Hace algunas semanas se dio a conocer la noticia de que los grupos palestinos Al Fatah y Hamás -que gobiernan Cisjordania y Gaza respectivamente y están enfrentados hace años-, empezaron un proceso de diálogo con el fin de construir una agenda política de unidad y celebrar elecciones nacionales en los próximos meses. Para conocer más en profundidad este proceso, ARG Medios conversó en exclusiva con el referente palestino Ahmad Jaradat, coordinador de proyectos para el Centro de Información Alternativa (AIC) de Palestina. Abordamos, entre otros temas, cómo la pandemia afectó a quienes viven en los territorios ocupados; los acuerdos de algunos países árabes con Israel; el proceso de construcción de unidad de las fuerzas palestinas y las eventuales elecciones que se llevarían a cabo en los próximos meses.
¿Cómo afectó la pandemia del COVID-19 en los territorios ocupados de Palestina?
Los últimos meses volvimos a tener aumento de casos y no hay ayuda. La situación económica es mala. A veces no hay salarios, o se cobra la mitad. Y esto hace la vida de los palestinos más difícil [Los fondos de la Autoridad Nacional Palestina están controlados por Israel, por lo que no se puede disponer de fondos propios para ayudar a la gente que ha perdido su trabajo]. La gente en el Área C [área de Cisjordania controlada por Israel] se tiene que cuidar sola porque allí no hay policía palestina. Además Israel cerró las fronteras muchas veces por la pandemia, y muchos palestinos que estaban ahí quedaron desconectados de sus familias, sin poder volver a sus casas.
¿Qué impacto han tenido hechos como el anuncio del “Acuerdo del siglo” de Trump a principios de año, la voluntad del Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu de anexionar el 30 por ciento de Cisjordania o los acuerdos de algunos países árabes con Israel?
Todo eso está conectado, la normalización con países árabes pone más presión en los palestinos para aceptar el plan estadounidense. Quieren poner a la causa palestina como un tema económico, no como una causa nacional o de derechos humanos. Esto arrincona a los palestinos.
¿Afecta a Palestina el hecho de que la pandemia restrinja la presencia internacional?
La presencia de internacionales [sic] es muy importante porque previenen o mitigan algunas situaciones de violencia. Los soldados son observados por los internacionales cuando están acá; les importa si están siendo vistos. Pero desde que se cerraron las fronteras por el COVID no hay internacionales. Soldados y colonos cometen violaciones sin presencia internacional [y] la violencia aumenta.
¿Cuál es la respuesta de los partidos y organizaciones palestinas?
Los palestinos, ante toda esta situación, están empezando a decir: la unidad es lo primero y lo más importante. Hace algunas semanas hicieron una reunión entre Beirut y Ramala en la que participaron todos los partidos palestinos. ¿Qué significa esta unidad? ¿Qué vamos a hacer? Porque sabemos que si los países árabes siguen con la normalización van a seguir hablando con Israel sobre la cuestión palestina, pero sin los palestinos. Estamos arrinconados; tenemos que pensar alternativas. Ya pasó mucho tiempo de los Acuerdos de Oslo y tenemos que tener una agenda, voz política, y no empezar de cero. Dejar de hablar de la solución de los dos Estados, porque no hay posibilidad de que eso suceda. ¿Cuál es la relación entonces entre Gaza y Cisjordania? ¿Y con los palestinos de Jerusalén y con los de afuera? ¿Cómo van a tratar con los países árabes? ¿Cómo vamos a ir juntos al ámbito internacional? Grandes preguntas que nos estamos haciendo. Estamos en una nueva forma de política palestina. Necesita tiempo, pero lo estamos haciendo. Al menos Oslo ya está terminado, la solución de los dos Estados ya no está en el horizonte.
Y todo esto está atravesado por como sufre la gente, porque si hay más violencia, si no cobran sus salarios, si viven mal, entonces hay que resolver eso. Ellos [el Estado de Israel] lo que quieren es que los palestinos sólo puedan pensar en su subsistencia diaria, en comer. Pero la causa palestina es una causa política.
Entonces, ¿el acuerdo entre Al Fatah y Hamas es real? ¿Tiene perspectivas?
Es la única forma en la que podríamos avanzar en algo. Por un momento decidieron dejar de lado sus diferencias para discutirlas puertas adentro y avanzar con acuerdos generales y cosas en común. Por eso tenemos esperanza en que esta unidad va a avanzar. Y no creo que ahora quieran acentuar sus diferencias porque si no van a perder a la gente, no tienen opción. La única opción es la unidad.
Están hablando de hacer elecciones…
Desde esa conferencia hasta ahora, ha habido muchas reuniones, en Turquía, en Egipto, en Cisjordania. La unidad en general está creciendo en buen camino. Pero veremos más adelante cuál es su agenda política. Están empezando a hablar seriamente sobre las elecciones, porque sin elecciones no tendrán legitimidad.
Considerando que la ley palestina considera palestinos tanto a quienes viven en territorios ocupados y en Jerusalén, como a los refugiados y sus descendientes que viven en otros países, ¿se está pensando en elecciones a nivel nacional? ¿Quiénes participarían?
Tenemos muchas instituciones. Lo primero es el Consejo Nacional; todos los palestinos de adentro y de afuera deberían estar representados ahí. Ese sería el nivel más alto de la Organización para la Liberación Palestina (OLP). Después el Consejo Legislativo, en Cisjordania y en Gaza. Tercero, el Presidente. Pero la presión de la gente ahora es ir a la elección del Consejo Nacional, que será el órgano que podrá definir sobre las cuestiones políticas e históricas más importantes. Creemos que esto va a poder hacerse. Es el primer paso para rehabilitar la OLP, y que todos los grupos palestinos estén adentro de la OLP de nuevo.
