Argentina abandona la OMS: el gobierno de Javier Milei sigue los pasos de Trump

El retiro de Argentina de la OMS implica perder financiamiento, cooperación científica y apoyo en emergencias, debilitando el sistema de salud y la capacidad de respuesta ante crisis.

El vocero presidencial Manuel Adorni confirmó en conferencia de prensa que el gobierno de Javier Milei ha decidido retirar a la Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en una medida que ha generado un fuerte debate en la comunidad científica y sanitaria.

Según explicó Adorni, la decisión se sustenta en las “profundas diferencias” del Gobierno con la gestión sanitaria de la pandemia de COVID-19.

La disposición no es un hecho aislado en la política internacional. A pocas horas de asumir su segundo mandato como presidente de los Estados Unidos, Donald Trump firmó una orden ejecutiva para que su país se retire de la OMS, argumentando que la organización había fallado en su respuesta a la pandemia.

En ese momento, la OMS lamentó públicamente la decisión y destacó su rol fundamental en la lucha contra enfermedades y emergencias sanitarias a nivel global.

El rol de la OMS en la salud global

Fundada el 7 de abril de 1948, la Organización Mundial de la Salud es una agencia especializada de la ONU encargada de coordinar la salud pública a nivel internacional. Su misión principal es garantizar el acceso universal a la salud, promoviendo la prevención de enfermedades, la investigación médica y la respuesta a emergencias sanitarias.

Entre sus funciones, la OMS desempeña un papel clave en la lucha contra epidemias y pandemias, desarrolla programas de vacunación y nutrición, promueve el acceso a medicamentos esenciales y trabaja con gobiernos y organizaciones para fortalecer los sistemas de salud. Además, establece estándares internacionales en medicina y seguridad sanitaria, asegurando que los países cuenten con información actualizada y recursos para enfrentar crisis sanitarias.

Consecuencias del retiro de Argentina de la OMS

La salida de la Argentina de la OMS y, eventualmente, de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), podría tener graves repercusiones en el sistema sanitario del país. Entre las principales consecuencias se destacan:

  • Pérdida del acceso a fondos rotatorios y estratégicos: Argentina dejaría de beneficiarse de los mecanismos que permiten la compra de insumos y tecnologías sanitarias a precios accesibles, generando un impacto en los costos del sistema de salud.
  • Desvinculación de redes internacionales de salud: Centros colaboradores de referencia como el INCUCAI, el Malbrán y la ANLIS podrían quedar aislados de redes internacionales que mejoran las prácticas sanitarias en el país.
  • Posible desaparición del Centro Nacional de Enlace del Reglamento Sanitario Internacional: Esto dificultaría el acceso a información en tiempo real sobre agentes infecciosos y emergencias sanitarias a nivel global.
  • Desfinanciamiento de programas clave: La OMS y la OPS brindan apoyo en el desarrollo de programas de salud mental, materno-infantil, enfermedades transmisibles y no transmisibles, vacunación y acceso a medicamentos.
  • Limitación en la capacitación de profesionales de la salud: La falta de vinculación con la OMS podría restringir el acceso a cursos, talleres y capacitaciones internacionales, afectando la actualización y especialización de los profesionales de la salud en Argentina.
  • Mayor vulnerabilidad ante futuras pandemias y desastres naturales: Al no contar con el respaldo de la OMS, el país quedaría sin asistencia técnica y logística en emergencias sanitarias, lo que podría agravar el impacto de futuras crisis.
  • Impacto en la cooperación internacional: Argentina podría quedar excluida de redes de colaboración técnica y científica, afectando la investigación y el desarrollo de nuevas estrategias sanitarias.