Chile: La Convención Constituyente en su encrucijada final 

Mientras avanza la redacción de la nueva Constitución de Chile, la posibilidad de rechazo es la carta que juega la derecha para frenar el proceso de transformación que inició con los estallidos de 2019.  

El estallido social del 2019 generó una ola de transformaciones políticas en el país.

El proceso constitucional de Chile avanza a toda prisa, garantizando derechos sociales, ambientales, democráticos y de justicia social. Sin embargo, al mismo tiempo se enfrenta a una serie de encuestas que rechazan la nueva Carta Magna en el plebiscito que se realizará el 4 de septiembre.

El proceso de transformación en Chile comenzó hace décadas, pero se cristalizó fuertemente con el estallido social de octubre de 2019, que debilitó por completo al Gobierno del expresidente Sebastián Piñera y que encontró en la elección de los convencionales un cauce democrático e institucional para superar la crisis política.

Aquel estallido no sólo permitió el avance de un proceso constitucional, sino que significó el debilitamiento en las posteriores elecciones -tanto a constituyentes como de gobernaciones- de la coalición de centro-derecha que gobernó en reiteradas oportunidades en Chile.

El sacudón fue tan grande para los partidos tradicionales, que en las elecciones presidenciales del 2021 ninguna de las dos coaliciones que gobernaron el país durante la post dictadura, llegaron al balotaje. Por el contrario, llegaron José Kast, de extrema derecha, un nostálgico de los tiempos del dictador Augusto Pinochet, y Gabriel Boric, un candidato de izquierda. 

Ahora, como en el balotaje, en la Convención Constituyente se disputan dos modelos opuestos de país: uno que busca mantener el neoliberalismo reinante desde hace décadas y otro que transforme para siempre el país andino. 

A menos de tres meses de que culmine su trabajo, la Convención ya ha redactado 243 artículos divididos en 6 capítulos relativos a la democracia (facultades del presidente y de los ministros, sistema electoral), principios constitucionales, estado regional (división territorial y reconocimiento de la plurinacionalidad), derechos fundamentales (identidad, libertad, sexuales y reproductivos, de asociación), medio ambiente y sistema de Justicia.

Los convencionales aprobaron artículos para el borrador de la constitución, donde Chile pasaría a ser un Estado social de derecho. El cambio de paradigma implica que el Estado tenga que asumir nuevas responsabilidades, ya que ahora tendrá un rol preponderante para garantizar el acceso a los derechos básicos de las personas, como podrían ser la salud, educación o la previsión social.

“Hemos avanzado en este proceso constituyente. Se han conseguido las dos terceras partes para aprobar en el borrador de la nueva Constitución normas fundamentales como los derechos de la naturaleza, donde la misma sea preservada de manera íntegra por su valor intrínseco y estratégico para la sostenibilidad de la vida”,  explica para AGENCIA RED GLOBAL Carolina Vilches Fuenzalida, Convencional Constituyente del distrito 6 y Vocera Nacional Modatima. 

Una de las demandas fundamentales del estallido de 2019 han sido los bienes naturales comunes y la desmercantilización de los mismos. En ese sentido, Vilches Fuenzalida sostiene que se ha avanzado en la inapropiabilidad de las aguas, las altas montañas, el fondo marino. 

“Es un gran avance porque se ha determinado el rol de custodio. Se estableció una regulación más fuerte sobre la conservación de la naturaleza con principios de justicia climática, territorial, responsabilidad ambiental, y de la bioética”, sostuvo la vocera de Modatima. 

Y agrega “es un conjunto de normas que nos permiten dar un primer reporte de una Constitución ecológica y de un Estado social, democrático, plurinacional y ecológico, que reconoce la diversidad de cultura, de entidades territoriales y de construir un Chile socio-ecológico”. 

Sin embargo, pese a las buenas noticias, existen dos grandes problemas para la consagración del proceso constituyente: la falta de tiempo y un posible rechazo en el plebiscito de salida de la nueva Constitución. 

En septiembre Chile deberá definir si acepta o no la nueva Constitución.

Un antes y un después para Chile

Restan dos semanas para la discusión en las diferentes comisiones temáticas y tres semanas para que el Pleno de la Convención concluya el debate de normas constitucionales. 

Con dichos tiempos, la nueva Constitución se presentaría el próximo lunes 16 de mayo durante una sesión plenaria a desarrollarse en Antofagasta, para luego constituir la Comisión de Armonización, que durante tres semanas deberá revisar el documento final. 

Aún más de la mitad de las normas todavía necesitan la aprobación en la sesión plenaria, por lo que el órgano constituyente enfrenta el desafío de cumplir con los plazos. 

“Uno de los grandes enemigos de este proceso ha sido el corto plazo que se estableció para la redacción de la nueva Constitución. Enfrentamos largas jornadas de exposición de normas, de debate, y de lograr los grandes acuerdos que necesita esta Constitución”, manifestó la Convencional Constituyente de Modatima. 

Por el otro lado, la carta principal de la derecha será el rechazo en la votación que la ciudadanía deberá realizar el próximo 4 de septiembre para aprobar o no el nuevo texto constituyente. 

Para ello, la derecha chilena ha desarrollado una estrategia que garantice el resultado negativo: encuestas, fake news y tapas de diario que socavan la legitimidad de la Convención Constituyente. 

“Existe una clara resistencia a dejar atrás el modelo neoliberal y extractivista por la derecha. Ellos solo han propuesto normas que continúan la línea de la Constitución autoritaria y neoliberal que dejó la dictadura. Esa resistencia se ha articulado con una estrategia de ataques en redes sociales y en la portada de los diarios que levantan noticias falsas, buscando desinformar a la sociedad, minar el proceso constituyente, y levantar el rechazo de la gente”, indicó Carolina Vilches Fuenzalida. 

El proceso constituyente y la Convención se han enfrentado a una intensa y negativa campaña mediática. Sumado a un escenario político sacudido por el incremento de los precios, los conflictos territoriales en las “macrozonas” y la instalación del gobierno de Gabriel Boric, que pone en duda la necesidad de cambios estructurales.

“Creemos que lo importante es estar más unidos y unidas que nunca. Todas las luchas por el agua, por la vida digna, por un Estado democrático y social garante de derechos, por un Estado ecológico, hay que defender este proceso constituyente. Creo personalmente que vamos a sacar adelante el apruebo porque la gente que nos eligió está convencida del trabajo que venimos realizando”, concluyó la Convencional Constituyente.