En los últimos días trascendió la noticia respecto a que los gobiernos de Chile y Argentina primero, y luego los de Colombia y México después, se han ofrecido a dar asilo a ciertas personalidades que fueron expulsadas de Nicaragua. Otro tanto ha sucedido con los dichos del presidente Daniel Ortega sobre la iglesia católica, tildándola de ser antidemocrática y de ser una “mafia”.
¿Qué está pasando en Nicaragua entonces? Para ir al hueso, entrevistamos a Mariana Toscana, integrante de la Asociación de trabajadores del Campo de Nicaragua.
Antulio Pozzio: ¿Qué opinión te genera la postura de los exiliados a quienes se les han quitado la nacionalidad, teniendo en cuenta que varios vienen de una tradición sandinista y además fueron países progresistas los que han salido a ofrecerse para recibirlos como asilados?
Mariana Toscana: Existen muchas personas de oposición al gobierno en Nicaragua, y no es un delito ser de oposición. Lo que diferencia a los exiliados es que cometieron actos de traición a la patria que costaron muchísimas vidas y destrucción al país. En mi opinión fueron expulsados porque cumplen una función y un propósito golpista en Nicaragua, siempre esperando la coyuntura apropiada para desestabilizar el país, como desastres naturales, pandemia, incendios, elecciones. En Estados Unidos y en el Reino Unido, también se puede perder la nacionalidad por actos de traición. Los países del mundo tienen el derecho y la obligación de usar sus leyes en defensa de la soberanía nacional. Estos ex sandinistas se separaron del FSLN a raíz de la pérdida electoral del año 90, muchos quisieron que el Frente dejara atrás su plan histórico y revolucionario, y que aceptara las políticas neoliberales que devastaron nuestra economía, nuestro medio ambiente, nuestras poblaciones más vulnerables, y por los próximos 16 años al no lograr su objetivo decidieron formar su propio partido el Movimiento de Revolución Sandinista, y se llevaron a la mayoría de sandinistas de clase media alta, ex funcionarios, ex ministros.
Realmente no tienen una base popular ni partido político, o plataforma, excepto querer derrocar al presidente. Ellos dejaron de ser sandinistas hace mucho tiempo. Y bueno, sobre los gobiernos que les han ofrecido recibirlos, pues, tienen derecho de tomar las decisiones que quieran. Nuestra política es de no intervención en los asuntos de otras naciones, y esperamos lo mismo de ellas. Sería muy interesante ver cuántos de estos exiliados deciden irse a los Estados Unidos a alguno de estos países. Por cierto Gioconda Belli se hizo ciudadana estadounidense hace muchos años, igual que Sergio Ramirez se nacionalizó español hace varios años.
Lo que diferencia a los exiliados es que cometieron actos de traición a la patria que costaron muchísimas vidas y destrucción al país.
AP: ¿A qué se debe el conflicto que mantienen la iglesia católica y el gobierno, lo que ha llevado a un enfrentamiento?
MT: La iglesia católica ha sido históricamente el soporte más antiguo y firme de dominación en todo el mundo, desde que llegaron los españoles a nuestro continente. La iglesia ha jugado un papel fundamental en la colonización y en el saqueo de nuestros países y recursos. Nicaragua no es ninguna excepción al respecto. Los sacerdotes bendijeron las invasiones de los infantes de la marina estadounidenses, que encabezaban sus formaciones militares para evitar que la gente los atacara mientras buscaban a Sandino. Los obispos católicos declararon al dictador Anastasio Somoza príncipe de la iglesia antes de ser enterrado, y justificaron atrocidades de la contra durante la guerra de los años 80. En el 2018 mientras supuestamente mediaban el diálogo entre el gobierno y la oposición, formaron parte de la alianza opositora exigiendo al presidente renunciar y proveyeron protección a todos los criminales que sembraron el terror en todo el país. Tenemos evidencia de audios y videos de curas participando en actos de tortura, encubrimientos de asesinato, de proveer albergue a criminales de la oposicion y muchos otros delitos. Ellos son uno de los pilares más fuertes del intervencionismo en nuestro país y siempre lo han sido.
AP: ¿Cuál es la situación interna que ha llevado a Daniel Ortega a tomar estas decisiones?
