Desborde de postulantes para el Refuerzo Alimentario

Comenzó la inscripción para adultos sin ingresos y las ventanillas de ANSES colapsaron de gente. Desde las organizaciones sociales refuerzan la inscripción virtual y señalan un exceso de filtros y requisitos.

Este lunes comenzó la inscripción para el Refuerzo Alimentario, una ayuda social destinada a personas de entre 18 a 64 años que se encuentran en condiciones de extrema vulnerabilidad y no cuenten con ningún tipo de ingreso ni cobren ninguna prestación, asignación o programa social.

La medida fue anunciada hace aproximadamente un mes por el ministro de Economía, Sergio Massa, pero su implementación fue anunciada recientemente en sus redes sociales tras reunirse con la titular de ANSES, Fernanda Raverta y estipular las condiciones de inscripción y los requisitos.

Desde diversos grupos vecinales y de organizaciones sociales han circulado fotos y mensajes sobre eternas filas en las puertas de ANSES, entrega de turnos (cuando no es un requisito sacarlo) y colapsos en la página de inscripción.

 

Además, se han vivido situaciones de fuertes discusiones y descompensaciones. El refuerzo, a diferencia de las sucesivas implementaciones del IFE, cuenta con una gran variedad de requisitos y restricciones.

“Nuestras Unidades Productivas se pusieron a disposición de cargar de manera virtual a todos los vecinos que lo necesiten, pero la página colapso varias veces a lo largo del día o tuvo interminables listas de espera” comentó Nicolás Caropresi, referente nacional del Movimiento de Trabajadores Excluidos.

El problema es que el gobierno se maneja con una idealización del pobre, y piensa en una persona que no tiene absolutamente nada pero extrañamente tiene un celular para manejarse y un CBU a disposición”, continuó.

Los requisitos más polémicos a la hora de ser beneficiario del ingreso es la incompatibilidad del mismo con la Asignación Universal por Hijo o las becas Progresar. Además, no pueden acceder al mismo quienes cuenten con billeteras virtuales, acreditación en cuentas bancarias en los últimos 2 meses y consumos de tarjeta de crédito y/o débito en los últimos 2 meses.

“La situación es más compleja, hay gente que tiene todo eso pero igual la está pasando realmente muy mal y necesita la ayuda en un contexto donde otros la están levantando con pala. Lamentablemente, podés tener billetera virtual y pasar hambre de verdad, no en una planilla de Excel.” continuó Caropresi.

El Ingreso Alimentario se trata de una ayuda económica de 45 mil pesos en dos cuotas de 22500 pesos a cobrar en noviembre y diciembre. La inscripción puede ser virtual o presencial sin turno en las UDAI de ANSES.

La medida fue implementada luego de las sucesivas presiones por parte de los legisladores regionales y locales del Frente Patria Grande. El espacio político ve en este ingreso un piso para comenzar a discutir la implementación de un Salario Básico Universal ordenado por ley o decreto presidencial.

Esta postura ha traído tensiones hacia el interior del Frente de Todos. El gobierno nacional asume la medida con fuertes restricciones y a regañadientes. El secretario de Economía Social y militante del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, lo cuestionó en una entrevista radial: “Es difícil en la Argentina, con la mitad de la economía en negro, encontrar a los compañeros indigentes en una planilla de Excel. Es más fácil pensar subsidios y creer que así se termina la pobreza. Todos los progresistas quieren sacar un subsidio cuando llegan al Estado”, disparó.

La diputada por el Frente Patria Grande le contestó al secretario en sus redes sociales: “Emilio, soy cartonera y trabajadora de la economía popular desde los 13 años, de progre no tengo nada. Este refuerzo alimentario es muy necesario, lo expresa la realidad de nuestros barrios y llega a esas personas a las que hoy las organizaciones no llegamos”.

La discusión de forma es ceder o no ante las presiones políticas de un conjunto de organizaciones sociales nucleadas en la UTEP, las dos CTA y una parte critica de la CGT representada por Pablo Moyano y el Sindicato de Camioneros. La discusión de fondo es más profunda ¿Hay realmente crecimiento económico con inclusión? ¿A quién golpea el plan de ajuste del gobierno nacional? Mientras tanto, el kirchnerismo apoya la iniciativa con moderación.