El salario de la vicepresidenta Victoria Villarruel desató un nuevo capítulo en la interna que mantiene con el presidente Javier Milei. Tras sus polémicas declaraciones sobre los ingresos de los funcionarios públicos, el enfrentamiento quedó expuesto de cara a las legislativas de 2025, mientras crecen las especulaciones sobre el futuro político de Villarruel dentro del espacio libertario.
La controversia comenzó cuando Villarruel afirmó: “En breve me pagan dos chirolas”, en referencia a su salario. Además, señaló: “Gano menos que el Presidente, los diputados, los senadores, ministros, jueces, diplomáticos, voceros y así puedo seguir. No me dan vivienda ni nada. Esto es cualquiera en el desfasaje de los sueldos”.
Desde el entorno de Milei, las respuestas no se hicieron esperar. El mandatario acusó a Villarruel de “vivir en un micromundo” y de estar “desconectada de la realidad de los argentinos”. En declaraciones recientes, sostuvo: “La casta política vive desconectada de la realidad de los argentinos y en el Senado son sueldos que están en torno a los $10 millones”.
Milei agregó que “el 95% de los argentinos gana mucho menos que eso”, refiriéndose al salario promedio de la economía, que, según datos del Indec, ronda los $400.000.
Sin embargo, estas declaraciones chocaron con sus propias palabras de días atrás, cuando había estimado el salario promedio del país en 1100 dólares, generando confusión sobre su posición respecto al poder adquisitivo de los argentinos.
El quiebre en la relación política
El trasfondo de esta disputa excede las declaraciones cruzadas y pone de manifiesto el deterioro de la relación entre Milei y Villarruel, que supo ser su compañera de fórmula en 2023.
Desde el núcleo cercano a la vicepresidenta, dan por hecho que Milei, con Karina Milei liderando la estrategia política del espacio, buscará relegarla completamente en el armado de listas de las legislativas 2025. Además, consideran poco probable que Villarruel sea nuevamente su compañera de fórmula en una eventual candidatura presidencial para 2027.
La interna se da en un contexto de tensión creciente dentro de la coalición libertaria, donde Villaruel parece decidido a consolidar su liderazgo desde el Senado, buscando mostrar una “muñeca política” propia.
La estrategia del presidente apunta a aislar a Villarruel y desinflar su peso político, una tarea que podría volverse compleja si la vicepresidenta decide atrincherarse con un sector propio dentro del espacio.
Mientras tanto, las declaraciones cruzadas entre ambos líderes no solo avivan la interna libertaria, sino que también evidencian el desafío que enfrenta el oficialismo para sostener la cohesión interna en un año clave para las definiciones políticas. Con las legislativas en el horizonte, las tensiones podrían marcar un antes y un después en la configuración del espacio libertario.
