El Gobierno porteño, encabezado por Jorge Macri, ha dado un nuevo golpe a la Educación Sexual Integral (ESI). Este lunes, de manera sorpresiva, anunció que todos los contenidos relacionados a la ESI serán sometidos a una “revisión exhaustiva” bajo un supuesto criterio de “neutralidad”.
Como primera medida, el material que estaba disponible en la web oficial de la Ciudad ha sido bloqueado durante el receso escolar.
“Todos los documentos, imágenes, videos, cursos, actividades y bibliografía de esta materia serán objeto de un estudio neutral. Mientras tanto y durante el receso escolar, los contenidos de la ESI que estaban disponibles en páginas oficiales del Gobierno quedan inaccesibles”, señala el comunicado oficial.
La decisión generó rápidas críticas desde diversos sectores. Una de las más contundentes fue la de María Bielli, legisladora porteña de Unión por la Patria: “La ciudad de Buenos Aires fue pionera en Educación Sexual Integral, y se fue construyendo un archivo muy diverso y valioso que ha sido -hasta hoy- una herramienta indispensable para las y los maestros de la ciudad y del país”, lamentó.
Por su parte, Andrea D’Atri, legisladora del Frente de Izquierda, cuestionó: “¿Quién puede ser neutral ante los abusos sexuales de niñas, niños y adolescentes?”, recordando que 3 de cada 10 niños que denunciaron abusos lo hicieron por primera vez luego de una clase de ESI.
La ofensiva contra la ESI no es exclusiva de la gestión porteña. Desde la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada, la agenda ultraconservadora ha tenido un renovado impulso. En octubre pasado, el propio Gobierno nacional admitió que funcionarios habían recibido capacitaciones sobre ESI de una ONG que promueve la abstinencia sexual como única estrategia educativa.
Además, el desfinanciamiento del Programa Nacional de ESI ha sido notorio. Un informe elaborado en diciembre por el Movimiento Federal xmás ESI destacó la falta de recursos y acción por parte del Estado: “A 18 años de la sanción de la Ley 26150, el panorama evidencia el fuerte desfinanciamiento del Programa Nacional y la consecuente ausencia casi total de acciones de alcance nacional”.
La Educación Sexual Integral ha demostrado ser una herramienta clave para prevenir abusos, reducir la violencia de género y garantizar derechos. Sin embargo, enfrenta una ofensiva que busca desarticular su implementación, poniendo en riesgo el acceso de niñas, niños y adolescentes a información fundamental para su desarrollo y bienestar.
El retroceso en la Ciudad de Buenos Aires marca un nuevo capítulo en esta preocupante cruzada que avanza desde el nivel nacional.