DeBÍ TiRAR MáS FOToS: Bad Bunny y la reivindicación de la identidad puertorriqueña

El nuevo álbum del cantante puertorriqueño retoma ritmos autóctonos y además aprovecha para mostrar la problemática de la isla caribeña. Los símbolos de lucha, lo que le pasó a Hawaii y el colonialismo estadounidense.

Puerto Rico es una isla del Mar Caribe que tiene un poco más de 3 millones de habitantes, ubicada a más de 300 kilómetros de República Dominicana. Actualmente es una colonia de Estados Unidos, en los papeles un “Estado libre asociado” que tiene cierto grado de autonomía interna, pero sigue dependiendo de Washington en asuntos clave como defensa, comercio y política exterior.

El álbum de Bad Bunny va por los sonidos identitarios boricuas como la bomba, la plena, y la salsa que son una declaración de identidad. Desde ARG aprovechamos este momento para dialogar sobre Puerto Rico con Dianne Viera, militante de la organización Jornada Se Acabaron Las Promesas, que también forma parte de Alba Movimientos.

“Puerto Rico es un territorio de Estados Unidos no incorporado, está bajo la jurisdicción y la soberanía de Estados Unidos. Es una nación que fue invadida y ocupada ilegalmente por Estados Unidos desde 1898 y realmente pues somos una colonia”, sostiene Viera.

Una de las canciones que más sonó del disco del cantante puertorriqueño fue “lo que pasó en Hawaii”, consultamos a Dianne Viera sobre la comparación entre Hawaii y Puerto Rico. “Fue el capital extranjero, las corporaciones extranjeras las que se fueron en guerra con el sistema que Hawaii tenía que era una monarquía, para que la isla se convirtiera en un negocio para que el extranjero se mude y pueda seguir haciendo su capital all, desplazando a las comunidades autóctonas, lo mismo que está pasando en aquí en Puerto Rico”, explica.

Hawaii fue anexado por Estados Unidos luego de un proceso de colonización muy similar al de Puerto Rico, que arrastró consigo la pérdida de tierras, cultura e identidad de sus pueblos originarios. Debido al proceso de gentrificación de su hogar, la mayoría de los hawaianos nativos viven fuera de Hawaii.

Al ser Puerto Rico un Estado asociado, muchas de las decisiones son tomadas por el gobierno de Estados Unidos. Es el caso de los incentivos a capitales extranjeros a partir de leyes como la “ley 60”.

Sobre esto, Dianne Viera afirma que el marco normativo da lugar a que “más extranjeros están comprando propiedades en la isla, afectando los precios de las viviendas, los precios de los alquileres. Lo mismo que está sucediendo en otras partes del mundo, desplazando las comunidades históricas, destruyendo sus lazos, los lazos comunitarios y las personas se están viendo sin oportunidad para alquilar porque no pueden costear los precios de alquiler, mucho menos comprar una vivienda”.

Hay ejemplos de lo que está sucediendo en algunas ciudades puertorriqueñas como Rincón, que es conocida por ser un paraíso para practicar Surf. Viera cuenta que esa zona se fue llenando de extranjeros estadounidenses, que incluso se habla inglés en los comercios y que si las personas no se comunican en ese idioma, no las atienden: “Eso es algo que tal vez tú te puedes te puedes encontrar si visitas un estado en Estados Unidos, que te exijan hablar el idioma. Pero aquí en nuestra patria estos extranjeros nos están exigiendo hablar el inglés”, sostiene.

Sin embargo, Dianne expresa que esto no es nuevo ya que “la nación puertorriqueña ha vivido violencia colonial desde que fuimos ocupados ilegalmente 1898 pues desde entonces hemos sido subordinados y estrangulados económica y políticamente por el imperio de Estados Unidos, entonces tratados también como una raza inferior”, afirma.

Un poco de historia

Luego de la Guerra Hispano-Estadounidense en 1898, Puerto Rico pasó a ser un territorio no incorporado de Estados Unidos y desde 1952 los puertorriqueños son ciudadanos estadounidenses, pero no tienen derecho a votar en elecciones presidenciales si residen en la isla. Desde la invasión estadounidense ha habido varios intentos de borrar la identidad boricua.

Es el ejemplo de la Ley 53 de 1948, la “Ley de la Mordaza”. Esta legislación prohibía la exhibición de la bandera puertorriqueña, incluso en el ámbito privado y penalizaba cualquier expresión a favor de la independencia, incluyendo discursos, publicaciones y reuniones. Las sanciones por violar esta ley incluían hasta diez años de prisión y multas de Us$10,000. La ley fue derogada en 1957.

Desde 2016 las organizaciones que están a favor de la independencia de Puerto Rico utilizan como símbolo una bandera blanca y negra, usada en todos los frentes de lucha. “Las luchas por las playas, los campamentos de resistencia, los sindicatos y todo sector que está en lucha hoy día utiliza la bandera blanca y negra”, Explica Dianne.

Le consultamos también ¿Por qué el blanco y negro?, la militante puertorriqueña sostiene que es un símbolo que expresa un momento crítico de lucha y es como que decir: “hasta que Puerto Rico no sea libre, hasta que no sea libre de la bota de Estados Unidos, no vamos a devolverle los colores”, afirma.

“Las luchas por las playas, los campamentos de resistencia, los sindicatos y todo sector que está en lucha hoy día utiliza la bandera blanca y negra”, Explica Dianne.

El disco de Bad Bunny vino a poner en discusión la colonización de Puerto Rico, aunque también es un momento de aprovechar para dar a conocer la identidad de la isla, la historia y las luchas. “El boricua [originario de la isla] desde el tiempo de la colonización española, están resistiendo desde que llegó España o sea, nosotros somos una nación en lucha, en resistencia constante y no han podido borrar nuestra identidad, nuestra cultura, nuestras tradiciones. Es demasiado fuerte, está en nuestro ADN”, dice con orgullo Dianne Viera.