de julio se volvieron a encontrar la Unión Europea (UE) y CELAC (Comunidad de estados Latinoamericanos y del Caribe) con la intención de renovar y fortalecer las relaciones políticas y comerciales entre las dos áreas para “hacer frente a los retos de nuestro tiempo”.

De esta cumbre participan los 27 países europeos y los 33 de América Latina y el Caribe. En esta ocasión estuvieron presentes 48 jefes de estado y de gobierno. Es el caso del presidente argentino Alberto Fernández, el presidente de Brasil, Lula da Silva, y el presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel. Por su parte, Nicaragua y Venezuela enviaron ministros.

Desde Europa habló de las expectativas la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, que dijo que entre lo más importante a debatir eran los proyectos de inversión, así como también la importancia de “compartir tecnología, conocimiento y la formación para los trabajadores en esos conocimientos”. Y resaltó: “Queremos tener proveedores fiables y es el espíritu de los acuerdos bilaterales”.

En cuanto a los acuerdos comerciales Von der Leyen sostuvo: “Confío que en los próximos meses concluyamos las negociaciones con el Mercosur. Y concluir como tarde a finales de año, y que concluyamos las negociaciones entre UE y México”.

Por otro lado, la Presidenta de la Comisión Europea mencionó la cuestión de la guerra en Ucrania, tal vez el tema que más les preocupaba a los europeos en esta cumbre: “Estoy muy preocupada por la decisión de Rusia por poner fin al acuerdo cerealero porque da incertidumbre alimentaria a distintos países del mundo. La UE seguirá trabajando para la seguridad alimentaria para los pueblos vulnerables”. “Todos tenemos que proteger la carta de naciones unidas”, cerró.

Si bien los temas centrales del diálogo CELAC-UE son la Ciencia, Investigación, Innovación y Tecnología; Desarrollo Sostenible; Integración Regional; Migraciones; Educación y Empleo; el Problema Mundial de las Drogas; Cuestiones de Género; Inversiones; Educación Superior; y Seguridad Ciudadana, el abordaje por parte de los organismos no se trató de igual manera. 

La diferencia en los discursos

Mientras desde Europa se celebró el encuentro, la posibilidad de tener proveedores “confiables”, los mandatarios latinoamericanos fueron por algo más en sus discursos. Ayer, por ejemplo, Alberto Fernández sostuvo que “la relación entre América Latina y el Caribe y la Unión Europea debe basarse en la confianza, el diálogo y la cooperación, y contemplar las asimetrías y desequilibrios”.

En cuanto a las asimetrías, el presidente brasileño Luiz Inácio “Lula” da silva, manifestó: “cuando hay demasiado dinero en manos de unos pocos, se produce una concentración de la riqueza y unos pocos consumen mientras muchos sufren necesidades. Con una mejor distribución de la riqueza y el capital en manos de muchos, ponemos recursos en la base de la sociedad, ampliamos el consumo y generamos oportunidades en los servicios, la industria y la agricultura. Esto es cierto en cada uno de nuestros países y más aún si pensamos a escala mundial”. 

En ese mismo sentido, se destacaron las palabras de Luis Arce, presidente boliviano: “deseamos una América Latina, el Caribe y una Europa en paz. Que sus pueblos alcancen la paz que el modelo capitalista no les ha podido ofrecer, abandonando prácticas que en la historia pasada no han satisfecho una relación equitativa y complementaria entre nuestras regiones”.

Por otro lado, el presidente colombiano, Gustavo Petro también habló de la igualdad y de profundizar las políticas de cooperación: “tenemos que adaptarnos a esas nuevas formas de la política que se ligan a la defensa de la vida, que corren en la comunidad, en el campesino, en el clan afro, en la inmensa diversidad humana, incluso en nuestra juventud y nuestra niñez que captan el peligro”, sostuvo. 

Así como los discursos, los intereses de la declaración final también fueron diversos. Desde la CELAC se buscaba un acuerdo sobre el bloqueo a Cuba y declarar a América Latina y el Caribe como Zona de Paz. Cosa que los europeos “saludaron”, pero no acordaron. Mientras tanto, la UE pudo conseguir algo en relación a Ucrania. 

Sobre el primer punto, cita la declaración: “sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra Cuba, recordamos nuestra oposición a las leyes y reglamentos con efecto extraterritorial. La redesignación de Cuba como estado patrocinador del terrorismo, y su mantenimiento en la lista, ha introducido obstáculos a las transacciones financieras internacionales con la isla”.

En cuanto a lo segundo, el texto manifiesta: “destacamos los nuevos avances en la cooperación europea y latinoamericana y caribeña, y saludamos la integración europea y la consolidación de la CELAC, señalando que la CELAC ha declarado a América Latina y el Caribe como Zona de Paz”.

Por otro lado, la cuestión de Ucrania tuvo su acuerdo entre las partes a excepción de Nicaragua que firmó en disconformidad con este punto: “Expresamos nuestra profunda preocupación por la guerra en curso contra Ucrania, que continúa causando un inmenso sufrimiento humano y está exacerbando las fragilidades existentes en la economía mundial, restringiendo el crecimiento, aumentando la inflación, interrumpiendo las cadenas de suministro, aumentando la inseguridad energética y alimentaria y elevando los riesgos para la estabilidad financiera”, dice el texto. 

En líneas generales el encuentro estuvo bien, se pudieron exponer los intereses de ambas organizaciones. Aunque en profundidad, es muy difícil que Europa entienda que tiene un lugar de privilegio en cuanto a América Latina y el Caribe. Por ahora las asimetrías parecen difíciles de saldar. La próxima cumbre CELAC-UE será en Colombia en 2025.