MT: El asunto de los presos políticos ha sido usado como argumento para justificar sanciones y otros tipo de intervención estadounidense en Nicaragua. En Estados Unidos la traicion pude ser sancionada con la pena de muerte, como en el caso de la pareja Rosenberg, y ahi tienen a presos politicos cumpliendo cadenas perpetuas como el lider nativo Leonar Bertier, el ex pantera Muña Abuja Mal, y muchisimos mas. En Nicaragua se les dio la opción de cumplir sentencias más leves, o irse del país. La mayoría de los que eligieron irse del país no fueron obligados. Esos disidentes cometieron crímenes y actos de traición, y por eso fueron juzgados, no solo por ser oposición política. Son parte de un ancla histórica en la que se ha apoyado el imperialismo estadounidense para desestabilizar, y en ciertas ocasiones para invadir y ocupar el país. Esta gente representa los intereses empresariales de los ricos en el país. En realidad, ellos son los que llevan a cabo los programas de desestabilización para derrocar al gobierno. Y después instalar gobiernos títeres, entreguistas, serviles a los intereses estadounidenses y europeos también. Al echarlos del país el gobierno ha desarticulado cualquier intento de cambio de régimen en Nicaragua, por lo menos por el momento.
En Nicaragua se les dio la opción de cumplir sentencias más leves, o irse del país.
AP: ¿Cuál es el rol de Estados Unidos en la situación actual que vive el país?
MT: Estados Unidos a través de su embajada, y sus agencias interventoras como la Usaid han financiado y dirigido todas las campañas de desestabilización llevadas a cabo por la oposición política que ha sido desarticulada. Basta con ver los reportes financieros de dicha agencia. Pero también se puede ver la colaboración en los cables de wikileaks. Hasta en algunos artículos que han sido publicados en Estados Unidos. También se filtró un documento de la embajada gringa que detalla los planes estadounidenses de derrocar al gobierno sandinista, incluyendo las diferentes coyunturas que se podían utilizar para dichas campañas, como desastres naturales, pandemias, elecciones presidenciales. Este documento es conocido como Asistencia Reactiva en Nicaragua. No fue casualidad que el gobierno estadounidense aceptara recibir a todos los criminales liberados, ya que son los criminales al servicio de sus intereses.
AP: ¿Por qué entonces el presidente Ortega es acusado de dictador por varios sectores internacionales? ¿De dónde surgen esas acusaciones?
MT: Un dictador que ha sido elegido por la voluntad en cada elección. Estos sectores internacionales están al servicio de las potencias internacionales que forman parte del orden mundial imperante. Nicaragua favorece al orden mundial multipolar ya sea cual sea el orden mundial imperante. Nicaragua siempre defenderá su derecho de ser un país libre y soberano. Ese es el verdadero crimen de nuestro país, nuestra insistencia de ser libres y soberanos
AP: Para terminar Mariana, ¿Qué rol está jugando la oposición que se dice perseguida por Ortega?
MT: Decir que han sido juzgados y despojados de su nacionalidad nicaragüense simplemente por estar opuestos al gobierno, sin mencionar las atrocidades, crímenes, y actos de traición que cometieron es parte del rol que están jugando, que es aislar al país ante los ojos del mundo para justificar diferentes formas de intervención. Ellos quieren que el país vuelva a ser un Estado controlado por las clases adineradas, y al servicio del poder hegemónico occidental. Durante el intento de golpe de 2018 cumplieron diferentes papeles: los ricos facilitaron el conducto y el lavado de dinero para financiar los actos de desestabilización como crímenes violentos, paros de la economía, impedir el movimiento del pueblo y el funcionamiento del país. La iglesia católica utilizó sus misas, y espacios espirituales para justificar la violencia e instar a la gente a tomar bando, dieron albergue y salvoconducto a los criminales, y en ciertos casos participaron en los actos de tortura. Las organizaciones de la sociedad civil y de derechos humanos en la fabricación y la diseminación de la falsa información, por ejemplo echaron la culpa al gobierno de todas las muertes alegando que la oposición era pacífica e indefensa, a pesar de ser partícipe y colaboradora de la violencia. El MRS se encargó de la parte estratégica del intento de golpe, encargándose de levantar un red de barricadas para impedir el funcionamiento del país y sembrar zozobra y terror en la población.
También engañaron a la izquierda mundial pretendiendo ser revolucionarios alzados en contra de una dictadura, quisieron robarse el espíritu revolucionario del sandinismo para poder disfrazar su levantamiento popular en su intento de golpe imperialista.
