La CGT determinó la huelga general para el 10 abril y movilización para el día anterior, es decir una jornada de acción gremial por 36 horas, en el marco de la lucha en defensa de las y los jubilados.
Este sector es el más castigado por la motosierra del ajuste, los palos, gases y la quita de remedios gratuitos. Es por este motivo, que todos los miércoles se manifiestan frente al Congreso de la Nación recibiendo como respuesta lo peor de la violencia estatal. Los hinchas de los clubes respondieron el pasado 12 de marzo, defendiendo en la calle a las y los viejos. El operativo conjunto de Patricia Bullrich, desató una gran represión dejando como saldo múltiples detenidos, una jubilada herida y el casi asesinato del reportero gráfico Pablo Grillo.
A partir de esta gran batalla popular, los máximos representantes de los sindicatos decidieron acompañar a los abuelos parando el sistema productivo el país. Esta resolución fue ratificada por un plenario de regionales de la central trabajadora, por lo tanto está garantizada la extensión nacional de la medida de fuerza.
Al mismo tiempo la Union Obrera Metalurgica, Aceiteros, Sutna, Docentes, La fraternidad, Estaciones de Servicios, La UTA, Camioneros, UATRE, Judiciales, Bancarios, Marítimos, Fedum y ATE sumaron conflictos en el primer trimestre del año. Algunos sindicatos y federaciones hicieron paros nacionales, varios con bloqueos de fábricas y otros directamente negociaron con amenaza de escalar el conflicto solamente para acordar aumento de sueldos empatando a la inflación.
La definición
Durante la presentación de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) como nuevo miembro de la CGT, en el edificio de Azopardo, Héctor Daer triunviro de la conducción, llamó a la huelga general. La UTEP es el sindicato de las organizaciones sociales que agrupan a las cooperativas de trabajadores informales del país. Allí, delante de los delegados de la economía popular el secretario general Daer, lanzó una movilización para el 9 de abril en apoyo a los jubilados y un paro general para el día siguiente.
Esto significa un avance de la estrategia del conjunto de los asalariados de la república Argentina, sumando combatividad ante un gobierno que viene derrapando en el plano económico. En las últimas semanas, las contradicciones del Ministro de Economía en la negociación con el FMI, generó una corrida cambiaria que amenaza llevarse puesto el programa financiero del Presidente, mientras las expectativas devaluatorias de los exportadores están presionando para que el dólar aumente.
La última medición del INDEC arrojó un 40% de pobreza, 1.5 millones de desocupados y 8 millones de trabajadores informales. De ocurrir una devaluación, seguramente se trasladará al aumento de los precios internos de los alimentos y demás componentes de la canasta básica. Esta situación empeorará estos indicadores sociales que de por sí son muy malos.
Cómo respuesta a este cuadro, comienza a gestarse una coordinación de las luchas de la clase trabajadora, ante el avance represivo de parte de un gobierno muy autoritario en lo político y sobre todo neoliberal en lo económico. Los grandes emporios económicos, están obteniendo una super tasa de ganancia, aumentando la desigualdad entre las elites propietarias de empresas estratégicas y el resto de la sociedad.
En el peor momento del gobierno después del escándalo de la cripto estafa y la disparada del dólar, los interrogantes son: ¿Para los dirigente sindicales cambió el humor social? ¿Este será un paro por necesidad coyuntural en repudio a la represión, o simplemente será una medida de autodefensa ante los ataques del gobierno a la democracia interna de la central?