¿Creés que estas conversaciones van a conducir a la unidad en la OLP?
No podemos imaginar unidad sin toda la gente dentro de la OLP. Y después la OLP va a poder hablar en nombre de todos los palestinos y tomar decisiones. Hamas y la Yihad también tienen que estar adentro.
¿Qué grupos están participando de estos diálogos?
Ahora Fatah y Hamás, porque son las dos partes más fuertes. En la primera conferencia entre Beirut y Ramala participaron todos, los grupos nacionalistas, los islámicos, todos. Pero ahora la gran discusión es entre Fatah y Hamás, porque son las cabezas de la división. Y si eso va bien, ya van a ir incorporándose los demás.
Es común escuchar en Palestina que “la OLP no existe más”, porque después de los acuerdos Oslo se convirtió en la Autoridad Nacional Palestina (ANP), entidad que toma ahora todas las decisiones.
La OLP no es una institución material, es el marco de identidad nacional de palestinas y palestinos. Después de Oslo se debilitó mucho por varios motivos. La ANP tomó muchas de sus responsabilidades. Por esto muchos partidos de izquierda se enojaron, porque la OLP debe ser el nivel más alto de coordinación que le dé legitimidad a la ANP y eso fue dejado un poco de lado. La OLP es el único cuerpo donde puede ir el pueblo. Por eso la conversación ahora es sobre la OLP, incluso para quienes están fuera de ella. Necesitamos rehabilitarla y que represente a todos los partidos.
Hace dos años se había conformado una coalición de partidos de izquierda que después no prosperó. ¿En qué están ahora esos grupos?
Se rompió por diferencias de posiciones y posibles alianzas con respecto al gobierno palestino. Pero con todas las cosas que pasaron este año -anexión, acuerdos de normalización, coronavirus- ahora la gente empezó a pensar en unidad en grande, no en las unidades chiquitas.
¿Podría haber alguna agenda de la izquierda que se ponga en la mesa en estas conversaciones?
Es necesario, y es necesario que sean más fuertes. La izquierda tiene que estar unida a nivel social y político. Pero la vida política en Palestina es distinta que en otros países porque la izquierda es fuerte acá. Los acuerdos de Oslo pusieron nuevos obstáculos para la izquierda. Pero es importante que pensemos en términos nacionales primero. Porque a veces ya no hablamos de socialismo, comunismo… pensamos primero en la ocupación. Entonces vamos a poder fortalecer esa lucha después de que tengamos nuestro Estado y la liberación nacional. Toda la gente está pensando en la ocupación; no está preocupada en ser de izquierda o no; están luchando contra la ocupación.
¿Ves optimismo en el pueblo palestino con respecto a la política institucional? Pareciera que la gente está empezando a creer de nuevo en las instituciones.
Es que hay algún tipo de esperanza ahora. Pero por la experiencia pasada la gente está como a la espera, observando, presionando y expresando su esperanza, pero no están seguros si la unidad va a suceder o no. Y eso es bueno, porque el pueblo -y los partidos lo saben- pone a los políticos en una situación de estar observados. Los está observando a ver qué hacen y eso es importante. Lo primero que dijo el Comité Popular de Lucha [Popular Struggle Coordination Committee o PSCC] es “el pueblo está esperando”. La gente ve la experiencia antes que el eslogan y los discursos.
¿Podría impedir Israel que los palestinos organicen sus elecciones?
Israel va a hacer todo lo que esté a su alcance para evitar la unidad y la organización de los palestinos, pero si los palestinos tomaron una decisión y quieren hacerlo, podemos. Pueden afectar en la elección. Pueden hacer que la gente no pase a votar desde Jerusalén o prohibir accesos, limitar la circulación en Gaza o Cisjordania. Por cuestiones técnicas Israel puede intervenir, pero no parar la elección. Es una lucha que tendremos que atravesar.
Mencionaste que hubo reuniones en Turquía y Egipto. ¿Cómo ves en particular el apoyo internacional a esta unidad de los países árabes?
No todos los países árabes tienen una misma postura respecto a Palestina, ni la misma agenda. Algunos no estarán contentos por nuestra unidad, otros sí, pero ninguno va a decir públicamente ni enfrente de su gente “estamos en contra de Palestina”. Todos dicen que están con nosotros, pero algunos en la práctica demuestran que no. Los países árabes se dividen en dos: los que están con Palestina y los que dicen que están con Palestina pero actúan normalizando las relaciones con Israel y la ocupación, perjudicando a Palestina.
Antes, que se reconozca a Palestina era una condición para reconocer a Israel, ahora esa condición ha desaparecido y han reconocido a Israel sin que Israel reconozca a Palestina. Entonces, los palestinos son los que tienen el poder de decidir por ellos mismos. Obvio que vamos a pagar un precio por eso, pero el poder importante lo tiene la gente. Después otros podrán hacer cosas con eso, pero si nosotros somos fuertes, claros, estamos unidos, tenemos una agenda política clara, la gente que nos apoya y los grupos de solidaridad, las organizaciones, los países estarán motivados a apoyarnos. Entonces lo principal ahora es nuestra gente. No podemos tener una fuerte solidaridad si entre nosotros hay divisiones. Y pasa lo mismo a nivel internacional. El “Acuerdo del Siglo” propuesto por los EE.UU. alinea a los países en una u otra forma.
La causa palestina tiene un siglo, a pesar de todo el daño, las masacres, los refugiados, todavía estamos en nuestra tierra, tenemos esperanza y todavía estamos luchando. Ésta es la línea de tiempo de nuestra historia. Si no tenemos esperanza, ¿cómo vamos a luchar? La nuestra es una esperanza realista.